Continúa el culebrón de las enfermeras recetando fármacos: "Cada uno tiene sus competencias"

Desde el pasado mes de agosto, las enfermeras pueden recetar medicamentos sujetos a prescripción médica en infecciones urinarias no complicadas en mujeres adultas. Esta es la información que se recoge en la guía redactada por el Ministerio de Sanidad y publicada en el BOE el 19 de agosto y ha desatado la polémica.

Los médicos se han posicionado en contra, al igual que los farmacéuticos, ambos colectivos han anunciado que recurrirán dicha guía. Las enfermeras, por su parte, piden atenerse a la regulación estatal. La cartera dirigida por Mónica García se pronunciaba por primera vez este miércoles asegurando que en ningún caso la finalidad de la medida es "sustituir a los médicos".

"El Consejo General de Enfermería (CGE) recuerda que las normas que regulan la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de las/los enfermeros (RD 954/2015) están vigentes, son fruto del consenso político y profesional y, sin duda alguna, aportan un indudable beneficio al sistema sanitario y pacientes", dice el comunicado del CGE publicado el pasado 9 de septiembre.

"En los últimos días, distintos estamentos médicos han intentado desprestigiar y, en algunos casos, paralizar en los tribunales, la prescripción por parte de enfermeras y enfermeros de algunos medicamentos en áreas en las que los profesionales de enfermería desempeñan un importante rol. Se trata de una prescripción colaborativa con los compañeros médicos que, en ningún caso, como se ha llegado a afirmar, pone en riesgo la salud de los pacientes", continúa el escrito.

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Alimente

Sin embargo, y como se anunciaba más arriba, la postura del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) dista mucho de la del CGE. "En el RD 954/2015 no aparece en ningún caso la palabra prescripción. Se fraguó en un entorno de consenso en 1995 y luego se hicieron unas modificaciones. El RD genera un marco de máximos que se atomiza después en los centros de salud o de urgencias de atención primaria para desarrollar unos protocolos en cada ámbito", explica a este periódico el presidente del CGCOM, Tomás Cobo.

"Pensamos que esa atomización, en este caso concreto de infección del tracto urinario leve en mujeres jóvenes sin antecedentes, puede dar lugar a que se interprete que la enfermera puede recetar un antibiótico y eso es lo que puede generar dudas", añade Cobo.

"La guía puede chocar con la política de restricción del tratamiento antibiótico para no generar resistencia"

En definitiva, al colectivo le preocupa que se "invadan las atribuciones que corresponden únicamente a los médicos", entre los que el presidente incluye el diagnóstico y el tratamiento: "Además, puede chocar con la política de restricción del tratamiento antibiótico (de España, Europa y, en general, el mundo) para no generar resistencia".

También añade que le parece una "paradoja" que desde las sociedades científicas insistan en la importancia de alargar el tiempo de la formación médica especializada para adquirir conocimientos y competencias sobre diagnóstico y tratamiento y que, por otro lado, parezca que se le "resta" importancia al papel de médicos y odontólogos (en su ámbito) en esta situación. "Lo que tenemos que hacer es volver al espíritu original de consenso del RD. Podemos trabajar en colaboración con la enfermería en ese entorno multidisciplinar, yo lo he hecho en mis 32 años de ejercicio, para la indicación, uso y dispensación de productos de uso humano. Ya lo hemos hecho en ostomías o quemaduras.

"Cada uno debe tener las competencias que le corresponden y las de enfermería son, sin ningún lugar a duda, los cuidados y el desarrollo que tendrá en el envejecimiento de la población y desarrollo de las enfermedades crónicas. Pero, en concreto, en el tema de la antibioterapia que es el que ocupa esta guía, nos preocupa que se pueda confundir la prescripción con el uso, indicación y autorización de dispensación. No hay un gran drama, es un debate más científico que administrativo y debemos buscar soluciones, médicos y enfermeros, en beneficio de los pacientes y su seguridad clínica", concluye.

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El Consejo General de Colegios Farmacéuticos se unía este martes a la decisión de recurrir la guía del CGCOM. "Consideramos que la guía presentada atribuye a enfermería competencias propias de otras profesiones sanitarias y por ello la mejor atención a los pacientes se podría ver afectada. Además, remite en algunos aspectos esenciales en cuanto a la participación del médico en todo el proceso a los protocolos y guías específicas que se adopten en las CCAA y centros sanitarios, por lo que no se asegura una regulación homogénea en el ámbito estatal —como exige el Real Decreto 954/2015—, pudiendo variar la necesaria intervención del médico en función del centro sanitario donde se preste la asistencia, además de una notable inseguridad jurídica para todos los afectados", reseñan fuentes del consejo a El Confidencial.

Igualmente, han instado a Sanidad, a través de un comunicado, a aprovechar el desarrollo de instrumentos como estas guías para "impulsar decididamente la práctica colaborativa entre médicos, farmacéuticos y enfermeros": "Es necesaria la atención al paciente desde un enfoque pluridisciplinar, pero siempre desde el pleno respeto de las respectivas competencias de cada una de las profesiones y del marco legal vigente".

Sanidad se pronuncia

A su vez, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha indicado a través de su cuenta de X que el objetivo de la guía no es reemplazar a los médicos: "Adecuar y compatibilizar las funciones a las capacidades de unos profesionales cada vez más y mejor formados no es para sustituir a otras profesiones, es, sobre todo, para mejorar la atención a los pacientes".

Padilla ha respondido así a la Plataforma Contra la Privatización de los Centros de Salud de Atención Primaria Madrid, que apuntaban a que "en la vida real las enfermeras no quieren hacer nada de eso" y que es todo fruto de la "falta de médicos".