¿Por qué España se automedica? Una tendencia de moda entre jóvenes y que no para de crecer en todo el país

España se automedica. El 38,6% de la población opta por esta tendencia que sigue al alza, pues la cifra aumenta por cuarto año consecutivo. Tal es la popularidad del consumo de estos medicamentos que es considerado por algunos expertos como un "problema de salud pública". Cala especialmente en los jóvenes, con un 52,2% de las personas de entre 18 y 25 años sigue esta tendencia. Pero, ¿qué les lleva a ello? Dos expertas ahondan en esta cuestión y apuntan a varias hipótesis, con protagonismo de las redes sociales.

Así lo refleja el estudio de Aegon, que detalla que del 52,2% de los jóvenes que toman algún tipo de medicación sin prescripción médica, el 22,5% consumen medicamentos, el 19,3% homeopatía o medios naturales y el restante ambos. "Analizando por perfiles sociodemográficos qué síntomas intentan aliviar con automedicación, se observa una mayor diferencia respecto a la media en el uso de preparados entre los jóvenes para tratar cuestiones psicológicas (27,1%) y dolencias crónicas o habituales (19,7%)", concreta. Además, por edades, el grupo de 18 a 25 años es el que más consume ansiolíticos y antidepresivos, un 24,7%.

Beatriz Torres, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, considera que detrás de este porcentaje en los jóvenes hay varios motivos. "Es posible que la población joven tienda más a la automedicación por el acceso a canales informativos en internet. También suele autodiagnosticarse y autotratarse", confirma. Además, estas personas se inclinan por creer que sus dolencias son de menor envergadura, por lo que se apoyan en tratar ciertos síntomas con productos multivitamínicos que estén de moda o han visto anunciados.

Por tanto, las redes sociales junto con los influencers, cobran especial protagonismo, al tratarse de canales de anuncio que venden con "mayor facilidad". "Les consideramos personas cercanas, similares a nosotros y a los cuales les ha ido muy bien un fármaco para solucionar esa dolencia o malestar que la persona presenta, por lo que nos dan seguridad y cercanía. Pueden difundir remedios mágicos sin base científica y, por supuesto, sin conocer el receptor de la información, pueden normalizar el consumir fármacos o complejos multivitamínicos u homeopáticos y en ocasiones pueden llegar a incentivar ciertas tendencias contraproducentes con la salud de la persona", ahonda. A esta receta hay que sumar la percepción de invulnerabilidad en los que algunos pacientes subestiman los riesgos asociados a algunos fármacos.

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La farmacéutica Raquel Vara defiende que ha estado muchos años detrás del mostrador y que "raramente" acuden a su botica los jóvenes, más allá que para buscar alguna crema o algún producto natural recomendado por otra persona. "Nunca he visto que sean los que más se automedique", sostiene.

¿Quién y qué poblaciones se automedican más en España?

Las mujeres, de manera general, se automedican más que los hombres y conforme pasan los años, esta tendencia disminuye. Además, hay diferentes factores que influyen "fuertemente", como puede ser la situación laboral. Es decir, se observa esta práctica en especial en aquellos que han perdido su trabajo o han estado en ERTE.

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Si se analiza por comunidades autónomas, País Vasco, Navarra y Castilla-La Mancha están a la cabeza con un 46,2, un 45 y un 44,4% respectivamente. La otra cara de la moneda la componen Aragón (24,8%), Castilla y León (30,2%) y Asturias (32,2%).

Torres, responsable del Grupo de Trabajo de Residentes y Jóvenes Especialistas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), comenta que se puede considerar un problema de salud pública, "entendiéndose la automedicación sin formación previa sanitaria, dado que puede implicar reacciones adversas, interacciones con otros medicamentos o el desarrollo de resistencia a antibióticos".

Precisamente, Vara pone en valor el papel del farmacéutico: "La automedicación forma parte del autocuidado. Es verdad que este autocuidado puede contar o no con un profesional sanitario, pero en el caso de los medicamentos, el paciente tiene el apoyo del farmacéutico. Este hace una serie de preguntas para saber si ese producto que está solicitando el paciente es el más adecuado para el problema de salud que está comentando. En otros casos, vienen para que le demos algo para aliviar el dolor o problema que sea. El sanitario tiene una serie de procedimientos de evaluación para poder identificar si realmente le va a ayudar un medicamento que no requiere prescripción o tiene que ir al médico".

Los riesgos de la automedicación

La responsable de campañas sanitarias del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Vara, comenta que le sorprende que este estudio recoja que los jóvenes utilizaban ansiolíticos o antidepresivos, pues son medicamentos con receta y en España cada vez se controla más esta cuestión. Sin embargo, recuerda que el 50% de los pacientes incumple su tratamiento y los restos se quedan en el botiquín "por si acaso". Además, otros expertos hacen hincapié en que es común que ciertos fármacos, como las benzodiacepinas, se compartan y recomienden entre familiares y amigos.

"Tomar medicamento con prescripción que no necesitas puede provocar muchísimos problemas, pero analgésicos o antiinflamatorios tomados en dosis inadecuada o durante un tiempo inadecuado puede producir problemas renales o hemáticos. Esto se dice en la farmacia", sostiene.

Además, insiste en que un porcentaje considerable de las personas que más se automedican acaban en urgencias "porque piensan que con lo que se están tomando ya lo controlan y no ven un problema de salud que puede hacer más grave".

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Finalmente, también se ha de tener en cuenta que ciertos medicamentos, como los hipnóticos, pueden crear adicción. "Hay muchísimos más riesgos que beneficios en una automedicación que no está bien controlada. En la farmacia tenemos mucho cuidado", defiende.