La psiquiatra Marian Rojas alerta: “un estado de estrés mantenido, nos intoxica de cortisol y nos inflama”

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El estrés es un estado que, si se mantiene durante largos periodos, puede generar síntomas físicos que muchas personas tienden a ignorar. Esto es lo que ha explicado la psiquiatra Marian Rojas en el programa Fin de Semana de COPE. Este malestar constante afecta no solo a nuestra mente, sino también a nuestro cuerpo.

Uno de los principales responsables de estos efectos es el cortisol, una hormona que se dispara cuando nuestro organismo se siente amenazado, y cuya presencia prolongada puede tener consecuencias serias para la salud física. El cortisol, en niveles elevados y sostenidos, desencadena una serie de reacciones físicas. Entre ellas, la más común es la inflamación, que se puede manifestar en varias partes del cuerpo.

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Un estudio publicado en Jama hace mención de que entre el 60% y el 80% de las visitas a atención primaria pueden tener un componente relacionado con el estrés. A su vez, se monitorizaron 33.045 visitas al consultorio, de las cuales solo un 3% incluyeron asesoramiento sobre manejo del estrés por parte de médicos de cabecera, evidenciando la falta de formación en ese ámbito. Las recomendaciones de mejora de nutrición, actividad física o reducción de peso prevalecieron sobre las relacionadas con el estrés.

El estrés se manifiesta físicamente

Los niveles de cortisol elevados pueden verse reflejados en síntomas físicos, que los médicos acostumbran a achacar a orígenes físicos, y no a un estado de estrés. El cortisol puede provocar dolores físicos crónicos, en su mayoría provocados por un estrés constante y mal gestionado. Esto nos lleva a pensar en cómo emociones reprimidas o el miedo al futuro pueden deteriorar nuestro bienestar físico.

La inflamación es una respuesta física común del cuerpo ante el estrés crónico y los altos niveles de cortisol

Desde dolores de cabeza, malestar estomacal, hasta problemas más graves como dolores articulares y de espalda. La relación entre el estrés y estas dolencias no siempre es evidente, pero cada vez más estudios apuntan a que el origen de muchos de estos síntomas es emocional.

Causas del estrés crónico

El origen del estrés varía, pero entre los factores más frecuentes se encuentran las preocupaciones relacionadas con la supervivencia emocional, como problemas en el ámbito laboral, económico o familiar. Este estrés activa el sistema de alerta del cuerpo, el cual libera cortisol, y cuando esta situación se prolonga, comienza a afectar a diferentes sistemas del organismo. Entre los síntomas físicos que alertan de esta situación destacan el dolor crónico, las enfermedades autoinmunes e incluso los problemas digestivos. La propia Marian Rojas explica que ella, cuando pasa un episodio de estrés, sufre de encías inflamadas y sangrantes.

Cuando estamos “constantemente en estado de supervivencia por un estado de estrés mantenido” es cuando vienen los problemas de inflamación, explica Rojas. Este estado de estrés 24 horas puede ser “porque estamos lidiando contra una batalla diaria del día a día, por algo del pasado que tenemos sin resolver, por pensamientos negativos o pensamientos intrusivos que nos atormentan o porque tenemos miedo al futuro por alguna cosa que puede suceder”, enumera la psiquiatra. Es en ese momento cuando “nos intoxicamos de cortisol, nos inflamamos, ahí llega la inflamación”, explica.

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Cómo gestionar el estrés

Identificar estos síntomas es crucial para abordar el problema de raíz. Para muchos, el estrés se convierte en una parte constante de la vida diaria, lo que dificulta su reconocimiento. Sin embargo, es importante prestar atención a las señales que el cuerpo envía y actuar para reducir los niveles de cortisol. Técnicas como la meditación, el ejercicio regular y una mejor gestión emocional son herramientas útiles para minimizar el impacto del estrés.