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Estos son los últimos tratamientos que están combatiendo la insuficiencia venosa
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SALUD SIN MITOS

Estos son los últimos tratamientos que están combatiendo la insuficiencia venosa

El tratamiento de este trastorno ha evolucionado hacia técnicas menos invasivas y más efectivas, con un enfoque en la recuperación rápida y la minimización de las molestias

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Si oímos hablar de insuficiencia venosa, es fácil que tendamos a pensar en las varices o en las piernas hinchadas. Pero este trastorno puede manifestarse de muchas otras maneras y generar importantes consecuencias para la salud y la calidad de vida si no se trata de forma adecuada. Pero, ¿en qué consiste exactamente? “Es una situación en la que las venas cumplen de manera parcial con su misión para llevar la sangre de las extremidades de vuelta al corazón, debido al daño en las válvulas que existen en su interior y que de manera natural previenen el reflujo de la sangre”, explica el doctor Enrique Puras Mallagray, jefe del Servicio de Cirugía Vascular del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y elegido como uno de los Mejores Médicos de España 2024 en su especialidad. “Esto tiene como consecuencia que la sangre se acumule en las venas, a nivel de las piernas, lo que aumenta la presión venosa y puede llevar, con el tiempo, a una serie de síntomas y complicaciones”.

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Cuando este problema se prolonga en el tiempo, puede dar lugar a una fase más avanzada, la insuficiencia venosa crónica (IVC), “bastante común en la población española y que afecta especialmente a varios grupos de población”:

  • Mujeres: el uso de anticonceptivos hormonales, la menopausia y el embarazo son factores de riesgo.
  • Personas de edad avanzada: con el tiempo, las venas pierden elasticidad y las válvulas tienden a debilitarse, lo que provoca una mayor prevalencia de insuficiencia venosa.
  • Personas con sobrepeso o sedentarias: el sobrepeso ejerce mayor presión en las venas de las piernas, lo que favorece la aparición de varices y otros síntomas. Un estilo de vida sedentario o trabajos que implican estar de pie o sentado por largos períodos sin moverse también aumentan el riesgo, ya que el movimiento es crucial para la activación del bombeo muscular que ayuda a la circulación venosa.
  • Personas con antecedentes familiares: la debilidad venosa suele ser hereditaria. Si hay antecedentes familiares de varices o insuficiencia venosa, el riesgo aumenta. Si ambos padres han sufrido de varices la descendencia tendrá esta patología con un 80% de probabilidad.
  • Fumadores: el tabaquismo afecta la salud vascular, dañando las paredes de las venas y contribuyendo al deterioro de las válvulas venosas.

Atención a los síntomas

Entre los principales síntomas de la insuficiencia venosa, encontramos edema o hinchazón, dolor o pesadez, varices, cambios en la piel, úlceras venosas (en casos avanzados) y prurito. “Estos síntomas suelen empeorar con el tiempo si no se tratan, y los pacientes pueden beneficiarse de un diagnóstico y tratamiento precoz para evitar complicaciones graves”, señala el experto, que insiste en que, “aunque las várices y otros síntomas iniciales pueden parecer inofensivos o meramente estéticos al principio, es fundamental no desatenderlos, ya que pueden progresar y llevar a complicaciones serias con el tiempo”.

  • Progresión a insuficiencia venosa crónica grave: la acumulación de sangre en las venas puede empeorar con el tiempo, afectando cada vez más el flujo sanguíneo. Esto puede llevar a una insuficiencia venosa crónica que se vuelve más difícil de tratar y es más incapacitante.
  • Formación de úlceras venosas: en fases avanzadas, la presión venosa elevada puede dañar la piel y los tejidos subyacentes, dando lugar a úlceras venosas, que son heridas abiertas, dolorosas y difíciles de cicatrizar.
  • Trombosis venosa profunda (TVP): las venas varicosas y la insuficiencia venosa no tratada aumentan el riesgo de desarrollar una trombosis venosa profunda (formación de coágulos en las venas profundas de las piernas). Es una afección grave, ya que, si el coágulo se desprende, puede desplazarse hacia los pulmones y causar una embolia pulmonar, una situación potencialmente mortal.
  • Cambios en la piel: la piel sobre las venas afectadas puede volverse más frágil y propensa a decoloración, sequedad, inflamación e incluso endurecimiento de los tejidos circundantes (lipodermatoesclerosis). Estos cambios pueden limitar la movilidad y causar molestias permanentes.
  • Infecciones: el estancamiento de la sangre en las venas varicosas puede predisponer a infecciones cutáneas como la celulitis, que puede causar fiebre, dolor y un empeoramiento de la inflamación de la piel.
  • Dolor crónico y fatiga: si no se trata, el malestar, el dolor y la fatiga en las piernas tienden a empeorar con el tiempo. Esto puede afectar significativamente la capacidad para realizar actividades diarias normales, reducir la movilidad y el bienestar general.
  • Problemas estéticos y psicológicos: aunque las várices y otros signos externos puedan parecer solo un problema estético, muchas personas experimentan impactos emocionales y psicológicos, como baja autoestima, ansiedad o incomodidad por la apariencia de sus piernas.

La importancia del tratamiento temprano

El tratamiento en una fase temprana de la insuficiencia venosa y las várices no solo puede prevenir estas complicaciones, sino también mejorar la calidad de vida a largo plazo. “Mantenerse alerta a los síntomas y buscar un diagnóstico precoz en especialistas de angiología y cirugía vascular puede reducir significativamente el riesgo de sufrir consecuencias más graves. Además, existen diversas estrategias de tratamiento que pueden detener la progresión de la enfermedad y mejorar los síntomas”, recomienda el doctor Puras Mallagray.

placeholder Doctor Enrique Puras Mallagray, jefe del Servicio de Cirugía Vascular del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
Doctor Enrique Puras Mallagray, jefe del Servicio de Cirugía Vascular del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

Entre las medidas conservadoras tenemos las medias de compresión, que ayudan a mejor el retorno venoso aplicando presión controlada; cambios en el estilo de vida, como hacer ejercicio, mantener un peso saludable y evitar estar sentado o de pie por largos periodos; elevación de las piernas varias veces al día por encima del nivel del corazón y, finalmente, fármacos como la diosmina o la hesperidina, que alivian síntomas como la pesadez, el dolor y el edema. En cuanto a procedimientos médicos, estos son algunos de los más habituales:

  • Escleroterapia: se inyecta una solución en las venas varicosas que provoca su colapso y eventual desaparición. Es muy efectiva para varices pequeñas y moderadas.
  • Ablación endovenosa con láser o radiofrecuencia: este tratamiento utiliza energía térmica para sellar venas más grandes. La sangre es redirigida hacia venas saludables.
  • Flebectomía ambulatoria: se eliminan quirúrgicamente pequeñas venas varicosas a través de pequeñas incisiones en la piel.
  • Cirugía (stripping): en casos graves, se pueden extraer venas varicosas largas mediante cirugía. Aunque se usa menos frecuentemente debido a la disponibilidad de técnicas menos invasivas, sigue siendo una opción para casos complejos.

Últimas novedades en el tratamiento

Con respecto a los nuevos métodos para tratarla, el doctor Puras Mallagray señala que “las novedades recientes, como los adhesivos y la ablación con o sin calor, están transformando la forma en que se aborda esta afección, ofreciendo mejores resultados y mayor comodidad para los pacientes”.

  • Ablación con pegamentos de cianocrilato (VenaSeal): consiste en sellar las venas afectadas con un adhesivo médico (cianocrilato). “Es mínimamente invasivo y no requiere calor ni inyecciones de anestesia local a lo largo de la vena. Los estudios han demostrado su efectividad similar a las técnicas tradicionales de ablación, con una recuperación más rápida y menor molestia postoperatoria”.
  • Terapia con espuma guiada por ecografía: se inyecta una espuma esclerosante en forma de microburbujas en las venas varicosas bajo control de ecografía para garantizar una mayor precisión en la aplicación. “Es particularmente útil en venas varicosas recidivadas, grandes y difíciles de tratar. Esta técnica ha mejorado los resultados en comparación con la escleroterapia tradicional con líquido”.
  • Ablación rotatoria técnica ClariVein: combina la energía con un catéter rotatorio para cerrar venas varicosas grandes de manera menos invasiva. A diferencia de la ablación térmica convencional, esta técnica no utiliza calor, lo que minimiza el riesgo de daño a los nervios cercanos y reduce las molestias postoperatorias.
  • Terapia biológica regenerativa: se están investigando tratamientos con células madre y otras técnicas de medicina regenerativa para reparar y regenerar las válvulas venosas dañadas, lo que podría ofrecer una solución más duradera en lugar de solo tratar los síntomas.

Además de estas terapias, Puras Mallagray concluye explicando que se está trabajando en “el desarrollo de nuevos fármacos que no solo alivien los síntomas, sino que actúen directamente sobre la reparación de las paredes venosas y el restablecimiento de la función de las válvulas, aunque todavía están en fase de investigación”.

El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

Si oímos hablar de insuficiencia venosa, es fácil que tendamos a pensar en las varices o en las piernas hinchadas. Pero este trastorno puede manifestarse de muchas otras maneras y generar importantes consecuencias para la salud y la calidad de vida si no se trata de forma adecuada. Pero, ¿en qué consiste exactamente? “Es una situación en la que las venas cumplen de manera parcial con su misión para llevar la sangre de las extremidades de vuelta al corazón, debido al daño en las válvulas que existen en su interior y que de manera natural previenen el reflujo de la sangre”, explica el doctor Enrique Puras Mallagray, jefe del Servicio de Cirugía Vascular del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y elegido como uno de los Mejores Médicos de España 2024 en su especialidad. “Esto tiene como consecuencia que la sangre se acumule en las venas, a nivel de las piernas, lo que aumenta la presión venosa y puede llevar, con el tiempo, a una serie de síntomas y complicaciones”.

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