El alimento antienvejecimiento que también previene problemas en los riñones

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A medida que envejecemos, los radicales libres pasan a tener un gran protagonismo en la salud general. Estas moléculas reaccionan rápidamente con otras en el cuerpo, causando daño celular conocido como estrés oxidativo. Aunque se producen de forma natural y son útiles en pequeñas cantidades, su exceso, potenciado por factores externos como la contaminación y el tabaquismo, puede contribuir al envejecimiento prematuro y al desarrollo de enfermedades crónicas.

Los antioxidantes neutralizan los radicales libres, protegiendo al cuerpo de sus efectos nocivos. Y el limón es uno de los alimentos más destacados por sus propiedades antioxidantes. Este cítrico puede ayudar a mejorar la salud de la piel, prevenir arrugas y combatir los radicales libres que aceleran el envejecimiento celular.

El mejor antioxidante para evitar un envejecimiento prematuro

El limón destaca por su alto contenido en flavonoides, antioxidantes que no solo ayudan a prevenir el envejecimiento, sino que también protegen el cerebro y el sistema cardiovascular. Un estudio publicado en la revista The American Journal of Clinical Nutrition demostró que una mayor ingesta de flavonoides se asocia con menores riesgos de enfermedad de Alzheimer y demencias relacionadas. También pueden mejorar el flujo sanguíneo y reducir la inflamación, lo que es beneficioso tanto para el corazón como para la función cerebral. Estos compuestos pueden reducir el daño celular causado por los radicales libres, ayudando a mantener las arterias sanas y mejorando la elasticidad de los vasos sanguíneos.

Además, el limón tiene un impacto positivo en la salud digestiva. Sus propiedades ayudan a reducir la hinchazón y mejoran el tránsito intestinal, lo que lo convierte en un aliado para quienes sufren problemas digestivos como el estreñimiento. Los compuestos fenólicos presentes en la pulpa y la cáscara del limón contribuyen a un mejor funcionamiento del sistema digestivo y a la absorción de nutrientes.

Previene problemas en los riñones

Uno de los efectos más destacados por la ciencia es su capacidad para prevenir la formación de cálculos renales. Según la Universidad de Harvard, el citrato, un compuesto presente en el limón, puede unirse al calcio y evitar que se formen los cristales responsables de los cálculos. El consumo regular de zumo de limón diluido en agua ha demostrado ser eficaz para aumentar los niveles de citrato en la orina, lo que reduce significativamente el riesgo de desarrollar piedras en los riñones. Los médicos sugieren que el jugo de dos limones al día podría ser suficiente para lograr este efecto.

Para quienes tienen tendencia a desarrollar cálculos renales, el limón es una opción natural que puede ayudar a prevenir su aparición. Desde Harvard recomiendan beber agua con limón de manera regular como parte de una estrategia preventiva, así como comer alimentos ricos en calcio y reducir la ingesta de sal y proteína animal.