Incapacidad permanente absoluta: estas son las enfermedades que se incluirían en este grado
Es una de las categorías más severas en el ámbito laboral, ya que inhabilita a una persona para cualquier tipo de profesión u oficio, sin importar su naturaleza
- Estos son los casos en los que pueden denegarte una incapacidad permanente
- Qué es la pensión por incapacidad permanente total: cuánto se cobra, requisitos y cómo solicitar
La incapacidad permanente absoluta es una de las categorías más severas en el ámbito laboral, ya que inhabilita a una persona para cualquier tipo de profesión u oficio, sin importar su naturaleza. Este grado de incapacidad reconoce que el trabajador, tras haber recibido tratamiento médico, presenta secuelas que le impiden continuar con cualquier actividad laboral.
En caso de que la situación se agrave y el afectado necesite la asistencia de otra persona para los actos más esenciales de la vida, tales como vestirse, desplazarse o comer, la prestación de la Seguridad Social pasaría a considerarse de gran invalidez y la cuantía se vería incrementada. Para acceder a la incapacidad permanente absoluta los beneficiarios no pueden haber cumplido 67 años de edad, o 65 años cuando se acrediten treinta y ocho años y seis meses de cotización, o no reunir los requisitos exigidos para acceder a la pensión de jubilación contributiva del Sistema, siempre que la incapacidad derive de contingencias comunes.
Así, a partir de los 65 años las pensiones de incapacidad permanente pasarán a denominarse pensiones de jubilación, "sin que esta nueva denominación implique modificación alguna respecto de las condiciones de la prestación que se venga percibiendo, ni alteración del régimen jurídico de las prestaciones que puedan derivarse de ellas", como explica la Seguridad Social.
Este cambio de denominación también supone que no se aplicará retención alguna por el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas en las pensiones de incapacidad permanente absoluta y gran invalidez.
Enfermedades
En cuanto a las enfermedades causantes de la incapacidad permanente absoluta, no existe una lista oficial de la Seguridad Social pero en base a los casos reales se pueden determinar cuáles son las más comunes que dan acceso a la prestación. Los expertos de Fidelitis señalan algunas de las patologías más habituales que han sido reconocidas por el EVI (Equipo de Valoración de Incapacidades):
- Depresión
- Trastorno bipolar
- Linfoma cerebral
- Esclerosis sistémica difusa
- Trasplante renal
- Espondiloartrosis lumbar
Estas enfermedades no siempre derivan en una incapacidad permanente absoluta, ya que esto va a depender de las secuelas del paciente, por lo que también pueden ser la causa de la ayuda económica de grados menos severos (parcial y total). Entre las patologías más comunes que permiten acceder a una incapacidad permanente se encuentran aquellas que afectan a diversas especialidades médicas como la reumatología, neurología, cardiología y psiquiatría. Entre ellas destacan la artritis reumatoide, la enfermedad de Alzheimer, la esclerosis múltiple y la fibromialgia.
También son reconocidos como causantes de esta situación algunas enfermedades respiratorias, como el EPOC y el enfisema pulmonar, además de ciertos tipos de cáncer. En cuanto a los trastornos mentales, afecciones como la depresión, la esquizofrenia y la ansiedad pueden ser motivo para solicitar esta prestación, sobre todo si alteran significativamente la capacidad laboral del afectado.
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La incapacidad permanente absoluta es una de las categorías más severas en el ámbito laboral, ya que inhabilita a una persona para cualquier tipo de profesión u oficio, sin importar su naturaleza. Este grado de incapacidad reconoce que el trabajador, tras haber recibido tratamiento médico, presenta secuelas que le impiden continuar con cualquier actividad laboral.
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