Pedro Guillén: "Los alimentos proteicos, como los huevos o la carne de vacuno, son esenciales para los músculos"

El buen funcionamiento del sistema musculoesquelético, más allá de la genética, se ve directamente afectado por el estilo de vida. A lo largo de la vida requiere diferentes cuidados y la nutrición, la actividad física y el descanso deben adaptarse a las diferentes etapas. Estos aspectos son especialmente importantes cuando se produce un sobreesfuerzo o una lesión, pues las necesidades cambian y no atenderlas puede retrasar la recuperación o, incluso, afectar a un nivel mayor.

El doctor Pedro Guillén, jefe de Traumatología de la Clínica Cemtro y experto en medicina deportiva con una dilatada experiencia, nos ofrece varios consejos en torno a la alimentación y el deporte para potenciar la salud del aparato locomotor y ampliar lo máximo posible su funcionalidad.

PREGUNTA. ¿Qué hábitos son fundamentales para que el aparato locomotor se mantenga sano con el paso del tiempo? ¿Y cuáles se deberían evitar?

RESPUESTA. Mantener una alimentación y ejercicios compensados. Tomar lácteos y proteínas y no olvidar que el ejercicio reglado es un medicamento. Andar, mover las articulaciones y mantener el plátano en nuestros menús y muy bajo consumo de azúcares añadidos, carnes y grasas procesadas, así como poco alcohol y pocas salsas. Beber agua y tomar frutas.

P. ¿Cómo se debe adaptar el estilo de vida a medida que se cumplen años para cuidar de los huesos y músculos?

R. Con los años se debe descender la exigencia del aparato locomotor. Niño, adolescente, adulto y viejo tienen sus reglas alimentarias y de ejercicio. Pero el ser humano es tan inteligente que sabe que el deporte de contacto es para los primeros años y conforme se envejece tiene mejor salida en nuestra vida el deporte individual, menos exigente y sin contacto.

P. De entre los diferentes hábitos saludables (alimentación, actividad física, descanso…), ¿cuál diría que tiene más peso para el aparato locomotor?

R. Sin duda la actividad física, pero esta precisa una buena alimentación y descanso entre los periodos de gran actividad física.

P. ¿Y qué consejos daría para que su práctica implique los menos riesgos posibles para la salud musculoesquelética?

R. El ejercicio tiene que adaptarse al talento deportivo de cada uno. Hay tantos talentos como oficios y tantos oficios como oficiantes. Si no disfruta de “talento deportivo” bien por pobreza física o mental, cuida muy bien el ejercicio que haces.

P. Si nos centramos en la alimentación, ¿qué nutrientes son esenciales para cuidar del aparato locomotor?

R. Los alimentos esenciales para el aparato locomotor -músculo y tendón- que representan el 58% del peso corporal, son productos que contengan proteínas y calcio (carne magra, huevos, pescado, leche...). Es importante asegurarnos de que se consume cantidad suficiente en cada comida.

P. ¿Cómo actúan los diferentes componentes nutricionales en el correcto funcionamiento de huesos y músculos?

R. Los productos cálcicos y las proteínas son esenciales para un correcto funcionamiento del hueso y músculo pero siempre hay que añadir ejercicio. El hueso precisa esencialmente calcio y proteínas así como el músculo y también agua.

P. De todas las proteínas ¿cuál es la primordial para la salud?

R. Las proteínas que provienen de animales como la carne de vacuno, los huevos y la leche, se denominan proteínas completas. Los aminoácidos esenciales están contenidos en las proteínas cárnicas siendo las esenciales la queratina, la caseína, la elastina y el colágeno.

P. Ya que menciona la carne, ¿cuánto de importante es en la alimentación?

R. Para nuestro aparato locomotor los alimentos esenciales son las proteínas y calcio. De cuantos alimentos hay, el más rico en proteínas es sin duda la carne. Por tanto, en el consumo de alimentos entra como imprescindible la carne de vacuno en nuestra alimentación.

P. ¿Qué opina usted de la demonización del consumo de carne?

R. Pienso que las personas que niegan el consumo de carne tendrán que reponer las proteínas de alguna forma pues de no ser así tendrá grandes problemas en el metabolismo, ya que las proteínas son esenciales en el hombre.

P. ¿Qué peso tiene la nutrición en la prevención de lesiones musculoesqueléticas? ¿Y en la recuperación?

R. La nutrición insuficiente en alimentos proteicos (carne, pescado, huevos…) empobrece la función muscular y ósea. La pobreza muscular se define como sarcopenia y el reposo exagerado, la alimentación escasa en proteínas y la edad contribuyen a su aparición. El consumo apropiado de proteínas, calcio y ejercicio condicionan un buen sistema musculoesquelético.

P. ¿Es habitual pautar una alimentación concreta durante un proceso de rehabilitación traumatológica?

R. Sí, durante el proceso de rehabilitación es muy importante consumir productos lácteos y proteínas, así como agua. Yo en la rehabilitación quiero la mano del fisioterapeuta y la mecanoterapia es solo una ayuda, eso sí, una vez recuperados tus músculos, articulaciones y huesos se puede mantener con la segunda. Hay que poner en valor lo que significa el trabajo del fisioterapeuta en la recuperación del atleta y no atleta.

P. ¿Cuáles son las principales lesiones relacionadas con déficits nutricionales?

R. La insuficiente ingesta de proteínas y calcio condiciona una pobreza en el metabolismo de músculo, tendón y hueso y aumenta su fragilidad que es tanto como decir que ante una exigencia mecánica mínima responderá con una lesión, calambres, roturas fibrilares, esguinces, fracturas…

P. ¿Qué carencias nutricionales relacionadas con el aparato locomotor tienen más prevalencia en la actualidad?

R. En el músculo la ingesta precaria de proteínas (carnes, huevos, atún, leche…) facilita su lesión. Es fundamental evitar la falta de proteínas y no consumir alcohol, azúcares, carnes procesadas, alimentos envasados y ricos en especias. La mejor proteína para el músculo es la caseína y los lácteos son ricos en este producto.

Tomar manzana, uva, melón, plátano y ciruela. Las carencias de proteínas y calcio así como agua, leche y fruta facilitan el deficiente trabajo de músculo-tendón-hueso. Si quieres alargar la vida funcionante del sistema músculoesquelético hay que evitar todo lo que la acorta, que supondría una mala alimentación, un ejercicio no adecuado, así como un reposo no bien calculado.