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Aguantarte las ganas de ir al baño puede ser un grave peligro, según una uróloga
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Hay que tener cuidado

Aguantarte las ganas de ir al baño puede ser un grave peligro, según una uróloga

Todo el mundo se ha aguantado las ganas de orinar en más de una ocasión, por encontrarse en situaciones inoportunas, pero hacer sufrir demasiado a nuestra vejiga puede producir problemas realmente serios

Foto: Aguantarte las ganas de ir al baño puede ser un grave peligro, según una uróloga (Freepik/krakenimages.com)
Aguantarte las ganas de ir al baño puede ser un grave peligro, según una uróloga (Freepik/krakenimages.com)

A menudo nos encontramos en situaciones en las que, aunque nuestro cuerpo nos pide ir al baño para orinar, nos aguantamos y esperamos a un momento más propicio. Y más aún si llevamos un estilo de vida ajetreado, o si tenemos que pasar tiempo en lugares en los que no tenemos un cuarto de baño al lado. Sin embargo, hacer caso a la llamada de la naturaleza es mucho más importante para nuestra salud de lo que cabría imaginar.

Lo ha dejado muy claro la doctora Cristina Barrera, conocida en redes como @laurologadetiktok, que explica dos razones fundamentales para evitar aguantarnos e ir al cuarto de baño cuando corresponda. Tras ver este vídeo, muchos se lo pensarán mejor antes de apurar y retrasar el momento de descargar su vejiga:

Los dos motivos para no aguantarse

El primer motivo es que, cuando la vejiga llega a aproximadamente el 60% de su capacidad, nuestro sistema nervioso nos avisa para vaciarla. Según explica la doctora Barrera, "ignorar esta señal de forma ocasional no supone riesgos para tu salud urológica", pero si lo hacemos con frecuencia sí corremos el peligro de generar problemas como la infección de orina. "Al retener la orina más de lo normal, se crea un ambiente idóneo para el crecimiento bacteriano", comenta la uróloga.

La segunda razón, que la uróloga señala como aún más preocupante, es el daño del músculo a la vejiga, que se llama detrusor. "Si tienes la vejiga constantemente distendida, este músculo puede perder su capacidad para contraerse de forma adecuada, impidiendo que tu vejiga se vacíe por completo". En resumen: cuanto más nos aguantamos las ganas de orinar, más corremos el riesgo de dañar la vejiga y de sentir a la larga esas ganas de ir al baño aún más a menudo.

Foto: La ginecóloga Begoña Pellicer en un momento de la entrevista. (Foto Richi Granell)

Por si fuera poco, Barrera alerta de que "esto, en casos severos, puede llevar a la necesidad de sondarse de forma regular para vaciar la vejiga", y que sea algo que nos condicione de por vida. Por lo tanto, queda claro que debemos priorizar siempre nuestra salud, y atender nuestras necesidades personales cuando nuestro cuerpo nos lo pida.

A menudo nos encontramos en situaciones en las que, aunque nuestro cuerpo nos pide ir al baño para orinar, nos aguantamos y esperamos a un momento más propicio. Y más aún si llevamos un estilo de vida ajetreado, o si tenemos que pasar tiempo en lugares en los que no tenemos un cuarto de baño al lado. Sin embargo, hacer caso a la llamada de la naturaleza es mucho más importante para nuestra salud de lo que cabría imaginar.

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