Los riesgos hasta ahora desconocidos del Ozempic para el corazón: un estudio revela los posibles efectos a largo plazo

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Los avances científicos no dejan de sorprendernos a cada paso que dan. Uno de los campos más beneficiosos en este sentido es, sin duda, la medicina. Y es que son muchos los investigadores que tratan de dar con la clave para tratar diversas enfermedades y afecciones. De esa manera, se podrá asegurar un bienestar más sólido para toda la ciudadanía.

En este sentido, ha sido durante los últimos tiempos en que se ha lanzado un fármaco que ha supuesto toda una revolución en el campo sanitario. Se trata de Ozempic, un medicamento con una alta efectividad para tratar pacientes que dispongan de problemas de salud relacionados con la diabetes tipo 2 y la obesidad. Tal es su magnitud que los expertos encargados de su desarrollo fueron galardonados con el Premio Princesa de Asturias de Investigación 2024.

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Su aplicación consiste en aumentar los niveles de secreción de insulina por parte del páncreas, basando dicho proceso en su principio activo, la semaglutida. Gracias a este, los niveles de azúcar en sangre provocan un vaciamiento gástrico más ralentizado y una reducción de glucagón tras la ingesta de comida. De esta manera se logra una disminución del apetito, traduciéndose en una pérdida de peso. Sin embargo, dado su reciente lanzamiento, Ozempic puede contener algunos efectos a largo plazo aún desconocidos.

Hallazgo reciente

Durante las últimas investigaciones acerca de dicho fármaco, se había corroborado que este podía ser un importante agente en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Concretamente, era capaz de reducir los ataques de corazón y otras afecciones similares en pacientes con sobrepeso. No obstante, nuevos hallazgos hacen sospechar de los riesgos que dicho fármaco puede conllevar en el futuro a los pacientes que lo consuman.

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Dicha información ha sido recabada en un estudio reciente, en el que se ha comprobado que existe un cierto riesgo de que la semaglutida pueda provocar atrofia cardíaca. Estos resultados, los cuales todavía no son concluyentes, se han probado en ratones como sujetos de prueba. Esto se traduce en una disminución en la masa cardiaca de nuestros órganos que puede llegar a ser perjudicial en el futuro para los pacientes con enfermedades cardiovasculares.

“No podemos estar seguros de que la semaglutida induzca atrofia per se o si lo hace, puede ocurrir a través de vías moleculares que no se han identificado aquí” han declarado los responsables del estudio, los cuales solicitan que se evalúe cuidadosamente la estructura de este fármaco y similares para comprobar los efectos que dispongan en los seres humanos a largo plazo.