Estos han sido los avances más importantes del año frente al cáncer de mama
El 2024 ha sido un buen año en términos de introducción de nuevos tratamientos para la enfermedad, tanto en fases tempranas como avanzadas. Hablamos con varios expertos para saber más
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Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de mama se trata del tumor más frecuente entre las mujeres en nuestro país -por delante del cáncer colorrectal, de pulmón o de cuello uterino- con una estimación de 36.395 nuevos casos este año y más de 6.000 fallecimientos. A nivel mundial también se trata del tumor maligno más común en el género femenino. La buena noticia es que la investigación de mama no cesa y casi de forma constante hay novedades.
“La introducción de nuevos tratamientos ha sido espectacular, tanto en la enfermedad precoz como en la enfermedad avanzada”, señala la doctora Lucía González-Cortijo, jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. “Particularmente, este último año hemos obtenido la aprobación de dos fármacos muy importantes para la enfermedad metastásica: el sacituzumab-govitecán y el trastuzumab-deruxtecán”. El primero ya estaba aprobado para su uso en tumores triples negativos, pero desde este año también se puede usar en un gran número de pacientes con tumores hormonodependientes, que son aquellos cuyas proteínas -denominadas receptores hormonales- se activan cuando las hormonas (estrógenos o progesterona) se unen a ellos. “Y el segundo, el trastuzumab-deruxtecán, que únicamente podíamos usar en pacientes HER2 positivas, en la actualidad se ha convertido en un pilar fundamental para las pacientes con tumores HER2-low (un nuevo concepto que define tumores que no son HER2 positivos puros pero que tiene algo de expresión de la proteína HER2)”, indica.
Ambas terapias son anticuerpos conjugados con fármacos, conocidos como ADCs, que funcionan detectando la proteína sobreexpresada de la célula tumoral y liberando un citotóxico que produce una alteración en su ADN y, como consecuencia, su muerte. Ha demostrado buenos resultados en pacientes que han agotado otras líneas de tratamiento y, al tratarse de una terapia dirigida, tiene menos efectos secundarios, entre otras ventajas. El doctor José Ángel García Sáenz, del Hospital Ruber Internacional y el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, explica que los ADCs “representan una opción en sucesivas líneas del cáncer de mama avanzado, es decir, tras una primera línea de tratamiento asistencial. Estamos investigando para que estos agentes supongan una realidad en primera línea, incluso en cáncer de mama inicial, y esperamos que se confirmen los resultados preliminares”.
El doctor Miguel Martín, jefe de Oncología del Hospital Gregorio Marañón, añade que "en el cáncer de mama triple positivo (HER2-positivo y receptor hormonal positivo), una noticia un tanto sorprendente, pero muy positiva, ha sido la reciente demostración de la gran eficacia de añadir palbociclib al bloqueo de her2 y terapia endocrina". Asimismo, "un nuevo fármaco, el inabolisib, ha demostrado también su eficacia en pacientes con un tipo de cáncer de mama receptor hormonal positivo/HER2 negativo metastásico que presenta unas mutaciones específicas (en el gen PIK3CA)".
"En cáncer de mama precoz cada vez podemos ofrecer a nuestras pacientes un tratamiento más personalizado" (Dra. González-Cortijo)
Por otro lado, si nos centramos en la enfermedad diagnosticada en estadios tempranos, el doctor enumera varios logros de este año “la incorporación de los inhibidores de ciclo celular (CDK-i) como tratamiento adyuvante en cáncer de mama hormonosensible inicial de alto riesgo; la incorporación de olaparib adyuvante en cáncer de mama de alto riesgo asociado a mutaciones patogénicas germinales y la incorporación de la inmunoterapia en cáncer de mama localmente avanzado triple negativo, lo que mejora la tasa de curación de estas personas”. También destaca “el tratamiento subcutáneo de trastuzumab-pertuzumab para cáncer de mama HER2(+), que evita venopunciones y asistencia al hospital de día oncológico, acorta el tiempo de administración y humaniza la administración del tratamiento”.
El doctor Martín, por su parte, destaca "la denominada desescalada terapéutica en pacientes a las que por medios clínicos o genómicos se clasifica como de bajo riesgo y que consiste esencialmente en obviar la quimioterapia (tumores hormonosensibles) o reducir el número de fármacos (tumores HER2-positivos)". Y en los casos de más alto riesgo de recaída "disponemos de dos fármacos, el abemaciclib y ribociclib, que reducen significativamente la proporción de pacientes que presentan recurrencias de la enfermedad tras el tratamiento primario".
La doctora González Cortijo añade que "en cáncer de mama precoz cada vez podemos ofrecer a nuestras pacientes un tratamiento más personalizado. En los tumores agresivos utilizamos cada vez más un abordaje que se denomina tratamiento neoadyuvante, en el que tratamos con quimioterapia y los fármacos que la paciente precise según su tumor antes de la cirugía. Este abordaje nos permite, no sólo conocer el pronóstico de nuestra paciente, sino poder valorar la respuesta 'in vivo' del tumor al tratamiento y organizar un plan B en caso de que la respuesta no haya sido buena. Por otra parte, en los tumores menos agresivos, hemos conseguido definir qué pacientes no se benefician de la quimioterapia y únicamente las podemos tratar con terapia hormonal en pastillas, lo cual disminuye significativamente la toxicidad":
¿Más cerca de cronificar la enfermedad metastásica?
El cáncer de mama metastásico, actualmente, no tiene cura, por lo que una de las principales metas es conseguir cronificar la enfermedad. “Las terapias secuenciales están consiguiendo aumentar la supervivencia de las pacientes a la par mejorando la calidad de vida. Nos faltan pasos para conseguir que sea una enfermedad crónica y seguimos investigando para alcanzar este hito”, explica García Sáenz.
Entre las principales urgencias para lograrlo, el doctor señala que "hay que implementar de forma asistencial el análisis de los genes tumorales (bien determinados en el tumor o en biopsia líquida) para buscar la cronificación de la enfermedad avanzada de manera personalizada". Además, para mejorar el abordaje también ve necesario "buscar la eficiencia terapéutica en cáncer inicial, de tal forma que consigamos los mismos resultados con menos tratamientos, en otras palabras: curar con menos” e "incorporar datos de calidad de vida y satisfacción de las pacientes que están en tratamiento en las historias clínicas, para flexibilizar, dinamizar y, finalmente, humanizar los tratamientos antitumorales". De la misma manera, es imprescindible que todos los avances que se logren en materia de tratamientos lleguen en el menor tiempo posible a las pacientes.
"El diagnóstico precoz del cáncer de mama no solo salva vidas, sino que permite recibir tratamientos poco agresivos" (Dr. Martín)
El doctor Martín indica que "en dos tipos tumorales (hormondependiente y HER2-posisivo) la mediana de supervivencia actual se sitúa por encima de los 5 años y mejora progresivamente cada año, podemos decir que estamos en el buen camino. El reto actual más difícil lo constituyen los tumores triple negativos, en los que los avances han sido menores". Y denuncia que "en diagnóstico precoz, necesitamos nuevas técnicas diagnósticas costo-eficaces en las mujeres con mamas densas (esencialmente, las mujeres jóvenes), en las que la mamografía presenta un rendimiento subóptimo". Y concluye que "el diagnóstico precoz del cáncer de mama no solo salva vidas, sino que permite a muchas pacientes recibir tratamientos poco agresivos".
González-Cortijo, por su parte, indica que “en ocasiones la propia biología de la enfermedad permite supervivencias largas (por descontado también por los tratamientos administrados) o bien porque, a pesar de tratarse de tumores más agresivos, disponemos de terapias muy potentes y efectivas que suponen que la enfermedad esté controlada mucho tiempo. Además intentamos controlar que los tratamientos no sean muy tóxicos y que permitan a las pacientes tener una buena calidad de vida”. Y concluye que “no sé si vamos a poder curar definitivamente a estas pacientes. Pero estoy segura de que con estos tratamientos estamos alargando la vida de nuestras pacientes de tal manera que, en algunos casos, vamos a poder considerarlas curadas”.
Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de mama se trata del tumor más frecuente entre las mujeres en nuestro país -por delante del cáncer colorrectal, de pulmón o de cuello uterino- con una estimación de 36.395 nuevos casos este año y más de 6.000 fallecimientos. A nivel mundial también se trata del tumor maligno más común en el género femenino. La buena noticia es que la investigación de mama no cesa y casi de forma constante hay novedades.