Estas son las verdaderas causas del aumento del ictus en España, según la ciencia (y no son ni comer mal ni no hacer deporte)
El ictus es una de las principales causas de enfermedad y muerte en España. Nuevos estudios revelan que podría haber nuevas causas de esta dolencia
El ictus, una de las principales causas de mortalidad y discapacidad en España, está registrando un preocupante aumento de casos en las últimas décadas. Aunque a menudo se asocian estos episodios cerebrovasculares a factores como la mala alimentación o la falta de ejercicio, la ciencia revela que existen otros elementos, menos obvios, que están desempeñando un papel fundamental en este incremento. Según un estudio reciente publicado en The Lancet Neurology, la contaminación del aire, las olas de calor y factores metabólicos están detrás de este preocupante repunte.
Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es la fuerte relación entre la contaminación del aire y los accidentes cerebrovasculares. De hecho, las micropartículas contaminantes, tan vinculadas a problemas respiratorios, están ahora también bajo el foco como un factor clave en los problemas cerebrovasculares. La contaminación atmosférica es responsable del 14% de las muertes y discapacidades por hemorragia subaracnoidea, un tipo de ictus particularmente mortal. Según los autores del informe, la contaminación tiene un impacto comparable al del tabaquismo, algo que no había recibido tanta atención hasta ahora.
La relación entre ictus y calor
Además de la contaminación, las temperaturas extremas están contribuyendo al aumento de estos episodios. Desde 1990, se ha registrado un aumento del 72% en los casos de ictus relacionados con olas de calor, un dato alarmante que, según el Estudio de la Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo , continuará en ascenso debido al cambio climático. Las altas temperaturas afectan directamente a la salud cardiovascular, y es especialmente preocupante para las personas mayores y aquellas con enfermedades preexistentes, como la hipertensión.
A esto se suman los llamados "factores de riesgo metabólicos", que incluyen la obesidad y la hipertensión mal controlada. Aunque estos problemas pueden relacionarse con los hábitos de vida, el estudio destaca que las políticas públicas juegan un papel crucial en su prevención. El envejecimiento de la población también es un factor importante a tener en cuenta. A medida que la esperanza de vida aumenta, los ictus se vuelven más comunes en personas de edad avanzada, lo que, combinado con una mayor exposición a factores ambientales nocivos, crea un cóctel perfecto para incrementar los casos.
Aunque la ciencia sigue destacando la importancia de llevar una vida activa y mantener una dieta equilibrada, el impacto de estos factores ambientales y metabólicos sugiere que necesitamos ir más allá en la prevención del ictus. Los expertos subrayan la urgencia de adoptar medidas a nivel global para reducir la contaminación y mitigar los efectos del cambio climático, así como de mejorar el acceso a la atención médica y el control de la hipertensión, especialmente en los países con menos recursos.
El ictus, una de las principales causas de mortalidad y discapacidad en España, está registrando un preocupante aumento de casos en las últimas décadas. Aunque a menudo se asocian estos episodios cerebrovasculares a factores como la mala alimentación o la falta de ejercicio, la ciencia revela que existen otros elementos, menos obvios, que están desempeñando un papel fundamental en este incremento. Según un estudio reciente publicado en The Lancet Neurology, la contaminación del aire, las olas de calor y factores metabólicos están detrás de este preocupante repunte.