¿Cómo afectan las saunas a tu corazón? Esto es lo que dice la ciencia

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Las saunas, una tradición milenaria con origen en culturas como la finlandesa, romana o japonesa, no solo son conocidas por su capacidad de relajarnos, sino también por sus beneficios para la salud cardiovascular. Y es que, según la ciencia, disfrutar de una buena sesión de sauna podría hacer mucho más por tu corazón de lo que imaginas.

Diversos estudios respaldan la idea de que los baños de sauna regulares pueden reducir significativamente el riesgo de sufrir problemas cardíacos. De hecho, una investigación reveló que los hombres que iban a la sauna entre 4 y 7 veces por semana tenían un menor riesgo de sufrir eventos cardíacos, como infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares, en comparación con quienes lo hacían con menos frecuencia.

Este efecto positivo sobre el corazón parece estar relacionado con la capacidad del calor para dilatar los vasos sanguíneos, lo que facilita el flujo sanguíneo y reduce la resistencia vascular. Según el mencionado estudio, este proceso es similar al que ocurre durante el ejercicio aeróbico: el corazón late más rápido y el cuerpo trabaja para enfriarse, lo que a largo plazo mejora la salud cardiovascular.

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Además de beneficiar al corazón, las saunas también parecen ayudar a controlar la hipertensión. Un estudio publicado en el American Journal of Hypertension encontró que las personas que usaban saunas con regularidad tenían un menor riesgo de desarrollar presión arterial alta.

Las personas que deberían evitar las saunas

¿Pero son las saunas aptas para todos? En general, se consideran seguras para la mayoría de las personas, incluso para aquellas con problemas cardíacos estables. Sin embargo,la ciencia subraya algunas excepciones: quienes padezcan afecciones como angina inestable o hayan sufrido un infarto de miocardio reciente deberían evitarlas, al menos sin supervisión médica.

Además, las mujeres embarazadas y las personas con problemas de deshidratación también deben tener precaución, ya que el calor intenso puede agravar estas condiciones.

Si bien tener una sauna en casa no es el escenario más normal, cada vez son más populares en gimnasios y spas. Y no es de extrañar: no solo son una fuente de bienestar mental, sino también una herramienta eficaz para mantener el corazón en forma. Eso sí, no olvides mantenerte hidratado y seguir las recomendaciones de tiempo para aprovechar al máximo sus beneficios sin comprometer tu salud