Una nutricionista alerta del incremento de los problemas digestivos en España: estas son las recomendaciones para prevenirlas

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Los problemas digestivos están en aumento en España, afectando a casi la mitad de la población. Entre las afecciones más comunes destaca el sobrecrecimiento bacteriano (SIBO), que afecta entre un 15 y un 20% de las personas. Además, las intolerancias alimentarias han crecido un 20% en la última década. Una tendencia vinculada a factores de estilo de vida y alimentación actuales.

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Entre las causas principales se encuentran el estrés crónico, dietas desequilibradas, uso excesivo de antibióticos y exposición a toxinas ambientales. También influye el estilo de vida sedentario y el consumo elevado de alimentos ultraprocesados. Estos factores no solo alteran la microbiota intestinal, sino que también impactan la salud mental y el bienestar general, estableciendo un círculo vicioso de malestar digestivo.

La microbiota y el microbioma intestinal desempeñan un papel crucial en la digestión. La microbiota comprende microorganismos que habitan en el intestino, mientras que el microbioma incluye también su entorno y funciones. Ambos son esenciales para procesar nutrientes, generar compuestos beneficiosos como ácidos grasos de cadena corta y mantener el equilibrio intestinal.

Para cuidar la microbiota intestinal, la nutrición es clave. Incorporar alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y granos enteros, mejora el tránsito intestinal. Los prebióticos, presentes en alimentos como el ajo o el plátano, nutren las bacterias buenas, mientras que los probióticos, como el yogur y el kéfir, añaden microorganismos beneficiosos. Evitar alimentos ultraprocesados y azúcares añadidos es esencial para prevenir inflamaciones.

Cada caso de salud digestiva es único y requiere un enfoque personalizado. Lo que funciona para una persona puede no ser adecuado para otra. Un plan alimenticio diseñado para las necesidades específicas del individuo puede aliviar síntomas como hinchazón, estreñimiento o dolor abdominal. Por eso, un diagnóstico preciso y un tratamiento adaptado son fundamentales para garantizar resultados óptimos.

Además de una buena alimentación, es importante adoptar un enfoque multidisciplinar que incluya atención médica y nutricional. Los médicos diagnostican y tratan las patologías, mientras que los nutricionistas personalizan la dieta para potenciar la eficacia del tratamiento. Esta colaboración integral es clave para prevenir problemas digestivos y mejorar la calidad de vida.

En resumen, la prevención de problemas digestivos pasa por cuidar la alimentación, reducir el estrés y adoptar un estilo de vida saludable. Optar por una dieta rica en alimentos naturales, evitar procesados y promover el ejercicio regular son pasos sencillos que pueden marcar una gran diferencia en la salud digestiva y general.