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Cómo debes actuar (según un médico) si tu hijo tiene gastroenteritis
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SALUD SIN MITOS

Cómo debes actuar (según un médico) si tu hijo tiene gastroenteritis

Saber cómo actuar ante una de las afecciones más frecuentes en la edad pediátrica es clave no solo para aliviar los síntomas, sino, sobre todo, para evitar su complicación más grave: la deshidratación

Foto: Foto: Freepik.
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Una de las afecciones más comunes en los niños es la gastroenteritis aguda: de forma normalmente súbita, el pequeño comienza a presentar un cuadro de diarrea y vómitos que, cuando se alarga en el tiempo, suele preocupar sobremanera a los padres. Surge la duda de qué hacer, cómo aliviar los síntomas, qué tipo de alimentación dar al niño y, también, si se debe consultar con el pediatra.

De todas estas cuestiones nos habla el doctor Sergio Pinillos, referente en Gastroenterología y Nutrición Pediátrica de Quirónsalud en el área territorial de Barcelona, quien en primer lugar explica que “los síntomas más frecuentes de esta afección son los vómitos, diarrea, dolor abdominal y fiebre, aunque no siempre están todos presentes: dependerá de si el germen es bacteria, virus o parásito, de su concentración en el organismo y de las características del niño: su edad, si hay alguna enfermedad de base o si tiene una susceptibilidad individual”.

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Es habitual que, ante una gastroenteritis infantil, poco a poco se vea afectada toda la familia, ya que se trata de una enfermedad altamente contagiosa si no se toman las medidas de precaución adecuadas. “La transmisión habitual de estas infecciones es fecal-oral, es decir, por el contacto de las deposiciones del niño con otros niños y adultos y el contacto posterior por vía oral”. Para evitarlo es esencial tomar las medidas de higiene adecuadas “y, sobre todo, el lavado de manos, que es el aspecto más importante cuando estamos con un niño con una infección gastrointestinal”. Este lavado de manos, que puede resultar aparentemente sencillo en adultos, “es más complicado en los niños pequeños y en el entorno escolar; de ahí la mayor frecuencia en este grupo de edad”.

Evitar la deshidratación

El aspecto más importante es, como ha señalado el especialista, la prevención. Pero, si ya se ha instaurado la infección, “la prioridad ha de ser mantener al niño bien hidratado. La deshidratación es la complicación más importante y grave en una gastroenteritis aguda”.

  • Hemos de ofrecer al pequeño líquidos en pequeñas cantidades y de manera frecuente. Esto es más relevante cuando hay vómitos: “Cuando un estómago está irritado (gastritis) va a tolerar mal un aumento rápido de volumen, de ahí la importancia de administrarlos en escasa cantidad, pero frecuentemente”.
  • En cuanto a los líquidos que se le deben ofrecer, el experto señala que “agua y productos lácteos, como lactancia materna, fórmula para lactantes o leche de vaca. No obstante, sobre todo si el pequeño no los tolera adecuadamente, la opción más apropiada son las soluciones de rehidratación oral, que son preparados líquidos y habitualmente saborizados; especialmente diseñados para los niños con gastroenteritis, pues además de agua contienen proporciones adecuadas de glucosa y sales minerales, y algunos de ellos tienen probióticos asociados.
  • No se deben utilizar soluciones caseras (limonada alcalina), ni refrescos comerciales isotónicos para reponer las pérdidas producidas por las gastroenteritis.

¿Y qué puede comer?

En cuanto a la comida que podemos darles, siempre hemos oído que lo mejor es una “dieta blanda”. En este sentido, el doctor Pinillos señala que no se ha de limitar la ingesta de alimento sólido o triturado: vendrá determinada porque no los tolere -es decir, los vomite- de forma adecuada”.

  • El niño con una infección gastrointestinal habitualmente tiene poco apetito. No obstante, las recomendaciones actuales del tratamiento de una infección gastrointestinal aguda sugieren una dieta lo más normal y precoz posible. “Las dietas astringentes (arroz, patata, zanahoria) no son imprescindibles; incluso, al ser en general más insípidas y menos apetecibles, habitualmente los niños pequeños las rechazan o, en cualquier caso, comen menos de lo que podrían realizar si ofrecemos una dieta normal”.
  • Tampoco se recomienda la retirada sistemática de lactosa o de los lácteos ante cualquier infección gastrointestinal. “La lactosa es el principal azúcar que se encuentra en la lactancia materna y tiene un papel importante en la nutrición del niño. Estaría indicada su retirada cuando la diarrea persiste más allá de una semana, pues es posible que se haya instaurado una intolerancia a la lactosa secundaria al proceso gastrointestinal. En estas situaciones se ha de consultar con el pediatra”.

Dado que hablamos de vómitos, diarrea y falta de apetito, “es muy habitual que el niño pierda peso; este es un aspecto que en general angustia mucho a las familias, pero hay que tranquilizarlas porque lo recuperará tan pronto el cuadro ceda. El niño no se va a desnutrir por una infección gastrointestinal. En cambio, la deshidratación puede tener importantes consecuencias, tanto más cuanto más pequeño es el niño”.

¿Cuándo debo acudir al pediatra?

La indicación más importante para acudir a consulta es la mala tolerancia del alimento y, sobre todo, de los líquidos. Se trata de evitar la deshidratación, un riesgo más frecuente cuando el niño es más pequeño y hay vómitos.

  • Los signos de deshidratación que son fácilmente identificables por las familias son: que esté muy hipoactivo o adormilado; que tenga mucha sed; que disminuya la producción de orina; que la boca esté seca; que llore sin lágrimas o que tenga los ojos hundidos.
  • Si las deposiciones son muy líquidas, abundantes y frecuentes, de tal manera que el niño no es capaz de beber al mismo ritmo que pierde, supone también un motivo de consulta por el riesgo de deshidratación.
  • Cuando los vómitos sean verdosos, o si hay en ellos restos de sangre, también debemos consultar. Por el contrario, la presencia de restos de sangre en pequeña cantidad en las deposiciones es bastante habitual en una gastroenteritis aguda, y no suponen un síntoma de alarma. No obstante, si el sangrado en las deposiciones es más abundante, es más probable que sea una bacteria la responsable del cuadro y, por tanto, que pueda precisar de un tratamiento específico (antibiótico). Para ello primero se ha de recoger una muestra para su análisis”. Pero no siempre es necesario recoger una muestra para el análisis de las heces, solo cuando es cuadro es más severo, siempre que sea preciso el ingreso hospitalario, cuando hay sangre acompañando a la diarrea y cuando esta diarrea se prolonga en el tiempo.

Por otra parte, concluye el especialista, “el uso de probióticos es un aspecto importante en el tratamiento de una gastroenteritis aguda. Son preparados comerciales a base de bacterias bifidógenas, que potencian el desarrollo y recuperación de la flora intestinal y cuya administración ha demostrado acortar la duración de la diarrea”

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Quirónsalud Badalona

Una de las afecciones más comunes en los niños es la gastroenteritis aguda: de forma normalmente súbita, el pequeño comienza a presentar un cuadro de diarrea y vómitos que, cuando se alarga en el tiempo, suele preocupar sobremanera a los padres. Surge la duda de qué hacer, cómo aliviar los síntomas, qué tipo de alimentación dar al niño y, también, si se debe consultar con el pediatra.

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