Uno de cada tres mayores de 30 años la sufren: qué es la nicturia, el problema que no te deja dormir por las noches

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Es común que, tras una dura jornada de trabajo, lo único en lo que pensemos es en llegar a nuestros hogares y descansar para recuperar fuerzas y desconectar del resto del día. Sin embargo, son muchos los que, a partir de cierta edad, desarrollan una necesidad imperiosa de levantarse durante la noche para ir al baño, resultando en una sensación difícil de controlar.

Esta es una de las situaciones que se dan con mayor frecuencia en personas de edad avanzada. Sin embargo, puede ocurrirles con cierta regularidad a usuarios que dispongan de una edad a partir de los 30 años, siendo más usual en individuos jóvenes de lo que pueda parecer en un primer momento, obligándolos a acudir al servicio durante varias ocasiones a lo largo de su periodo de descanso nocturno.

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Estos suelen ser casos muy comunes de nicturia. Se trata de uno de los trastornos del sistema urinario más molestos. Consiste en una afección médica que provoca que las personas que lo padecen tengan que levantarse por las noches para aliviar su necesidad de orinar. Esta suele afectar a más de la mitad de la población que supera los 65 años de edad y a un tercio de los usuarios que se encuentran en la treintena.

Origen y tratamientos

La nicturia puede disponer de diferentes orígenes. Uno de los más comunes es la de consumir grandes cantidades de líquido antes de irse a dormir. No obstante, tomar alcohol o bebidas con cafeína en un horario nocturno, además de tomar medicamentos de carácter diurético con regularidad, también se sitúan como las principales causas. Sin embargo, esta también se puede desarrollar como un hábito.

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Si esta circunstancia nos resulta un verdadero inconveniente en nuestro día a día, podemos tomar ciertas medidas para reducir sus efectos. Una de las más comunes pasa por reducir de manera considerable el hábito de tomar bebidas con cafeína, siendo la más representativa el café, debido a sus efectos diuréticos.

Otro de los principales motivos de la aparición de esta afección viene derivado de los problemas en el suelo pélvico, en el que la incontinencia es uno de sus efectos más frecuentes. Es por ello que llevar a cabo ejercicios terapéuticos dedicados a esta parte del cuerpo puede ser una solución muy viable. Un ejemplo de ello son los ejercicios de Kegel, en el que contraer y relajar los músculos pélvicos puede contribuir a una disminución de la nicturia.