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"Los hombres creen que si les meten un dedo pierden su masculinidad, pero es muy erógeno"
  1. Bienestar
Entrevista con cecilia martín

"Los hombres creen que si les meten un dedo pierden su masculinidad, pero es muy erógeno"

Conexión emocional, contacto físico y fantasías sexuales. Cecilia Martín, psicóloga experta en sexualidad, cuenta en su libro 'Amor Orgásmico' las claves para recuperar la chispa en la cama

Foto: La psicóloga experta en sexualidad, Cecilia Martín, posa para EC. (A. B.)
La psicóloga experta en sexualidad, Cecilia Martín, posa para EC. (A. B.)

"No sé si he llegado al orgasmo alguna vez. He notado cosas, pero no sé si era o no". Esta es una de las frases que escucha la psicóloga clínica, experta en terapia sexual y de pareja, Cecilia Martín (1978, Cáceres) asiduamente en sus sesiones como terapeuta de pareja. En su nuevo libro, Amor Orgásmico (Vergara, 2024), la directora del Instituto de Psicología Psicode, se adentra en el mundo de la sexualidad.

Según comenta, el libro está pensado para acabar con los prejuicios, con el objetivo de ganar libertad, explorando y disfrutando de la sexualidad: "Es una invitación a embarcarte en un viaje de autodescubrimiento en el que aprenderás a empoderarte y deshacerte de los bloqueos mentales y emocionales que te inhiben".

PREGUNTA. ¿Por qué decidió dedicarse a tratar trastornos sexuales?

RESPUESTA. Yo me licencié en Psicología Clínica y estudié cómo tratar a personas que tienen trastornos sexuales. Entonces, me vino un poco dado porque cuando comencé a hacer terapia veía casos de parejas que tenían algún problema sexual. Siempre ha sido un tema que me ha interesado, me gusta, y además soy una persona con una mentalidad muy abierta, a otros terapeutas quizás los casos sexuales les generan un poco más de apuro. A medida que iba atendiendo a personas, me daba cuenta de que les podía ayudar mucho. Y este libro es un poco la recopilación de la historia de muchas parejas, por eso lleva tantas pautas y ejercicios prácticos. A mí me hubiera gustado encontrarme con un libro así cuando empecé y creo que le puede ser de mucha ayuda a terapeutas sexuales y de pareja en general.

P. Mucha gente no acude a terapia por vergüenza. ¿Qué les diría?

R. Que vayan. La gente en el tema sexual normaliza la insatisfacción o el bajo deseo y no tiene por qué ser así. ¿Por qué si estás pasando por una etapa de bajo deseo ya tienes que olvidarte del sexo para siempre? ¿Por qué si no tienes unas relaciones sexuales satisfactorias y plenas con tu pareja te tienes que conformar? Esta pregunta va más dirigida a las mujeres porque lo toleran y lo normalizan.

Muchas veces no es necesaria una terapia psicológica muy profunda porque los problemas sexuales se solucionan con pequeñas intervenciones y de manera bastante fácil. Por eso, les animo a que vayan a terapia y sobre todo que lean mi libro, porque creo que voy a prevenir muchos problemas sexuales.

Foto: Di sí al orgasmo clitoriano donde y cuando quieras con este básico que no faltará en tu bolso (Cortesía LELO)

P. ¿Hay recetas para el orgasmo garantizado?

R. Cada persona es un mundo, al igual que cada mujer y cada pareja. Al final de lo que se trata es que ella reciba una estimulación adecuada para que su nivel de excitación vaya subiendo. Cada persona tenemos nuestros puntos erógenos, que muchos son muy comunes, y preferencias, por eso no hay una receta mágica que podamos dar.

P. ¿Ve muchos casos de anorgasmia en consulta?

R. Sí, muchísimos porque cada vez la mujer va reivindicando más su derecho al placer y quiere llegar al orgasmo. Hay que tener en cuenta que lo importante no es forzarlo. De hecho, cuanto más se busca, menos se consigue. Hay mucha gente que dice que se puede disfrutar de la relación sexual sin llegar al orgasmo. Pero a mí mis pacientes me dicen: 'Pero yo quiero saber lo que es un orgasmo, si todo el mundo llega, ¿por qué yo no?'.

placeholder 'Amor orgásmico' de Cecilia Martín. (A. B.)
'Amor orgásmico' de Cecilia Martín. (A. B.)

P. ¿Este problema ocurre a cualquier edad?

R. A mi consulta acude gente joven, de los 25 a los 35 años. Quizás es porque hay muchas personas más mayores que nunca han llegado al orgasmo y ya no se lo plantean como un cambio, lo aceptan como normal. En cambio, los de menor edad quieren disfrutar del sexo.

P. ¿Cuál es el caso más común que ve en consulta?

R. El bajo deseo sexual, es el principal problema en los hombres que están en parejas de más de 40 años. La etapa de plenitud sexual de un hombre es de los 20 a los 30 años y a partir de ese momento, comienza la decadencia. Sin embargo, ese periodo lo alcanzan las mujeres en torno los 35, porque a partir de esa etapa ya tienen más seguridad en sí mismas, se sienten más libres para pedir lo que quieren, se quitan tabúes y complejos, se deshacen de los sentimientos de culpa o de la vergüenza y empiezan a desarrollar su sexualidad plenamente.

P. Entonces, ¿no estamos compensados?

R. Claro que no y todo ello es por la cultura en la que nos hemos criado. A los chicos adolescentes siempre se les incita a tener sexo cuanto antes y a las chicas es al contrario, cuanto más tarde mejor.

P. ¿Estos problemas sexuales han cambiado a lo largo de los años?

R. Sí. Antiguamente, solo acudían parejas a consulta cuando su problema sexual les limitaba a todos los niveles. Por ejemplo, casos de vaginismo en los que una mujer tiene mucho dolor y no tolera una penetración y eso dificulta a la hora de tener hijos. O casos en los que el hombre tiene un problema de erección y también dificulta la concepción. Antes todo iba dirigido a eso y ahora el objetivo es resolver los problemas sexuales para disfrutar del placer.

Foto: Darian Leader. (Alamy/Keith Morris)

P. ¿Los hombres son más claros que las mujeres a la hora de expresar sus deseos sexuales?

R. Sí, los hombres lo expresan porque siempre se les ha dado más permiso para hacerlo y a las mujeres se nos ha presentado siempre como objetos de deseo y no como deseantes. Por eso nos cuesta más decir lo que nos gusta y lo que queremos.

P. ¿Y cómo ha cambiado la cultura de la masturbación?

R. Antes era un campo solamente para los hombres. La masturbación de la mujer era un tema tabú del que nadie hablaba ni había chistes de la misma. Cuando no hay humor sobre algo es porque no existe o se está invisibilizando. La llegada del satisfyer fue una revolución donde se normalizó la masturbación femenina. Ahora todo el mundo lo tiene en casa y se da por hecho que las mujeres se masturban.

P. ¿Cree se masturban más los hombres que las mujeres?

R. Creo que hablamos menos del tema. La mujer se masturba muchísimo y yo lo veo en consulta. Cuando lo pregunto me dicen muchas mujeres que lo hacen diariamente, incluso varias veces, pero no se habla con tanta naturalidad. En la adolescencia es mucho más frecuente que el chico se masturbe y la chica no. Cuando llega la adultez y pasamos cierta edad, buscamos los momentos de placer en el día a día.

P. Volviendo al satisfyer, ¿genera adicción?

R. Realmente cualquier objeto que nos produzca placer puede ser susceptible de producirnos una adicción, pero eso no quiere decir que el satisfyer por sí mismo la genere. Es adictivo cuando la persona empieza a abusar de usarlo y además empieza a suplir una carencia. Por ejemplo, me encuentro parejas en las que la mujer solamente llega al orgasmo si usa el satisfyer con su pareja. En ese caso depende de satisfacer para llegar a un orgasmo. Esa persona podrá seguir utilizándolo, pero lo adecuado es que hable con su pareja para que la estimule adecuadamente y pueda alcanzar esa excitación sin necesidad de usar el juguete.

Foto: Dos piernas entrelazadas en la cama. (Pexels)

P. ¿Sigue siendo un tabú el sexo anal?

R. Existe mucho tabú en relación con el sexo anal, en la mujer menos y en el hombre muchísimo. Ellos creen que si dejan que su pareja les estimule el ano o les introduzca un dedo, van a perder su masculinidad y no saben que se están perdiendo una de las zonas erógenas más importantes de su cuerpo. La mujer también, lo que pasa es que como no hay mucha información de cómo hacerlo adecuadamente, puede ser doloroso.

P. ¿Por qué hay falta de información en cómo realizar sexo anal con una mujer?

R. Creo que es una práctica sexual que se utiliza o se difunde menos porque no está dirigida a la reproducción. La sexualidad ha estado siempre muy ligada a la reproducción, muy focalizada en el coito y en la penetración. Anteriormente, a la mujer se le permitía tener relaciones sexuales si iban dirigidas a la fecundación, y el ano no pintaba nada. Poco a poco vamos avanzando y diversificando nuestras prácticas sexuales saliendo de la monotonía, cada vez hay más mujeres que disfrutan del sexo anal, les gusta y quieren practicarlo con su pareja.

P. ¿El deseo sexual es el mismo en todos los géneros?

R. Es un aspecto individual que no depende del sexo o género. Hay personas con un elevado nivel de testosterona en su cuerpo y tienen mucho deseo sexual ya de base, es algo biológico y otras personas menos, pero que no depende del género. ¿Qué ocurre? Que a los hombres se les ha permitido ser muy sexuales y parece que tienen más deseo. Además, ejercitan más su vida sexual o sus pensamientos sexuales. Sin embargo, a las mujeres se les prohíbe, parece que sea un pecado, es un tema tabú y puede parecer que tienen menos deseo. Decir en una conversación que tienes deseo no está bien visto socialmente, entonces ellas se lo callan, pero a mí me lo cuentan en consulta.

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Foto: A. B.

P. ¿Cómo se puede recuperar la chispa en la cama?

R. En parejas que llevan mucho tiempo y que ya han perdido la chispa, hay muchas cosas que trabajar. En el libro vienen muchos ejercicios prácticos. Lo primero sería tener una conexión emocional entre ellos, que se quieran, que se lo digan, que no haya malos rollos en la casa. Partiendo de una base en la que hay conexión, el sexo fluye mejor.

Para recuperar el deseo hay que tener contacto físico, que se toquen, que retomen los besos largos que tenían al inicio de la relación y ahora se han convertido en un piquito para saludarse. Es fundamental ir a dormir juntos, cuando no lo hacen porque tienen hijos pequeños, pierden un espacio de intimidad muy bueno para tener relaciones y comunicarse.

Otra de las pautas para mejorar el deseo sería jugar. Cuando nos hacemos adultos ya no lo hacemos y nos estamos perdiendo algo maravilloso que tienen los niños. En el sexo es fundamental el juego, salir de la monotonía, no hacerlo siempre en el mismo lugar, a la misma hora y el mismo día, porque eso hace que nos aburramos. Y aunque tu pareja sea muy atractiva, deja de parecerte tan atractiva solamente por la repetición.

P. ¿Qué papel tienen las fantasías sexuales en ese juego?

R. Son fundamentales, las parejas que comparten fantasías sexuales y hablan de ellas nunca pierden la pasión porque el sexo no se vuelve rutinario. Realmente, no hay que llevarlas a cabo, hablar de ellas es lo más excitante.

Foto: iStock.

P. ¿Cuáles son los cinco lenguajes del amor en el terreno sexual?

R. Esa explicación que doy en el libro me la he inventado yo, no está recogida en ningún sitio. Es fruto de mi creatividad porque cuando tengo que hacer terapia veo cómo aplico mis conocimientos psicológicos a la pareja. Se me ocurrió porque es una manera de demostrar el deseo a nuestra pareja de cinco maneras diferentes.

Estarían las palabras de agradecimiento, que llenes de halagos a tu pareja y le hagas sentir la persona más sexy del universo. Después el tiempo de calidad a nivel sexual, buscando experiencias en lugares distintos, como una cita en un hotel. En tercer lugar estarían los regalos, que puede ser un juguete sexual.

Le seguirían los actos de servicio, como ayudar a desvestir a la otra persona con calma o enjabonarla en la ducha. Por último, estaría el contacto físico, que es básico para despertar la pasión, se puede demostrar haciendo una caricia o paseando de la mano, actos que llenen la atmósfera de seducción y erotismo.

P. ¿Hay diferencias entre hacer el amor y follar?

R. Pienso que todos podemos estar de acuerdo en que hacer el amor es algo más íntimo que implica sentimiento, que lo haces como una entrega del cariño que tienes a tu pareja. Y follar es el acto más físico, dirigido al placer momentáneo y que no necesariamente tiene que llevar amor ni sentimientos hacia la otra persona.

Las dos cosas son válidas, por supuesto, pero lo ideal es que la pareja tenga esas dos maneras de tener encuentros sexuales. Por un lado, hacer el amor y sentir que se quieren mirándose a los ojos y expresándose todo lo que se aman de una manera más romántica. Pero, a la vez, que se permitan ir más a la fantasía, a lo oscuro y a lo pervertido del sexo. Al final esos juegos hacen que la pareja no caiga en la monotonía y les permite tener un sexo diferente, como si fuera con una persona desconocida.

"No sé si he llegado al orgasmo alguna vez. He notado cosas, pero no sé si era o no". Esta es una de las frases que escucha la psicóloga clínica, experta en terapia sexual y de pareja, Cecilia Martín (1978, Cáceres) asiduamente en sus sesiones como terapeuta de pareja. En su nuevo libro, Amor Orgásmico (Vergara, 2024), la directora del Instituto de Psicología Psicode, se adentra en el mundo de la sexualidad.

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