EPOC en invierno: ¿qué debo tener en cuenta para evitar una crisis?
Con la llegada del frío aumentan las infecciones respiratorias y hay un mayor riesgo de sufrir un empeoramiento de la enfermedad. Para evitarlo, es importante vacunarse y controlar el ambiente exterior e interior
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una afección respiratoria progresiva caracterizada por la obstrucción persistente del flujo de aire en los pulmones. Es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, y tiene un impacto devastador sobre la calidad de vida de los pacientes, limitando sus actividades diarias y generando síntomas como dificultad para respirar, tos crónica y producción de esputo.
Esta obstrucción del flujo de aire en los pulmones se produce “por un daño estructural en las vías respiratorias (bronquios) y también en los alvéolos, que son precisamente las estructuras encargadas del intercambio de gases y, por tanto, de nuestra oxigenación”, explica la doctora Sarah Béatrice Heili Frades, responsable de la Unidad de Cuidados Intermedios Respiratorios del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y elegida entre los Mejores Médicos de España 2024, que añade que “aunque actualmente no tiene cura, sí puede controlarse”.
Dentro de la EPOC, tradicionalmente, se han distinguido dos grupos principales:
- Bronquitis crónica: una inflamación persistente de los bronquios, que genera tos crónica y producción excesiva de moco.
- Enfisema pulmonar: se produce una destrucción de las paredes de los alvéolos, lo que reduce la capacidad del pulmón para captar oxígeno.
En la actualidad, apunta la doctora, “se está pudiendo clasificar mejor la enfermedad, estudiándola con más detalle para tratar de hacer una medicina más personalizada. La semana pasada, por ejemplo, se publicó la nueva guía de EPOC para el mundo, conocida como Guía Gold 2025”.
Vivir con EPOC
Aunque no es una enfermedad de la que se hable mucho, “la OMS advierte de que se trata de la tercera causa de muerte en el mundo. Su prevalencia aumenta con la edad y la exposición a factores de riesgo”. Los principales son el tabaquismo (implicado en más del 80% de los casos), la contaminación del aire, factores ocupacionales (exposición a químicos o polvo en el trabajo) y factores genéticos. “Una deficiencia de alfa-1 antitripsina, una proteína que protege los pulmones, puede predisponer a esta enfermedad sin necesidad de más factores externos. Tiene tratamiento sustitutivo, por lo que debe siempre descartarse”, explica la doctora.
La mayoría de los pacientes con EPOC comparten síntomas como la dificultad para respirar, la tos crónica, el aumento de producción de esputo -especialmente por la mañana-, infecciones respiratorias frecuentes, cansancio y pérdida de peso. Esta patología también tiene un impacto profundo en el día a día. Así, “los enfermos van a experimentar una gran dificultad para realizar actividades básicas como subir escaleras, ponerse unos calcetines o caminar distancias cortas”.
Al mismo tiempo, suele aparecer también una fatiga crónica: “El cuerpo se esfuerza constantemente para obtener suficiente oxígeno, por lo que el cansancio es diario y crónico, la musculatura sufre, tiene demasiada demanda energética y se va perdiendo la masa muscular, lo que produce aún más fatiga”.
Estas limitaciones físicas pueden llevar a una pérdida de autonomía y a evitar interacciones sociales, lo que termina aislando al paciente, que reduce su actividad y pierde aún más masa muscular. Todo este cuadro impacta de manera negativa en la salud mental. “Es muy frecuente que se asocien trastornos ansioso-depresivos, que se deben al miedo a la progresión de la enfermedad y que a menudo están infradiagnosticados”.
EPOC durante el invierno
El invierno es una estación particularmente desafiante para las personas con EPOC. Esto es así, en primer lugar, porque “las bajas temperaturas irritan las vías respiratorias y desencadenan broncoespasmo, dificultando la respiración y pudiendo llegar a requerir un ingreso”. Además, las infecciones respiratorias son más comunes en invierno y pueden causar exacerbaciones graves. “Es una estación con alta prevalencia de virus respiratorios que se suceden uno tras otro; especialmente nocivos son el virus sincitial respiratorio, responsable de las bronquiolitis en los niños y que ha pasado con fuerza a los adultos; la gripe A y B, y por supuesto el Sars Cov 2, con variantes que se van sucediendo y mutando tanto o más que la gripe aún”.
Además, en invierno aumenta la contaminación por calefacción, las personas se reúnen en entornos cerrados debido al frío exterior y, en este contexto, la concentración de contaminantes ambientales aumenta. La calefacción, asimismo, reduce la humedad del aire, lo que puede espesar las secreciones y dificultar su expulsión”.
Estos consejos pueden ayudar a manejar mejor la enfermedad durante los meses invernales y prevenir complicaciones:
- Vacunación: contra la gripe, el covid, VRS y el neumococo para prevenir infecciones graves.
- Evitar el aire frío: cubrir nariz y boca con una bufanda para calentar el aire inhalado.
- Control del ambiente en casa: mantener una temperatura constante (entre 18-21 °C) y una buena ventilación para evitar acumulación de contaminantes.
- Hidratación adecuada: beber suficiente agua para facilitar la eliminación de secreciones.
- Evitar el contacto con personas enfermas: el objetivo es reducir la exposición a virus respiratorios.
- Cumplir con el tratamiento médico: usar inhaladores según las indicaciones y no suspender la medicación sin consultar.
- Rehabilitación pulmonar: todos los pacientes con EPOC deben hacer fisioterapia respiratoria a diario
- Evitar fuentes de irritantes: no fumar y evitar el humo de calefactores o estufas.
- Atención a signos de alerta: consultar inmediatamente al médico si aumenta la disnea, la tos o el esputo cambia de color.
El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con la Fundación Jiménez Díaz.
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una afección respiratoria progresiva caracterizada por la obstrucción persistente del flujo de aire en los pulmones. Es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, y tiene un impacto devastador sobre la calidad de vida de los pacientes, limitando sus actividades diarias y generando síntomas como dificultad para respirar, tos crónica y producción de esputo.