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Hallan 3.000 sustancias tóxicas en humanos procedentes de envases: "Los materiales no son totalmente seguros"
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Investigación sobre envoltorios

Hallan 3.000 sustancias tóxicas en humanos procedentes de envases: "Los materiales no son totalmente seguros"

Una nueva investigación pone de manifiesto las consecuencias de consumir productos alimentarios envueltos

Foto: (iStock)
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Un nuevo estudio pone de manifiesto la exposición de las personas a sustancias químicas. En concreto, los investigadores de este análisis han identificado en humanos (a través de muestras como sangre, orina o leche materna) un total de 3.601 de estas sustancias utilizadas en envases de alimentos y otros artículos directamente en contacto con comida, lo que evidencia que estos materiales "no son totalmente seguros". Expertos independientes destacan la relevancia que pueden tener estos resultados en diferentes campos, como la medicina, la química o la salud pública.

Para este trabajo, publicado este martes en Journal of Exposure Science and Environmental Epidemiology, los autores han comparado más de 14.000 sustancias químicas en contacto con alimentos con datos de cinco programas diferentes de biomonitoreo humano, tres bases de datos y literatura científica. Los resultados identificaron 3.601 de estas sustancias en personas, es decir, el 25% de las sustancias conocidas hasta el momento.

De entre los grupos detectados se encuentran algunos como bisfenoles, ftalatos, o metales. Además, recuerdan que existen “lagunas” significativas en los datos de biomoniteoreo y toxicidad.

“Este trabajo pone de relieve el hecho de que los materiales en contacto con alimentos no son totalmente seguros, aunque cumplan con la normativa, porque transfieren sustancias químicas peligrosas conocidas a las personas”, explica Jane Muncke, coautora del estudio. Como consecuencia, estos científicos plantean que esta nueva base de pruebas sea utilizada para mejorar la seguridad de todo material en contacto con estos productos.

Foto: Investigadores estudiando los efectos del BPA. (EFE/Raúl Martínez)

Además, los científicos ponen el foco en otras sustancias de las que, a pesar de que pasan del envase a los productos, se conoce poco sobre su presencia, como los antioxidantes sintéticos y los oligómeros: “Están en gran medida ausencia en los programas de seguimiento. El conocimiento sobre el metabolismo, destino y efectos es, por lo general, escaso”, denuncia Ksenia Groh, que forma parte del Instituto Federal Suizo de Ciencia y Tecnología Acuáticas. Paralelamente, el estudio denuncia peligros potenciales de muchas sustancias que no se han investigado lo suficiente.

Herramienta científica para regulaciones de seguridad

Miguel Motas, profesor de Toxicología en el Departamento de Ciencias Sociosanitarias de la Universidad de Murcia, encuentra en este estudio una herramienta que puede ser aprovechada por otros científicos que respondan a las "lagunas evidenciadas" respecto a algunos compuestos y su toxicidad. “También puede ser utilizada para nuevas regulaciones, así como para el desarrollo de alternativas más seguras que protejan al consumidor”, resume en declaraciones a Science Media Centre España.

Desde el Instituto del Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), el catedrático de Salud Pública Miquel Porta sostiene que a través de este análisis se ha sistematizado conocimientos “insoslayables” para la sociedad, para un espectro muy amplio de investigadores - que incluyen a los centrados en fisiología humana y medicina, materiales, química y salud pública - así como instituciones encargadas de disminuir la contaminación interna.

“Aunque falta más conocimiento, disponemos del suficiente para mitigar la migración y transferencia de múltiples sustancias tóxicas desde los envases a los alimentos y al interior de nuestro cuerpo. Esa mitigación apenas está al alcance de cada individuo: requiere políticas empresarias y políticas”, recuerda Porta.

Un nuevo estudio pone de manifiesto la exposición de las personas a sustancias químicas. En concreto, los investigadores de este análisis han identificado en humanos (a través de muestras como sangre, orina o leche materna) un total de 3.601 de estas sustancias utilizadas en envases de alimentos y otros artículos directamente en contacto con comida, lo que evidencia que estos materiales "no son totalmente seguros". Expertos independientes destacan la relevancia que pueden tener estos resultados en diferentes campos, como la medicina, la química o la salud pública.

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