Los infartos se están cebando con los jóvenes en España: por qué está disminuyendo la edad de los ataques al corazón

En el último lustro, el paradigma en torno a los infartos ha cambiado por completo. Si bien el número de ataques al corazón fue disminuyendo con los años, a partir de 2020 experimentó un repunte, según muestran los datos del Registro RECALCAR. Igualmente, si hasta ahora el perfil más común de persona que lo sufría correspondía al de un varón que superaba los 55 años, la cosa ha cambiado y los ataques de corazón cada vez son más frecuentes en jóvenes de España.

Un estudio realizado en el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla constata como la cardiopatía isquémica aguda se presenta cada vez con más frecuencia en personas jóvenes. En concreto, el tipo de paciente de este tipo responde a un varón con una edad media de 42 años y con taponamiento de una sola arteria.

Los datos del análisis andaluz “son extrapolables al resto de España”, según explica a El Confidencial el Dr. Manuel Anguita, portavoz de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Una tendencia que también se puede observar en el citado Registro RECALCAR, un análisis que elabora la SEC sobre los ingresos en los hospitales españoles en el que observan la tendencia los problemas de corazón de los últimos 15 años.

Con todos estos datos en la mano, el cardiólogo puede afirmar que ha crecido considerablemente la incidencia entre la población joven, “entendiendo por joven el paciente entre los 40 y los 55 años, porque a esa edad tradicionalmente el riesgo de tener un infarto es escaso”. Eso sí, independientemente de la edad, los síntomas son los mismos.

Los tipos de infartos

Explica el experto que normalmente hay dos tipos de infarto de miocardio. Por un lado, tenemos el que se suele producir en personas más mayores, el síndrome coronario agudo sin elevación del ST. Y por el otro el que tiene elevación del segmento ST, el que se suele dar entre jóvenes.

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Este último ha crecido en los últimos años y “afecta prácticamente a todo el grosor de músculo cardíaco. Es decir que cuando se produce la obstrucción brusca de una arteria coronaria, se ocluye al 100%, se forma un trombo y obstruye de en minutos obstruye la arteria por completo y en poco produce la muerte de toda esa zona del músculo cardíaco”.

Peores hábitos de vida

Los factores de riesgos clásicos que predisponen a un infarto siguen siendo los mismos: niveles elevados de colesterol (LDL) en sangre, tensión arterial alta, tabaquismo, sobrepeso y la presencia de diabetes mellitus. Pero el problema es que cada vez tenemos peores hábitos de vida, lo que hace que estos destaquen antes y produzcan más ataques en el corazón de los jóvenes.

El especialista señala que cada vez se come peor en España, lo que provoca un aumento del colesterol y la obesidad. En este sentido cabe destacar que, aunque el 76% de los españoles valore su dieta de notable o sobresaliente, un 33% de la población admite consumir ultraprocesados al menos tres por la semana y el 66% come platos precocinados, según el informe Percepción vs. realidad en los hábitos de alimentación de los españoles. “Todo eso está muy relacionado con la acumulación de grasa de lípidos en la pared de las arterias, que es lo que las hace más vulnerables y que se puedan romper con más facilidad”, explica el cardiólogo.

Además, destaca el tabaco, “que es un factor fundamental en personas jóvenes para padecer de un infarto de miocardio”. En esta misma línea, el Grupo Español de Cáncer de Pulmón ya alertaba de que el porcentaje de adolescentes de entre 14 y 18 años que fuman se había duplicado en 2015, una tendencia que ha continuado en los últimos años.

Otro de los detonantes más diluidos y que está vinculado a la sociedad actual es el estrés, “que siempre se ha considerado un factor de riesgo, pero no se sabía muy bien cómo actuaba. Pero ahora conocemos que esta sobrecarga emocional que tenemos ahora en la vida, también está influyendo en el aumento del infarto en personas jóvenes”.

Consumo de cocaína y bebidas energéticas

Aunque no sea tan frecuente, el cardiólogo relata que también están viendo “casos de infartos en personas de 30 años por el abuso de drogas del estilo a la cocaína. Estas son vasoconstrictoras y puede producir espasmos o cerrar las arterias coronarias”.

Cabe destacar que en los últimos años el consumo de cocaína no ha parado de crecer en España y actualmente se encuentra en máximos históricos, según datos del Observatorio Proyecto Hombre. Y en el caso concreto de los menores y de los jóvenes, el porcentaje de pacientes atendidos por esta sustancia se sitúa en torno al 20%, siendo también mayor el porcentaje de chicos (70%) frente al de chicas (30%).

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Asimismo, como uno de los productos de la actual época, el cardiólogo señala a las bebidas energéticas “que también se asocian a los infartos en gente joven”. Precisamente por los riesgos que estas tienen, comunidades autónomas como Galicia han prohibido su venta a menores de edad.

¿El covid tiene algo que ver?

Teniendo en cuanta las fechas de aumento, algunas pensarán en el covid-19 o su vacunación. Algo por lo que se podría establecer relación, ya que los estudios han llegado a establecer impacto de la enfermedad en el músculo cardíaco, pero nada más lejos de la realidad.

“En la época inicial de la pandemia sí que se observó que el covid cuando llegaba a ser más grave podía producir un aumento de trombos a nivel arterial. Pero las vacunas a lo que se han asociado con una incidencia realmente baja es con una inflamación del músculo cardíaco, que no tiene nada que ver con el infarto”, aclara. “No se ha demostrado un aumento de los infartos en relación con las vacunas del covid”, concluye.