Prevención, signos de alerta y recomendaciones de actuación ante un paro cardíaco
La muerte súbita no avisa, pero conocer los factores de riesgo y los posibles síntomas puede ser esencial para prevenirla y para la supervivencia del afectado
Una muerte inesperada que ocurre de manera rápida en una persona que, aparentemente, se encontraba en buen estado de salud. Así es la muerte súbita, un suceso que tiene generalmente un origen cardíaco y que causa una gran conmoción por su brusquedad y por la impotencia que genera en las personas que se encuentran junto al afectado.
Existen diversas causas para este colapso repentino, aunque, como explica el doctor Borja Ibáñez, cardiólogo intervencionista del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, director científico del CNIC, jefe de grupo de Civercv y elegido como uno de los Mejores Médicos de España 2024 en su especialidad, “la más frecuente es una arritmia maligna en el corazón, cuyo origen puede ser variado, sobre todo en función de la edad del paciente”.
Así, en personas de edad media o avanzada, “lo más frecuente es que la arritmia se dé en los primeros momentos del curso de un infarto de miocardio. También puede ocurrir en personas que tuvieron un infarto que, aunque estuviera muy bien tratado, dejó una cicatriz en el corazón. Estas cicatrices aumentan la probabilidad de tener estas arritmias”. Pero la muerte súbita también puede darse en jóvenes y, en estos casos, “puede deberse a una cardiopatía hereditaria, que puede haber sido silente y, por tanto, no diagnosticada previamente”. Finalmente, hay otros motivos no directamente relacionados con el corazón, “como una hemorragia intracraneal, una rotura de una aneurisma de la aorta o, incluso, una embolia de pulmón”.
Teniendo en cuenta estos factores, el doctor Ibáñez señala que, debido a que la causa más habitual es un infarto agudo de miocardio, “las personas que suelen presentarlo con más frecuencia son aquellas de edad media o avanzada”. El especialista también explica que estarían en riesgo personas que tienen enfermedad de aterosclerosis en las coronarias, pero no han sido diagnosticados; pacientes que han tenido previamente un infarto; o familiares directos de pacientes con cardiopatías hereditarias, aunque es menos frecuente.
Prevención y síntomas
“La muerte súbita puede prevenirse en muchos casos”, asegura el experto. Principalmente, “evitando los factores de riesgo que provocan esa aterosclerosis en las coronarias que posteriormente va a provocar este infarto con arritmia maligna. Asimismo, se puede prevenir haciendo chequeos a familiares de sujetos que han tenido o que tienen estas cardiopatías hereditarias”. Por último, “también es muy importante que las personas que han tenido un infarto y han sobrevivido sigan muy bien el tratamiento prescrito por sus cardiólogos”.
En cuanto a las señales que pueden alertarnos, “una muerte súbita ocurre generalmente de forma repentina, y es difícil que pueda haber síntomas previos que lo hagan sospechar. No obstante, sí que es importante que las personas que tienen pérdidas de conocimiento o desvanecimientos sin causa aparente, aunque se recuperen completamente, consulten a los cardiólogos o a sus médicos, porque pueden ser los únicos síntomas que pueden aparecer antes de la muerte súbita”. “También es muy importante avisar a los servicios de emergencias ante un dolor en el pecho tipo opresión, ya que podría ser el primer síntoma del inicio de un infarto”.
Qué hacer ante un paro cardíaco
Un paro cardíaco suele diagnosticarse cuando llegan los servicios de emergencias al lugar en el que ha ocurrido. Sin embargo, “previamente puede ocurrir que una persona pierda el conocimiento y no responda, y en ese caso es muy importante que quienes están a su lado alerten lo antes posible a estos servicios”.
- Debe comprobarse si la persona respira y si tiene pulso. En caso de que no lo tenga, además de avisar de manera urgente al 112, es clave iniciar lo antes posible las maniobras de masaje cardiaco.
- En caso de parada cardíaca, la ejecución de un masaje cardíaco puede ayudar a que se mantenga la circulación al cerebro de la persona, mientras llegan los servicios de emergencias extrahospitalarias. Esto es clave para reducir al máximo las posibles secuelas permanentes de los supervivientes.
- El tiempo es fundamental y, cuantos más minutos pase el paciente con el corazón parado, sin recibir masaje cardíaco, habrá muchas más posibilidades de que el paciente no sobreviva o que, si lo hace, sea con un daño neurológico muy importante.
- A nivel general, el daño neurológico e irreversible empieza alrededor de los 10 minutos después de la parada cardíaca. Si se está realizando un masaje cardíaco eficaz, es decir con unas compresiones profundas, rápidas y acompasadas en el pecho, este tiempo puede prolongarse mucho y, por lo tanto, mientras vienen los servicios de emergencia hospitalarias es posible conseguir que siga habiendo circulación que llegue al cerebro y preserve este órgano de un daño irreversible.
El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con la Fundación Jiménez Díaz
Una muerte inesperada que ocurre de manera rápida en una persona que, aparentemente, se encontraba en buen estado de salud. Así es la muerte súbita, un suceso que tiene generalmente un origen cardíaco y que causa una gran conmoción por su brusquedad y por la impotencia que genera en las personas que se encuentran junto al afectado.