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Este inmunólogo español te explica qué pasa en tu cuerpo cuando te haces una herida
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Paso a paso

Este inmunólogo español te explica qué pasa en tu cuerpo cuando te haces una herida

El doctor José Gómez Rial te cuenta cómo tu sistema inmunológico se activa para defenderte y reparar el daño

Foto: Jose Gómez Rial. (Foto cedida)
Jose Gómez Rial. (Foto cedida)

Las heridas son una experiencia común, desde un pequeño corte en el dedo al cocinar hasta una raspadura al caer en el parque. Aunque parezca algo cotidiano, lo que ocurre dentro de nuestro cuerpo para sanar es un proceso increíblemente complejo y eficiente.

Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué pasa dentro de tu cuerpo cuando te haces una herida? José Gómez Rial, jefe del Servicio de Inmunología del Hospital Universitario de Santiago de Compostela, ha dado respuesta a esta pregunta a través de su cuenta en X.

En primer lugar, señala que cuando nos hacemos una herida, nuestro cuerpo inicia una respuesta inmediata. Las células dañadas liberan señales químicas, llamadas "alarminas", que alertan al sistema inmunológico que patrulla en la zona para que actúe rápidamente.

"La piel, que es nuestra primera barrera protectora, se rompe y expone el interior del cuerpo a posibles infecciones. En ese momento, el sistema inmune innato entra rápidamente en acción para defendernos, buscando cualquier signo de daño o microorganismos invasores", continúa.

Asimismo, explica que la inflamación es una de las primeras respuestas. Los vasos sanguíneos en la zona se dilatan, lo que provoca enrojecimiento e hinchazón, pero también permite que más células inmunes lleguen rápidamente a la herida. Además, el sangrado se detiene con la formación de un coágulo.

"Los primeros en llegar al lugar de la herida son los neutrófilos, células encargadas de 'limpiar' el área atacando cualquier bacteria o patógeno. Junto a ellos, los macrófagos ayudan a eliminar restos celulares y envían señales para promover la reparación", prosigue.

Foto: El ministro de Transportes, Oscar Puente. (EFE/Biel Aliño)

El inmunólogo señala que las plaquetas también tienen un papel crucial, ya que no solo ayudan a formar el coágulo y detener el sangrado, sino que liberan factores de crecimiento que estimulan la regeneración de tejidos. Y en paralelo, el cuerpo comienza a producir moléculas de señalización como las citocinas y las quimiocinas, que coordinan la respuesta inflamatoria y atraen más células inmunes al sitio de la herida. Toda ayuda es poca.

"Cuando el riesgo de infección disminuye, el proceso cambia hacia la reparación. Los fibroblastos generan colágeno para cerrar la herida, mientras que los queratinocitos ayudan a reconstruir la capa externa de la piel", destaca.

Continúa explicando que el equilibrio es esencial durante este proceso. Si la inflamación es demasiado intensa, puede dañar los tejidos sanos. Si es demasiado débil, el cuerpo puede no defenderse adecuadamente contra las infecciones. Todo debe estar perfectamente coordinado

"Hoy sabemos que el microbioma (microorganismos que conviven en la piel) juega un papel en este proceso. Las bacterias beneficiosas presentes en nuestra piel ayudan a regular la inflamación y mantienen un ambiente saludable que favorece la cicatrización", señala al tiempo que destaca que "los avances científicos de hoy en dia permiten optimizar la cicatrización. Existen apósitos inteligentes (hidrocoloides, hidrogeles, colágeno, etc.) que aceleran la reparación y protegen mejor contra infecciones".

Concluye diciendo: "La próxima vez que te hagas una herida, recuerda: tu cuerpo está orquestando un proceso asombroso de defensa y reparación, todo gracias a un sistema inmunológico que trabaja en equipo para protegerte".

Las heridas son una experiencia común, desde un pequeño corte en el dedo al cocinar hasta una raspadura al caer en el parque. Aunque parezca algo cotidiano, lo que ocurre dentro de nuestro cuerpo para sanar es un proceso increíblemente complejo y eficiente.

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