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¿Crees que vas a vivir hasta los 100 años?: "La mayoría de personas no debería planteárselo"
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estudio publicado en nature aging

¿Crees que vas a vivir hasta los 100 años?: "La mayoría de personas no debería planteárselo"

Una nueva publicación advierte de que quizás hay que orientar la salud pública de manera diferente y asegura que la esperanza de vida "natural" para los seres humanos se sitúa en el rango de los 30 a los 60 años

Foto: Tarta de cumpleaños. (iStock)
Tarta de cumpleaños. (iStock)

"Al contrario de lo que nos han contado, la mayoría de las personas no deberían plantearse vivir hasta los 100 años". Parece que el futuro de la longevidad se tambalea y así lo demuestra un nuevo estudio publicado este lunes en la revista Nature Aging. Este documento podría cambiar la perspectiva de la salud pública, tal y como indica a este periódico su autor principal, el científico Stuart Jay Olshansky: "Debemos centrarnos en el aumento de la prolongación de la salud en lugar de alargar vida. Esto significa que la medicina debe reorientarse un poco".

A esta conclusión ha llegado el equipo de la Universidad de Illinois (Chicago), dirigido por Olshansky, después de tres años de investigación: "Los fondos de pensiones y las compañías de seguros deben pensar detenidamente en sus previsiones sobre el futuro de la longevidad".

Las tasas aceleradas de aumento de la esperanza de vida observadas en el siglo XX se han desacelerado, especialmente tras el 2010. De hecho, desde 1990 únicamente ha aumentado seis años y medio.

Además, el científico resalta que los seres humanos "no hemos sido dotados con nuestro nivel actual de longevidad": "Nuestra esperanza de vida natural se sitúa en el rango desde los 30 a los 60 años. Esto significa que la gran mayoría de la población que hoy vive más de 60 años lo hace gracias a un tiempo de supervivencia creado por la medicina, porque su poder para prolongar la vida es extraordinario".

Foto: Pruebas realizadas de la aplicación tecnológica. (Fundación Intras)

Califica así a estas intervenciones médicas destinadas a reducir enfermedades como "parches temporales": "Como predijimos en 1990, iba a decrecer la longevidad". Pero, ¿cuál es la razón de que esto ocurra? Pues Olshansky cuenta que vivir más tiempo significa que nos estamos exponiendo a la "fuerza inmutable del envejecimiento biológico": "Ya se ha convertido en el factor de riesgo de muerte dominante en los países de renta alta".

Igualmente, añade que pocas personas les creyeron cuando expusieron ese argumento hace 34 años: "Decían que la medicina avanzaría a una velocidad vertiginosa y la esperanza de vida la acompañaría. Nosotros confirmamos que ocurrirá lo primero, pero no lo segundo". De esta manera, el estudio está basado en 30 años de datos de diez poblaciones con una renta y longevidad altas: "Nuestra predicción se ha cumplido y que el periodo de rápido aumento de la esperanza de vida ha terminado".

Foto: Pensionistas. (Pixabay)

"Ha llegado el momento de dedicar nuestra atención a la mejora de la salud, no de la vida. Este documento también representa la evidencia empírica más sólida que apoya la necesidad de ralentizar el envejecimiento, porque las tiritas que estamos creando ahora pueden producir una expansión de nuestra esperanza de vida, especialmente si nos hacen vivir más tiempo y más profundamente en la zona roja del envejecimiento, donde dominan la fragilidad y la discapacidad", comenta.

La publicación explica que en 1928, el científico Louis Dublin recogió cuánto se podría reducir la mortalidad en los humanos y le dio como resultado 64,75 años de esperanza de vida. En 1952, Bourgeois-Pichat estimó que la esperanza de vida máxima era 76,3 para hombres y 78,2 para mujeres. Por su parte, Siegel estimó en 1980 los máximos en 73,8 para los hombres y 79,4 para las mujeres. En 2008, Vallin y Meslé estimaron la esperanza de vida máxima bajo condiciones óptimas en 84,4 para hombres y 88,9 para mujeres. En 2019, Canudas-Romo concluyó que la esperanza de vida máxima era de 84,4 años para los hombres y 90,8 para las mujeres, aunque existen diferencias matizadas entre esta última estimación y otras.

Foto: Foto de archivo de Matilda Kubany-Dean diagnosticada con cáncer a los 21 años, en un hospital de Australia. (EFE/Mick Tsikas)

Para terminar, el científico dice que lo que vivimos ahora es "más o menos" lo que viviremos en el futuro: "Recordemos que la mayor parte del tiempo de supervivencia de los últimos 70 años ha sido impulsado por la medicina, el cuerpo humano no estaba dotado de la longevidad que experimentamos ahora. La capacidad de la medicina para fabricar más tiempo debe ralentizarse mientras el envejecimiento se interponga en el camino del progreso, y cada vez lo hace más con el modelo de enfermedad. Este colectivo probablemente no entiendan ni crean esto porque no es así como funcionan sus mentes".

"Piensan que pueden generar para siempre más tiempo de supervivencia. Sin embargo, una vez que nos damos cuenta de que la mayor parte de la supervivencia hasta edades avanzadas es un producto de nuestra propia creación y no algo con lo que hayamos nacido, ya tenemos la razón por la que la prolongación de la vida sana debe ser nuestro principal objetivo en el futuro. Ahí es donde entra en escena la gerociencia (disciplina que busca comprender todos los mecanismos biológicos que hacen del envejecimiento un factor de riesgo importante de enfermedades cónicas en la vejez), porque es la única que puede ayudarnos a salir del callejón sin salida en el que nos hemos metido. Los estilos de vida poco saludables son la forma más rápida de acortarla", concluye.

La situación en España

Por su parte, el Ministerio de Sanidad ha lanzado un informe que asegura que la esperanza de vida en España todavía no alcanza los niveles previos a la pandemia: "En 2022, la esperanza de vida al nacer en España fue de 83,1 años, 80,3 en hombres y 85,8 en mujeres. Si bien esto representa un aumento con respecto a 2020, aún no se alcanzan las cifras de 2019, cuando la esperanza de vida se situaba en 83,5 años".

"La pandemia de covid causó un importante descenso de 1,5 años en la esperanza de vida en 2020. En 2021 y 2022 se observó una recuperación, aunque la esperanza de vida en 2022 se situó 0,8 años por debajo de la de 2019. Este impacto se debe a la alta mortalidad registrada durante la crisis sanitaria, que afectó especialmente a las personas mayores", manifiestan.

"Al contrario de lo que nos han contado, la mayoría de las personas no deberían plantearse vivir hasta los 100 años". Parece que el futuro de la longevidad se tambalea y así lo demuestra un nuevo estudio publicado este lunes en la revista Nature Aging. Este documento podría cambiar la perspectiva de la salud pública, tal y como indica a este periódico su autor principal, el científico Stuart Jay Olshansky: "Debemos centrarnos en el aumento de la prolongación de la salud en lugar de alargar vida. Esto significa que la medicina debe reorientarse un poco".

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