Consejos del dermatólogo para cuidar la piel y el pelo durante la menopausia
La menopausia es un momento para redescubrirse y cuidarse. Con unos consejos dermatológicos específicos es posible mantener una piel fresca y un pelo sano que refleje la experiencia y sabiduría de esta etapa
Coco Chanel decía que una mujer puede ser "preciosa a los treinta, encantadora a los cuarenta e irresistible durante el resto de su vida". Como dermatólogo, he tenido la oportunidad de tratar a muchas mujeres entre 40 y 60 años que experimentan cambios en su piel, uñas y, especialmente, en su cabello. Estos cambios, en gran medida, se deben a la caída en los niveles de estrógenos y progesterona, hormonas que juegan un papel clave en la salud cutánea. Y muchas de estas alteraciones se pueden tratar con eficacia y seguridad.
En esta etapa, como bien resalta la interesante iniciativa Womanhood, "se acabaron los estrógenos, pero no las ganas". Con esta filosofía, y con la ayuda de la Dra. Elena Tévar, dermatóloga y psicoterapeuta de Ruber Internacional, experta en salud cutánea en la menopausia, abordaré los cuidados internos y dermatológicos que pueden mejorar la piel y el cabello en este periodo.
Rutina cosmética antiedad
Nos gusta simplificar los protocolos del cuidado de la piel. Aplicar un antioxidante como vitamina C por la mañana y retinoides (retinol, ácido retinoico, etc) por la noche ayuda a mantener una piel luminosa y firme. Estos ingredientes apoyan la renovación celular y estimulan la producción de colágeno. Hay que añadir a esta rutina exfoliar la piel dos veces por semana y realizar una hidratación profunda de cara y cuerpo con cremas ricas en lípidos y aceites naturales después de la ducha. Recordemos que la hidratación adecuada de la piel proviene del cuidado externo, más que de beber grandes cantidades de agua.
Protección Solar
La protección solar diaria es esencial, especialmente en el rostro. Esto no solo previene el envejecimiento prematuro, sino también el cáncer de piel. Si te preocupa la vitamina D, basta con exponer otras áreas del cuerpo, como brazos o piernas, durante 10 minutos al día sin fotoprotector.
Mantener un cabello sano
Según la Dra. Diana Camacho, dermatóloga/tricóloga de Clínica Dermatológica Internacional, los cambios hormonales de la menopausia producen una mayor caída del pelo y una disminución de su diámetro. Básicamente, hay dos tipos de alopecia en este periodo:
- Alopecia Androgenética Femenina: el pelo se hace más fino en la parte superior y frontal del cuero cabelludo, mientras que la línea de nacimiento del cabello generalmente se conserva. Los dermatólogos recomendamos el uso de minoxidil, un medicamento de uso tópico en loción. También existen opciones orales, como el uso de antiandrógenos (finasteride y dutasteride) e incluso minoxidil oral a dosis bajas. Las infiltraciones de Plasma Rico en Plaquetas y de dutasteride también pueden ayudar, así como el uso de los nuevos láseres fraccionados.
- Alopecia Frontal Fibrosante (AFF): se caracteriza por una pérdida de cabello progresiva en la zona frontal y temporal del cuero cabelludo, lo que hace que la línea de nacimiento del cabello retroceda. A menudo, las cejas también pueden verse afectadas. Ciertos tratamientos tópicos como corticosteroides pueden ser útiles para reducir la inflamación. Sin embargo, la AFF es una condición que, al tener un componente cicatricial, es difícil de manejar y requiere un manejo especializado con fármacos orales y tópicos.
Manejo del hirsutismo
Además de la pérdida de pelo en el cuero cabelludo, muchas mujeres experimentan un crecimiento de vello no deseado en áreas como el rostro. Este fenómeno, conocido como hirsutismo, es también consecuencia del desequilibrio hormonal. A medida que los niveles de estrógenos disminuyen, los andrógenos pueden provocar el crecimiento de vello en el mentón, las mejillas y el labio superior.
Para el manejo del hirsutismo, los dermatólogos recomendamos desde opciones tópicas como la crema de eflornitina, hasta antiandrógenos que ayudan a reducir el crecimiento de vello facial o el láser de depilación.
Liquen esclero atrófico
El liquen escleroso atrófico vulvar es una enfermedad crónica de la piel que afecta principalmente a mujeres posmenopáusicas. Según la Dra. Tevar, experta en esta enfermedad, “se caracteriza por áreas de piel delgada, blanquecina y de textura similar al papel, lo que puede causar picazón, ardor y dolor, especialmente durante las relaciones sexuales.” Esta condición, junto con otras enfermedades vulvares comunes en la menopausia, como la atrofia vulvovaginal y la vulvodinia, se presenta con mayor frecuencia debido a los cambios hormonales que acompañan a esta etapa de la vida. Es fundamental que las mujeres afectadas acudan a un dermatólogo o ginecólogo para su correcto diagnóstico y manejo terapéutico, con cremas, medicación oral, láseres o plasma rico en plaquetas.
Técnicas de dermatología estética
Los tratamientos como el Hydrafacial y la radiofrecuencia pueden mantener la piel luminosa y fresca durante la menopausia. Los ultrasonidos pueden mejorar la flacidez y los inyectables, aplicados con prudencia, pueden prevenir el envejecimiento facial compensando los cambios óseos y de la grasa facial que ocurren en estos años.
Cuidados internos
La terapia hormonal sustitutiva puede ser una buena opción para algunas mujeres al mejorar la calidad de la piel, pero siempre debe ser evaluada y supervisada por un profesional médico. Seguir una dieta basada en alimentos frescos, es crucial para la salud de la piel. Los antioxidantes, presentes en frutas y verduras, y las proteínas, esenciales para el cabello, son fundamentales. Legumbres, frutos secos y pescado son fuentes excelentes de proteínas. Aunque los suplementos orales están de moda, preferimos recomendar una dieta equilibrada.
Los suplementos de colágeno o ácido hialurónico orales suelen degradarse en el estómago, por lo que no parecen más eficaces que un buen filete de pollo. Consultar con el ginecólogo sobre suplementos orales específicos es ideal en esta etapa. El estrés asociado con la menopausia puede provocar pérdida de cabello, uñas quebradizas, o agravar condiciones como la psoriasis, rosácea, o eccemas. Es esencial cuidar la mente en la menopausia y acudir a dermatólogos que sepan manejar tanto la enfermedad como el componente emocional que la acompaña.
Conclusión
Una dieta rica en antioxidantes y proteínas, ejercicio regular, el manejo adecuado del estrés y el cuidado de la mente contribuyen a una piel y cabello saludables. Los tratamientos dermatológicos modernos son capaces de mejorar de forma segura y eficaz la calidad de la piel, las uñas, el pelo y las alteraciones cutáneas asociadas a la menopausia como el hirsutismo o el liquen esclero atrófico. Finalmente, en cuanto a los retoques estéticos, es importante optar por la prudencia y el sentido común. La dermatología puede ser una poderosa herramienta para el bienestar de la mujer en la menopausia, si se ejerce con rigor y discreción.
Coco Chanel decía que una mujer puede ser "preciosa a los treinta, encantadora a los cuarenta e irresistible durante el resto de su vida". Como dermatólogo, he tenido la oportunidad de tratar a muchas mujeres entre 40 y 60 años que experimentan cambios en su piel, uñas y, especialmente, en su cabello. Estos cambios, en gran medida, se deben a la caída en los niveles de estrógenos y progesterona, hormonas que juegan un papel clave en la salud cutánea. Y muchas de estas alteraciones se pueden tratar con eficacia y seguridad.
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