La dieta cada vez más frecuente en España: uno de los principales factores de riesgo del hígado graso
Esta enfermedad es una de las dolencias más graves de nuestro organismo, ya que puede derivar en cuadros de salud más graves como es el cáncer de hígado.
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Una de las muchas afecciones graves que pueden surgir en nuestro organismo es, sin duda, la enfermedad del hígado graso. También conocida como esteatosis hepática, se trata de una dolencia del propio hígado que se manifiesta mediante su inflamación y daños en sus células. Si bien este es un cuadro de cierta gravedad, puede ser origen de casos más serios como fibrosis o cicatrización del hígado. De hecho, uno de los peores destinos es el de desarrollar cáncer de hígado.
Aunque es posible que el paciente que lo sufra no experimente demasiados síntomas, en el caso de tenerlo, se manifestarían en forma de cansancio o de molestias en la parte superior derecha del abdomen. En el tipo de enfermedad del hígado graso no alcohólica, los investigadores deben estudiar las causas para dar con su verdadero origen.
No obstante, esta dolencia puede venir derivada por diversas causas, como pueden ser problemas de salud, motivos genéticos, el aparato digestivo o incluso la dieta que seguimos en nuestra rutina habitual. Y es que unas malas costumbres alimentarias pueden aumentar la propensión de un individuo de desarrollar esta enfermedad.
Origen de la afección
La comunidad científica se encuentra estudiando las dietas que provocan un mayor riesgo de padecer la enfermedad del hígado graso. Entre ellas, se encuentran las ricas en fructosa, un azúcar empleado para endulzar bebidas y comidas y que es parte del azúcar de mesa. Por otro lado, los investigadores tratan de dar con la relación entre esta enfermedad y los microbiomas.
Estas son las bacterias que se hallan en el aparato digestivo y que ayudan en el propio proceso de digestión de los alimentos. Y es que los resultados de los últimos estudios han dictaminado que los microbiomas de las personas que padecen esta enfermedad difieren con los que no, aunque estas investigaciones están aún por esclarecerse.
No obstante, el componente genético o la derivación de otras enfermedades son algunos de los orígenes más frecuentes. El primer caso parece explicar por qué es una enfermedad poco común entre algunos grupos raciales étnicos. En el caso, algunas de las afecciones que pueden originar en este caso están relacionadas con la diabetes tipo 2 y la concentración de grasas en la sangre.
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