Un paso más cerca de la vacuna contra el cáncer de colon gracias a esta bacteria
Una nueva investigación, publicada en la revista 'Lancet Microbe', descubre una posible nueva vía de tratamiento gracias a la 'Escherichia coli'
Casi el 15% de todos los tumores diagnosticados en 2023 en España fueron de colon. A los investigadores también les preocupa la incidencia en otros países, de hecho una investigación publicada en enero de este año aseguraba que aumentarán las tasas de mortalidad por esa enfermedad en personas entre 25 y 49 años en la Unión Europea.
Con estos datos y gracias al estudio de la patología, se abre la puerta a nuevas líneas terapéuticas, como la que se publica este miércoles en la revista Lancet Microbe. El Instituto Sanger de Wellcome Trust, de Reino Unido, ha analizado, junto con la Universidad de Helsinki, las diferencias de la incidencia de cáncer colorrectal, de vejiga y próstata, comparándolas con datos globales de seguimiento de cepas de la bacteria Escherichia coli, más conocida como E. coli.
Los científicos han llegado a la conclusión de que dos cepas de la misma producen una sustancia, llamada colibactina, que se ha identificado como un factor de riesgo para el cáncer colorrectal. Cuentan también que esas cepas se encuentran "con mayor frecuencia" en países industrializados, donde causan tasas elevadas de infecciones del tracto urinario y en el torrente sanguíneo: "Una intervención para eliminarlas también reduciría la carga de infección y el uso de antibióticos. Ofrecería un gran beneficio para la salud pública".
Reino Unido, Noruega, Finlandia, Japón y Estados Unidos son los países donde las hallaron, aunque los autores del documento confiesan a este periódico que "es probable" que estén presentes en todos los países con altos ingresos de Europa y también en Australia.
Igualmente, explican que la capacidad de producir colibactina es una característica poco común y se encuentra principalmente en esas dos cepas que han estudiado, que tienen al menos 300 años de antigüedad: "Las intervenciones que las aborden, como una vacuna o un probiótico, podrían evitar que estas bacterias circulen y, a su vez, reducir el riesgo de cáncer".
Otro aspecto que comentan desde el instituto que la mayoría de esas bacterias "son inofensivas y muchas personas tienen alguna en el intestino, como parte de su microbioma". Entonces, ¿cómo se identifican? Pues los investigadores exponen que para identificar a los productores de colibactina, normalmente se necesitaría la secuenciación del genoma completo de una muestra de heces: "Es probable que se pueda desarrollar una prueba de PCR con el fin de identificar y rastrear a las bacterias E. coli productoras de colibactina. Esto a nivel de población podría ayudar a comprender los factores que intervienen en la colonización intestinal de estas bacterias, así como el motivo que influye en su posible propagación o reducción".
Cada vez más cerca de la vacuna
Los autores reconocen que "la vacuna cada vez está más cerca" porque el objetivo potencial del estudio es que el pinchazo erradicara las bacterias. Detallan otra posible vía, el desarrollo de productos probióticos terapéuticos, en forma de pastilla, que ayuden a desplazar estas dos cepas de E. coli del intestino humano, "con el objetivo de eliminarlas de la población".
"Una cosa a tener en cuenta es que la firma mutacional de la colibactina no se detecta en el 100% de las muestras de tumores, solo en el 25%, por lo que una vacuna solo protegería contra este tipo de factor de riesgo y para esta población. Esta investigación es importante porque se ha utilizado la genómica a gran escala para rastrear estas cepas en varios países durante los últimos 5 años. Los datos se remontan a principios de la década de 2000 y esto ha permitido a los investigadores comenzar a ver las posibles conexiones entre dos cepas de E. coli y las tasas de incidencia del cáncer", añaden.
Antecedentes
Ya en 2020, otra investigación descubrió que la colibactina provocaba roturas del ADN de las células humanas y se encontró evidencia de daños causados en muestras de tumores de pacientes con cáncer colorrectal, de vejiga o de próstata. Tras los análisis, se llegó a la conclusión de que los países industrializados tienen niveles más altos de estas enfermedades en comparación con los que tienen escasos recursos, como Bangladesh o Pakistán. En estas regiones, las dos cepas productoras de colibactina son mucho más raras y la incidencia de esos cánceres, también es menor.
Por este motivo, el equipo del Instituto Sanger de Wellcome Trust, plantea la hipótesis de que la variación geográfica en la incidencia del cáncer se ve afectada por los distintos niveles de exposición de la población a las cepas de E. coli: "No obstante, se necesitan más investigaciones a gran escala, incluido un muestreo de tumores".
Casi el 15% de todos los tumores diagnosticados en 2023 en España fueron de colon. A los investigadores también les preocupa la incidencia en otros países, de hecho una investigación publicada en enero de este año aseguraba que aumentarán las tasas de mortalidad por esa enfermedad en personas entre 25 y 49 años en la Unión Europea.
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