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Las pantallas son la semilla del diablo: cómo evitar que tu bebé de dos meses termine siendo adicto con 10 años
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Consecuencias en el crecimiento

Las pantallas son la semilla del diablo: cómo evitar que tu bebé de dos meses termine siendo adicto con 10 años

Los pediatras de Extremadura llevan un par de años preguntando y haciendo recomendaciones al respecto en las primeras revisiones desde recién nacido

Foto: Niños jugando con móviles en Alemania. (Getty Images / Sean Gallup)
Niños jugando con móviles en Alemania. (Getty Images / Sean Gallup)

Las pantallas forman parte de nuestra vida e incluso a veces parecen una extensión de uno mismo. En los transportes públicos, gran parte de los viajeros están inmersos en sus móviles. También están muy presentes en las salas de espera de cualquier organismo: desde la cola del paro, hasta los centros de salud. Cecilia Gómez Málaga lo conoce de primera mano. Es pediatra en atención primaria desde hace más de 20 años y en su consulta se ha encontrado a un bebé con apenas año y medio que no soltaban el teléfono ni para que le auscultaran, con tal de que no llorara. No es un caso tan grave, pero sí que los encuentra con otros con mayor edad: niños con 10 años "muy enganchados" a juegos y tablets. "A veces los padres vienen porque no estudian y se ponen como brutos cuando se lo quitan", asegura.

El uso inadecuado de estas pantallas es una cuestión que preocupa, no solo a los pediatras, sino que también a la sociedad en general, como muestra el informe encargado por el Ministerio de Juventud e Infancia sobre el uso de teléfonos móviles en menores de edad.

Desde la pediatría llevan años tratando de detectarlo, advirtiendo y haciendo recomendaciones al respecto. Gómez Málaga, quien trabaja en un centro de salud en Badajoz, explica que hace 10 o 15 años lo hacían con niños de a partir de seis meses por la televisión. Desde hace unos tres años los extremeños han incorporado en las revisiones de los pequeños de dos meses en adelante, siguiendo las pautas del programa de salud infantil actualizado de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AepAP). "Aunque parezca muy pronto, hacemos unas recomendaciones de restringir su uso. Con esa edad empiezan a fijar mirada y las luces azules no son buenas, y no son imágenes dimensionales. Todo esto no favorece al desarrollo del niño", afirma.

Para esta tarea se apoyan en una aplicación de la AepAP, donde padres y familiares pueden encontrar estos contenidos. Los padres suelen aceptar los consejos bien, de manera general, con una excepción. "Lo único con lo que me han puesto pegas es con las videollamadas", recuerda.

placeholder Foto de archivo de una familia viendo un documental de la BBC. (Getty Images / Keystone)
Foto de archivo de una familia viendo un documental de la BBC. (Getty Images / Keystone)

Abel Domínguez, psicólogo infanto-juvenil, apoya empezar con esta edad, pues le parece "absolutamente coherente con los tiempos que estamos viviendo". "Si estamos centrados en llegar a cinco cosas después de que hemos estado dedicando ocho horas al trabajo, es complicado llegar a casa, tener comida fresca y casera, planificar las compras, que esté todo limpio… Querer llegar a todas esas cosas y además prestar la atención a nuestros hijos y jugar con ellos no siempre es compatible. Ahí es cuando entran las pantallas como fuente de entretenimiento", argumenta. En el caso de tener que tener a estos bebés entretenidos con contenido audiovisual, insiste en que ha de ser en periodos cortos y que hay contenidos específicos para ello. "Tampoco podemos demonizar a los adultos que recurren a esto", defiende.

¿Cuánto usan los niños las pantallas en España?

Casi siete de cada diez niños españoles superan el límite de tiempo máximo de exposición a las pantallas recomendado por los expertos. Esta cifra sube hasta el 84% si la edad comprende entre los uno y los tres años y aún más si se tiene de cuatro a seis años (88%), según recoge el estudio La falta de juego en la infancia, realizado por la Fundación Crecer Juntos y el Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio.

Las recomendaciones suelen variar. Gómez Málaga comenta que se aconseja que en los dos o tres primeros años de vida no se utilicen, aunque la última cifra "no lo cumple nadie". "Si prohíbes al 100% a lo mejor te llevas un chasco. Tenemos que ver cómo recomendamos", reflexiona.

Foto: Unas niñas entran juntas en un colegio en Bilbao en una imagen de archivo. (EFE/Luis Tejido)

Este martes, el Consejo de Ministros aprobó un informe pedido por el Ministerio de Juventud e Infancia a un comité de 50 expertos para conocer la exposición de los menores a los móviles. En este documento destaca, entra otras cuestiones, pantallas cero hasta los seis años, teléfonos analógicos (sin acceso a internet) hasta los 16 y limitar el uso del móvil en los adultos delante de los menores. Estas son algunas de las 107 medidas dirigidas al Gobierno, elaborado de forma altruista y de forma independiente.

Consecuencias en el crecimiento

Estos expertos que acompañan a los niños a lo largo de su crecimiento explican que las consecuencias de un uso inadecuado de estas pantallas pueden ser múltiples. "Si va en detrimento de una actividad saludable, de hacer más ejercicio físico, puede afectar en un sobrepeso. Desde el punto de vista neurológico, puede conllevar no establecer unas relaciones adecuadas, pues crea adicción. Además, el uso de pantallas lo que te hace es que no esperes, que tengas enseguida alguna recompensa, lo que conlleva tolerar mal la frustración y que sea caldo de cultivo para otras adicciones posteriormente", explica Gómez Málaga, vocal de Extremadura de AepAP.

Foto: Tiempo frente a la pantalla y síntomas depresivos (Pexels).

Domínguez, quien es director de Domínguez Psicólogos, matiza que más que riesgo por uso, sería riesgo por abuso: puede ser dañino por la luz emitida en el desarrollo de la vista y también a la hora de prestar atención en otros lugares alejados de la pantalla, como el formato papel y bolígrafo. "Esto afectaría irremediablemente a su rendimiento escolar. Cuando el niño empieza a fracasar en el colegio, le genera frustración y otras emociones negativas en torno a su desempeño, por lo que afectaría a su eficacia percibida y, por tanto, a su autoestima", concluye.

Las pantallas forman parte de nuestra vida e incluso a veces parecen una extensión de uno mismo. En los transportes públicos, gran parte de los viajeros están inmersos en sus móviles. También están muy presentes en las salas de espera de cualquier organismo: desde la cola del paro, hasta los centros de salud. Cecilia Gómez Málaga lo conoce de primera mano. Es pediatra en atención primaria desde hace más de 20 años y en su consulta se ha encontrado a un bebé con apenas año y medio que no soltaban el teléfono ni para que le auscultaran, con tal de que no llorara. No es un caso tan grave, pero sí que los encuentra con otros con mayor edad: niños con 10 años "muy enganchados" a juegos y tablets. "A veces los padres vienen porque no estudian y se ponen como brutos cuando se lo quitan", asegura.

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