Este experto en fortaleza mental desvela las dos palabras mágicas para dejar de pensar demasiado y ganar calma

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El pensamiento excesivo, o dicho de manera coloquial: comerse el tarro, es un fenómeno que afecta a millones de personas en todo el mundo. Este hábito no solo consume energía mental, sino que también puede derivar en problemas físicos y emocionales, como ansiedad, estrés y dificultad para tomar decisiones.

Los psicólogos han demostrado que dedicar demasiado tiempo a deliberar sobre posibles escenarios, a menudo irreales, o sobre problemas presentes, puede convertirse en una trampa que paraliza y evita avanzar. Incluso hay investigaciones, como la publicada por la Universidad de Utah, que han relacionado el “overthinking” o pensar demasiado con cambios negativos en la actividad cerebral en adolescentes.

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En relación con este tema, el experto en fortaleza mental y autor de El líder mentalmente fuerte, Scott Mautz, ha dedicado más de tres décadas a estudiar este fenómeno y cómo abordarlo. Según explica en un artículo publicado en la CNBC, una de las herramientas más efectivas para combatir el pensar demasiado radica en sustituir dos palabras clave.

Reemplaza “¿Qué pasaría si…?”, por “Ya veremos”

Este sencillo cambio puede transformar la manera en que enfrentamos nuestras preocupaciones diarias, permitiendo aceptar la incertidumbre y avanzar con confianza. Para quienes tienden a “comerse el tarro”, la pregunta “¿Qué pasaría si…?”, se convierte en un motor de inquietud. Este enfoque lleva a imaginar posibles escenarios negativos, alimentando la ansiedad y aumentando el miedo al futuro y a los acontecimientos que no podemos controlar.

Sin embargo, Mautz propone cambiar esta pregunta por un simple “ya veremos”. Esta expresión ayuda a reducir la parálisis mental y fomenta un enfoque más constructivo ante la incertidumbre. Tomar distancia con estas preocupaciones, reales o ficticias, nos permitirá tomar perspectiva.

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Un ejemplo práctico

Por ejemplo, si nos enfrentamos a una presentación importante en el trabajo y nos encontramos preocupados por posibles errores o reacciones negativas del público, podemos recordar lo siguiente: “He hecho mi trabajo y me he preparado, así que ahora veremos qué sucede”. Este cambio no solo silencia el diálogo interno negativo, sino que también reconoce el esfuerzo previo, permitiendo afrontar la situación con mayor calma.

Otros métodos para combatir el “overthinking”

Además de este recurso, el autor ofrece varias estrategias complementarias que ayudan a reducir el impacto del pensamiento excesivo. Entre ellas se encuentran aprender a distinguir entre resolver problemas y darles vueltas, aceptar la incertidumbre como parte natural de la vida, y evitar la tendencia a catastrofizar pequeños errores o desafíos.

Un simple 'ya veremos' puede transformar la incertidumbre en tranquilidad

Otro consejo relevante es evaluar el verdadero impacto de estar equivocado. En muchas ocasiones, las consecuencias de un error no son tan graves como nuestra mente las percibe. Reflexionar sobre esto permite tomar decisiones con mayor claridad y menos temor.

Fortaleza mental como clave del bienestar

La práctica de estos métodos no solo ayuda a combatir el pensar y preocuparse en exceso, sino que también fomenta el desarrollo de una mayor resiliencia y confianza. Según Mautz, superar este hábito requiere entrenar la fortaleza mental de manera constante, algo que puede lograrse mediante ejercicios prácticos y un cambio de mentalidad.

Adoptar un enfoque más simple, como cambiar “¿Qué pasaría si…?”, por “ya veremos”, puede ser el primer paso hacia una vida más tranquila y equilibrada. En palabras del experto, “es el momento de dejar atrás la parálisis por análisis y abrazar la aceptación con confianza”.