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Cuando los antibióticos afectan al estómago: ¿se puede remediar?
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EFECTOS SECUNDARIOS

Cuando los antibióticos afectan al estómago: ¿se puede remediar?

Uno de los efectos secundarios de los antibióticos es el malestar gastrointestinal que provocan, con síntomas como náuseas, diarrea, malestar general o dolor abdominal

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Sucede a menudo que cuando se consumen antibióticos el estómago se resiente provocando náuseas, diarrea, malestar general, distensión abdominal o dolor abdominal. En algunos casos, incluso, pueden causar alteraciones en la regularidad intestinal o producir gases.

Las razones de estas molestias gastrointestinales tan frecuentes tienen que ver con que los antibióticos, “además de combatir las bacterias patógenas, también afectan a la microbiota intestinal, que es el conjunto de bacterias ‘buenas’ que viven en nuestro sistema digestivo”, en palabras de Javier Solera Rallo, especialista en Medicina Interna en el Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid.

Conviene recordar que la microbiota es fundamental para la digestión, la absorción de nutrientes y el mantenimiento de una barrera protectora contra microorganismos dañinos. Al alterar este equilibrio, los antibióticos pueden provocar los síntomas descritos, “ya que el sistema digestivo pierde temporalmente parte de su capacidad para funcionar de manera óptima”, recalca el experto.

La buena noticia es que, aunque suelen ser molestos y habituales, como afirma Solera Rallo, “generalmente no son graves y desaparecen al finalizar el tratamiento”. Aunque advierte que, en caso de que “los síntomas sean muy intensos, es recomendable consultarlo con el médico”.

¿Debo suspender el tratamiento’

La respuesta es no, salvo que se haya consensuado con un facultativo. Él será quien nos oriente sobre posibles alternativas, como cambiar el medicamento o ajustar la dosis, pero “interrumpir el tratamiento sin indicación puede tener consecuencias graves y favorecer el desarrollo de resistencias bacterianas”, advierte el especialista.

De cualquier modo, hay una serie de recomendaciones que se pueden poner en práctica para tratar de atajar este malestar. Por ejemplo, siempre que el medicamento lo permita, ingerirlo en las comidas, “ya que esto puede reducir la irritación en el tracto digestivo”.

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(Pexels / Sora Shimazaki)

El experto también recomienda “mantenerse bien hidratado y evitar alimentos que puedan irritar aún más el intestino, como comidas muy grasas o picantes. Si los síntomas persisten, el médico podría recomendar algún tratamiento adicional para mejorar el confort digestivo”.

¿Y si me tomo algo antes, por si acaso?

Solera Rallo responde: “No se recomienda el uso rutinario de los llamados ‘protectores gástricos’ junto con antibióticos, ya que no previenen específicamente los efectos secundarios a nivel intestinal”. En cuanto al uso de probióticos, “algunos estudios indican que podrían ayudar a prevenir la diarrea relacionada con los antibióticos, pero no se aconseja su uso generalizado sin la indicación de un médico”.

Es recomendable mantenerse bien hidratado y evitar alimentos que pueden irritar el estómago, como comidas grasas o picantes.

Los yogures son otro alimento recomendado popularmente con el objetivo de contrarrestar el malestar gastrointestinal provocado por los antibióticos. “Pueden ser una buena fuente de bacterias beneficiosas y contribuir a la salud intestinal, pero no se recomiendan de forma rutinaria ni sustituyen el uso de probióticos formulados específicamente para este fin”, concluye Solera Rallo.

¿Todos los antibióticos producen molestias?

Aunque es cierto que estos síntomas se producen con frecuencia, no sucede con cada tratamiento de antibióticos que se suministra. La razón es que no todos los medicamentos son iguales y que la aparición de malestar gastrointestinal depende de varios factores.

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El especialista en Medicina Interna señala, entre otros, “el tipo de antibiótico, ya que algunos son más agresivos para el microbiota intestinal que otros. También influyen la dosis, la duración del tratamiento, la vía de administración y las características individuales de cada persona, como su sensibilidad digestiva previa o el estado de su microbiota”.

Sucede a menudo que cuando se consumen antibióticos el estómago se resiente provocando náuseas, diarrea, malestar general, distensión abdominal o dolor abdominal. En algunos casos, incluso, pueden causar alteraciones en la regularidad intestinal o producir gases.

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