¿Por qué perdemos equilibrio a medida que cumplimos años?
Existe una alteración del equilibrio denominada presbivestibulopatía, que aumenta con la edad y que puede estar relacionada con el envejecimiento de los receptores vestibulares
Tras la complicada palabra presbivestibulopatía se esconde una alteración del equilibrio, muy habitual entre personas mayores. Está producida por los cambios involutivos de los receptores vestibulares, es decir, los relacionados con el órgano del equilibrio localizado en el oído interno.
Montserrat Portell Soriano, responsable de la Unidad de Vértigo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, asegura que su causa “es multifactorial ya que el equilibrio depende de la vista, del oído y del sistema propioceptivo, y en estos pacientes existe envejecimiento de todos ellos”.
También influye en el equilibrio la hipoacusia y los acúfenos que suelen presentar y, como dice la experta, “cuanta más hipoacusia y más acúfenos, más presbivértigo”. La situación se agrava porque este desequilibrio provoca caídas frecuentes, lo que supone que “los mayores desarrollen miedo y, por tanto, más desequilibrio e inestabilidad”. Además, los síntomas empeoran con la oscuridad.
La realidad es que la prevalencia es alta en mayores de 60 años, pero aumenta exponencialmente según se cumplen años. Portell Soriano pone como ejemplo “los datos de asistencia a consultas por cuadros vestibulares en los distintos rangos de edad. En mayores de 60 años, los pacientes que acuden al médico por este problema representan un 20%, los mayores de 70 años un 30% y los mayores de 80 años un 50%”.
Hábitos de vida sana
Como en casi todos los aspectos de la salud, resulta de vital importancia haber llevado y llevar en ese momento hábitos saludables. La médica lo resume así: “que la edad avanzada nos encuentre preparados”. Y activos, con sistema muscular fortalecido mediante ejercicio físico.
“Las personas que han practicado ejercicio físico, han llevado una dieta adecuada y han tenido contacto social…. a la larga presentarán menos patologías, incluida la presbivestibulopatía. Es importante también corregir el déficit auditivo con audífonos, el déficit visual con gafas o cirugía de cataratas, limitar el consumo de fármacos, en la medida de lo posible…”, concluye la especialista.
Adaptar el entorno del anciano
Teniendo todo eso en cuenta, además se debe mejorar el entorno del paciente: “iluminar las estancias siempre y, sobre todo, por las noches, con luces suaves; utilizar calzado bajo y seguro y no zapatillas abiertas; emplear inodoros altos, asideros en la ducha, camas que les permitan levantarse con facilidad…”, recomienda la experta.
A veces los mareos que presentan pueden ser motivados por su patología previa o por efectos secundarios de la medicación que toman
Todo ello porque en realidad no hay “un fármaco milagroso para esta enfermedad”. De hecho, la experta insiste en la importancia de revisar la medicación del paciente y evitar la sobremedicación evitando, sobre todo, los sedantes. “Algunos autores aconsejan los suplementos de vitamina D para prevenir el riesgo de caídas”.
Pruebas diagnósticas
Cuando se presenta un caso de un paciente anciano con desequilibrio, hay que tener en cuenta otras posibles patologías, como hipertensión y diabetes, para revisar “los tratamientos que reciben, ya que a veces los mareos que presentan pueden ser motivados por su patología previa o por efectos secundarios de la medicación que toman”, destaca la especialista en vértigos.
Una vez descartadas estas opciones, Portell Soriano avisa de que se debe realizar una “exploración neurológica completa, oculomotora, del reflejo vestíbulo espinal y de la marcha. Debemos completar el estudio con pruebas como el vHIT, pruebas rotatorias y pruebas calóricas”.
¿Puede ser algo más grave?
En efecto, este desequilibrio puede ser síntoma de una enfermedad de mayor gravedad: “Esta sintomatología en los pacientes ancianos a veces es debida a trastornos vasculares del sistema nervioso central, sobre todo si el paciente tiene factores de riesgo cardiovasculares como hipertensión, diabetes, obesidad, dislipemia y siempre hay que descartar un accidente cerebro vascular mediante resonancia magnética nuclear”.
Tras la complicada palabra presbivestibulopatía se esconde una alteración del equilibrio, muy habitual entre personas mayores. Está producida por los cambios involutivos de los receptores vestibulares, es decir, los relacionados con el órgano del equilibrio localizado en el oído interno.
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