Donaciones altruistas que salvan vidas: alguien necesita tu médula en la otra punta del mundo
Cada año 6.000 personas son diagnosticadas de leucemia en España y muchas necesitarán un trasplante de médula ósea para superar la enfermedad. Tres de cada cuatro pacientes no tendrá un familiar compatible
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Son las ocho de la mañana y el personal de aféresis del Hospital 12 de Octubre espera a Roberto. Hace algo más de tres años que este joven de 29 se hizo donante de médula durante un reconocimiento médico de su trabajo. Un día del pasado mes de junio sonó su teléfono: algún paciente, puede que de la otra punta del mundo, necesitaba su médula.
"Me acordaba de que estaba inscrito como donante y me sentí bien tras la llamada porque iba a ayudar a una persona", confiesa Roberto. Tras firmar unos papeles, las enfermeras le llevan hasta la cama en la que pasará las próximas cuatro horas. Le hacen un análisis de sangre y le preguntan si se ha encontrado mal estos días, ya que ha tenido que pincharse una medicación con el fin de estimular el número de células madre hematopoyéticas en el torrente sanguíneo. "He pasado mala noche, me dolía la cabeza, tenía palpitaciones y mucho dolor lumbar", cuenta.
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Mientras Roberto está sentado, las enfermeras van preparando el material. Tendrá dos accesos venosos; uno recogerá su sangre, que irá a una máquina que la centrifugará y separará los elementos de su composición cogiendo las células madre, y el resto volverá al torrente sanguíneo de Roberto por el otro brazo. Se escucha un pitido porque el donante no está moviendo la mano. "Tiene que estar relajado", aseguran las enfermeras mientras encienden la televisión para poner Aquí No Hay Quién Viva y que se distraiga.
En una sala contigua está Rodrigo Íñiguez García, facultativo hematólogo de la unidad de aféresis (técnica mediante la cual se separan los componentes de la sangre). Según comenta, realizan tres o cuatro procesos terapéuticos y unas dos colectas diarias. Aclara que lo ideal es que el donante solo tenga que desplazarse un día al hospital: "Hay veces que si no llegamos al objetivo de las células totales hace falta una segunda colecta".
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Cuando termine Roberto, se le pondrá una etiqueta a la bolsa que contenga su material y se llevará a la nevera para que al día siguiente la recoja el mensajero y la envíe al destino final que el donante nunca sabrá, porque es un proceso anónimo, altruista, voluntario y universal. En cuanto al tiempo que puede transcurrir desde la extracción hasta que el paciente reciba la médula, el hematólogo explica que siempre intentan que la infusión sea "en fresco", es decir, que las células estén refrigeradas, pero no congeladas: "Si mañana viajan y llegan por la tarde, al día siguiente por la mañana habría que infundirlas. Si pasan solo 24 horas, mejor que 48". De hecho, insiste en que si la donación es familiar y el paciente está ingresado, siempre se infunde al día siguiente.
Actualmente, más del 50% de las donaciones cruzan fronteras y ocho de cada diez donantes lo hacen por el método de aféresis. La otra forma de recolección de médula ósea es una cirugía menor que se lleva a cabo bajo anestesia general para extraerla de la parte trasera de los huesos pélvicos. "Es un proceso más invasivo, pero no es habitual. En el año que llevo aquí no se ha hecho", asegura Íñiguez.
La importancia de hacerse donante
Cada año 6.000 personas son diagnosticadas de leucemia en España y muchas necesitarán un trasplante de médula ósea para superar la enfermedad. Tres de cada cuatro pacientes no tendrá un familiar compatible.
Fue el caso de Concha, diagnosticada con leucemia mieloide aguda en mayo de 2023, sus médicos decidieron que la mejor opción para ella era el trasplante. Hicieron pruebas a algunos familiares, pero al final su donación fue no emparentada. "El tema de encontrar donante me generaba cierta inquietud", manifiesta. Igualmente, recuerda que las visitas previas al trasplante fueron "muy exigentes". A principios de octubre la ingresaron y estuvo en aislamiento durante todo el proceso: "Tuve dos episodios de fiebre. Fue muy duro, pese a que no surgió ningún otro problema. Cuando salí estaba frágil". Por suerte, poco después sus biopsias de médula resultaron en "remisión completa".
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A esta oncóloga ginecológica de 63 años, que ya había pasado un cáncer de ovario en 2020, le ayudaba pensar en los casos de éxito de sus pacientes: "Siempre les decía que no hay que hundirse pensando en el diagnóstico, hay que pensar en ir a por esa oportunidad de tratamiento. Pasar estos procesos me ha impulsado a ayudarlas incluso más". "Los donantes salvan vidas, aunque no le conozca, yo tengo al mío presente todos los días y me encantaría poder abrazarle", finaliza.
Su hematóloga en el Hospital Ramón y Cajal, Anabelle Chinea, que tenía una relación especial con Concha porque eran compañeras de trabajo, coincide en la importancia de las donaciones altruistas: "Son oportunidades de vida para otras personas. Las esperas son muy importantes, cuanto antes se reciba la médula, mejor".
Asimismo, describe las posibles complicaciones que pueden sufrir los pacientes durante el trasplante: "Puede haber infecciones, toxicidades asociadas a la quimioterapia o el acondicionamiento, daño endotelial, como neumonía idiopática o microangiopatía trombótica. Después pueden acontecer otros problemas, como la enfermedad de injerto contra receptor, que es la más frecuente".
El avance a lo largo de los años
Para el doctor Juan Diego Rodríguez Gambarte, responsable de Aféresis y Coordinación Donantes Efectivos Médula Ósea de la Comunidad de Madrid, en los últimos años ha crecido la necesidad de donantes no familiares por la situación demográfica: "Las dinámicas poblacionales indican que las familias cada vez tienen menos hijos, es decir, que no tenemos tantos hermanos. Entonces, si un paciente desarrolla una necesidad por una enfermedad hematológica cuya única opción curativa es un trasplante de médula y no tiene familiares compatibles, lo necesitará de otra persona y cuantos más donantes se registren, más probabilidades habrá de encontrar compatibilidad".
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En España, el Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO), que gestiona la Fundación Josep Carreras, ya ha alcanzado el medio millón de donantes inscritos. A nivel mundial hay 40.860.155, cifra que aumentó un 2% en 2023, y España ocupa la 13ª posición internacional y la 6ª en Europa. "En los primeros ocho meses de 2024, se han inscrito en el REDMO 20.872 personas, un 50% más que en el mismo periodo del año anterior", reseñaba la ministra de Sanidad, Mónica García, en un acto durante el pasado miércoles. Además, desde hace 32 años que se creó el registro, se han coordinado más de 13.500 trasplantes de médula ósea.
García también anunció que la Organización Nacional de Trasplantes trabaja ya con la Fundación Josep Carreras, las comunidades o las asociaciones de pacientes, entre otros, para redactar una nueva estrategia. Respecto dónde puede inscribirse una persona para ser donante, existe un listado de los centros por comunidades autónomas.
¿Quién puede ser donante?
Como informa en su página web la fundación Carreras, en términos generales, puede ser donante no emparentado de progenitores hematopoyéticos "toda persona sana desde los 18 años y hasta los 60 años, siempre que no padezca ninguna enfermedad susceptible de ser transmitida al receptor y que tampoco padezca ninguna enfermedad que pueda poner en peligro su vida por el hecho de la donación".
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Sin embargo, aclaran que, a partir de 2018, solo se incluyen en el registro nuevos donantes con edades entre 18 y 40 años: "Se debe al objetivo de rejuvenecer y optimizar la composición de nuestro registro de donantes, ya que los donantes más jóvenes (menores de 40 años) son los más solicitados y con los que se obtienen mejores resultados clínicos en los pacientes que se trasplantan".
Son las ocho de la mañana y el personal de aféresis del Hospital 12 de Octubre espera a Roberto. Hace algo más de tres años que este joven de 29 se hizo donante de médula durante un reconocimiento médico de su trabajo. Un día del pasado mes de junio sonó su teléfono: algún paciente, puede que de la otra punta del mundo, necesitaba su médula.