Un epidemiólogo enseña un sencillo remedio que puedes preparar en casa para combatir el dolor de garganta y los resfriados

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El dolor de garganta es uno de los síntomas más habituales y desagradables en las infecciones respiratorias. Puede estar provocado por un resfriado, gripe, faringitis o alergias. Esta molestia suele venir acompañada de dificultad al tragar, sequedad y sensación de aspereza en la garganta. Los otros síntomas que experimentes son fundamentales para identificar el origen.

Si es un simple resfriado, es probable que también aparezcan congestión nasal, tos y ojos llorosos. Aunque la fiebre no es común, puede que suba ligeramente la temperatura. En el caso de la gripe, es más frecuente tener fiebre, malestar general y sensación de fatiga.

El remedio natural contra los resfriados

Pero existen remedios naturales que puedes preparar en casa para aliviar uno de los síntomas más comunes durante la temporada alta de la gripe. El Dr. Tim Spector, epidemiólogo y profesor en el King's College de Londres, ha compartido en su cuenta de Instagram su solución para ayudar a combatir el dolor de garganta y los resfriados.

Este remedio, basado en la fermentación de ajo y miel, es fácil de preparar y puede conservarse durante mucho tiempo, proporcionando una solución natural para aliviar estos molestos síntomas.Este remedio cuenta con beneficios probados para la salud. "El ajo está repleto de fibra prebiótica inulina que favorece la salud intestinal y se cree que tiene propiedades antimicrobianas y antivirales que pueden ayudar a combatir el resfriado y la gripe", asegura.

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Además, menciona que, según un ensayo controlado aleatorizado, "tomar extracto de ajo provocaba 3 veces menos resfriados durante un periodo de 3 meses que tomar un placebo". La miel, por su parte, también ha demostrado su eficacia en estudios con humanos, mejorando la frecuencia y la gravedad de la tos.

La receta es muy simple: basta con colocar dientes de ajo pelados en miel cruda y remover la mezcla. Según el doctor, es importante dejar el tarro en un lugar oscuro para que fermente, asegurándose de girarlo cada día para que los dientes de ajo queden sumergidos en la miel. "También hay que abrir el tarro para que 'eructe' cada dos días", comenta Tim Spector.

El proceso de fermentación puede variar según la temperatura ambiente. En los meses fríos, el ajo y la miel pueden tardar más de una semana en fermentar, pero lo mejor es que esta mezcla sigue fermentando con el tiempo y puede durar hasta un año fuera del frigorífico, según explica el epidemiólogo. "Si eres impaciente y quieres probarlo durante el proceso de fermentación, ¡no le molestará demasiado!", añade.

Para utilizar este remedio, el Dr. Spector sugiere consumir la miel de ajo fermentada directamente, aunque también se puede usar en ensaladas o como aderezo en verduras asadas.