Cómo ayudar a los niños y adolescentes a dormir lo que necesitan, según Harvard
Según las recomendaciones de los expertos, lo mejor es tener un ambiente que favorezca el descanso, sin muchos ruidos o estímulos en las horas previas y limitando el consumo de cafeína en los más mayores
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El descanso adecuado es esencial para el desarrollo de niños y adolescentes, quienes necesitan una cantidad considerable de horas de sueño para garantizar un correcto desarrollo físico y mental. Sin embargo, la llegada de los horarios escolares tras las vacaciones de verano suele desajustar los patrones de los más jóvenes, quienes han disfrutado de jornadas más relajadas durante los meses estivales.
Este cambio brusco puede afectar su capacidad para dormir lo suficiente y, por lo tanto, influir en su rendimiento académico y bienestar general. Según los expertos de Harvard, establecer rutinas claras y adecuadas para el regreso a las aulas es clave para ayudar a los niños a recuperar el equilibrio necesario en sus horas de descanso.
Los especialistas han compartido una serie de consejos esenciales que pueden ser de gran ayuda para los padres a la hora de crear un ambiente propicio para que sus hijos duerman mejor y logren descansar lo que realmente necesitan. Entre ellas, establecer una rutina de sueño constante y regular es esencial, lo que implica fijar horarios de acostarse y despertarse que se mantengan estables.
Rutina de sueño
La cantidad de sueño que requiere una persona varía según la edad. Los más pequeños, entre 3 y 5 años, necesitan entre 8 y 10 horas diarias de sueño, mientras que los adolescentes están programados biológicamente para necesitar menos tiempo y dormirse y despertarse más tarde. Durante los fines de semana, puede hacerse alguna excepción, pero sin dejar que varíe notoriamente con la rutina de descanso.
Según las recomendaciones de los expertos, lo mejor es tener un ambiente que favorezca el descanso, sin muchos ruidos o estímulos en las horas previas y limitando el consumo de cafeína en los más mayores. Además, es beneficioso que las pantallas se apaguen dos horas antes de irse a dormir. Con los niños no habrá tanto problema en este sentido, pero es común que los adolescentes se opongan a esta medida.
Los padres deben ser conscientes de la importancia de un horario de sueño regular. Las investigaciones de Harvard muestran que los niños y adolescentes que se acuestan y se levantan a la misma hora todos los días, incluidos los fines de semana, desarrollan patrones más saludables. Dormir bien no solo es importante para su desarrollo físico, sino también para su salud mental. La falta de descanso puede llevar a problemas como la irritabilidad, dificultades de concentración, así como una mayor propensión a sufrir enfermedades.
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El descanso adecuado es esencial para el desarrollo de niños y adolescentes, quienes necesitan una cantidad considerable de horas de sueño para garantizar un correcto desarrollo físico y mental. Sin embargo, la llegada de los horarios escolares tras las vacaciones de verano suele desajustar los patrones de los más jóvenes, quienes han disfrutado de jornadas más relajadas durante los meses estivales.