La sencilla prueba con la que conocer la velocidad del envejecimiento y el riesgo de muerte
Con un hisopado bucal, se logra predecir las probabilidades de morir en los siguientes 12 meses. Pero, ¿cómo funciona?
No todos envejecemos al mismo ritmo. Hay personas que pueden envejecer más lentamente debido a su buena genética y otros le deben este viento favorable en la vida al comportamiento y al estilo de vida (estrés, sueño, alimentación...). Ahora, un equipo de científicos de Estados Unidos ha desarrollado una nueva herramienta llamada CheekAge que plantea una forma sencilla y nada invasiva de predecir la mortalidad mediante el análisis de los cambios epigenéticos en las células de nuestras mejillas. (La epigenética es una rama de la genética que estudia cómo se puede cambiar la actividad genética sin alterar la secuencia de ADN en sí).
La herramienta se desarrolló, o entrenó, analizando los niveles de metilación en alrededor de 200.000 sitios y vinculándolos con una puntuación general de salud y estilo de vida, que representa las supuestas variaciones en el envejecimiento fisiológico.
Los investigadores han demostrado que su app puede estimar de manera confiable el riesgo de mortalidad, incluso cuando se utilizan datos epigenéticos de diferentes tejidos para el análisis. Se basa en la creación de un reloj epigenético (de segunda generación, podríamos decir), calibrado en función de la edad cronológica y varios factores de estilo de vida en un gran número de personas que se basa en datos de metilación en células fáciles de recolectar del interior de las mejillas.
"También demostramos que los sitios de metilación específicos son especialmente importantes para esta correlación, lo que revela posibles vínculos entre genes y procesos específicos y la mortalidad humana registrada por nuestro reloj", explicó Maxim Shokhirev, líder del estudio publicado en la revista Frontiers in Aging y director de Biología Computacional y Ciencia de Datos en la empresa Tally Health en Nueva York.
¿Cómo se comportó la herramienta?
Los expertos aplicaron programación estadística para evaluar la eficacia con la que CheekAge predijo la mortalidad general en una muestra de 1.513 individuos, tanto hombres como mujeres, nacidos en 1921 y 1936. Estos participantes formaban parte del programa de cohortes de nacimientos de Lothian (LBC) de la Universidad de Edimburgo y habían sido monitoreados durante toda su vida. Por otra parte, los datos sobre mortalidad se obtuvieron del Registro Central del Servicio Nacional de Salud de Escocia. Así, en un grupo de adultos con edades comprendidas entre los 69 y 101 años, se encontró que la prueba tenía una fuerte relación con el riesgo de mortalidad por cualquier causa.
Según el estudio, cada aumento de la desviación estándar en CheekAge condujo a un aumento del 21% en el cociente de riesgo de mortalidad por todas las causas, lo que indica una gran asociación entre la herramienta desarrollada y el riesgo de muerte en adultos mayores. También descubrieron que CheekAge, a pesar de haber sido entrenado con muestras bucales, seguía mostrando un intenso vínculo con los datos de riesgo de muerte extraídos de un conjunto de datos de sangre separado que rastreaba la mortalidad.
“El hecho de que nuestro reloj epigenético entrenado en células de la mejilla prediga la mortalidad al medir el metiloma en las células sanguíneas sugiere que existen señales de mortalidad comunes en todos los tejidos. Esto implica que un simple hisopado de la mejilla no invasivo puede ser una alternativa valiosa para estudiar y rastrear la biología del envejecimiento”, dijo Shokhirev.
Genes responsables
Según el análisis de esos relojes epigenéticos, identificaron genes cerca de los sitios de metilación más asociados a la mortalidad y, entre ellos, se encontraban PDZRN4, que puede actuar como un supresor tumoral, y ALPK2, un gen asociado con el cáncer y la salud cardiovascular en estudios con animales. Otros genes identificados se han relacionado previamente con el cáncer, la osteoporosis, la inflamación y el síndrome metabólico.
"Sería interesante determinar si genes como ALPK2 afectan la esperanza de vida o la salud en modelos animales", comentó Adiv Johnson, coautor del estudio y Director de Asuntos Científicos y Educación en Tally Health.
No todos envejecemos al mismo ritmo. Hay personas que pueden envejecer más lentamente debido a su buena genética y otros le deben este viento favorable en la vida al comportamiento y al estilo de vida (estrés, sueño, alimentación...). Ahora, un equipo de científicos de Estados Unidos ha desarrollado una nueva herramienta llamada CheekAge que plantea una forma sencilla y nada invasiva de predecir la mortalidad mediante el análisis de los cambios epigenéticos en las células de nuestras mejillas. (La epigenética es una rama de la genética que estudia cómo se puede cambiar la actividad genética sin alterar la secuencia de ADN en sí).
- Así es el alimento rico en proteínas ideal para frenar el envejecimiento cerebral, según un estudio P. M.
- ¿Cuándo y cómo envejecemos? Descubren las dos edades clave en las que se producirían cambios drásticos María del Pilar Díaz
- Encuentran una nueva relación entre el envejecimiento y los dolores traumáticos Sarah Romero