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El frío aumenta los síntomas de la psoriasis, la artrosis y la dermatitis, según un estudio
  1. Bienestar
DEBILITAN LA BARRERA EPIDÉRMICA

El frío aumenta los síntomas de la psoriasis, la artrosis y la dermatitis, según un estudio

Las bajas temperaturas agravan patologías como la psoriasis, la artrosis o la dermatitis, afectando la salud más allá de resfriados comunes. Expertos recomiendan medidas clave para proteger la piel y las articulaciones

Foto: Un paciente con psoriasis en los codos (Foto: iStock)
Un paciente con psoriasis en los codos (Foto: iStock)

El frío intenso es un desafío para el organismo. Las bajas temperaturas son obliga al cuerpo a redoblar esfuerzos para mantener su temperatura interna, lo que repercute en la circulación sanguínea y puede intensificar problemas de salud preexistentes. Las extremidades, al ser las primeras en perder calor, suelen sufrir las consecuencias más notables, desde sabañones hasta rigidez muscular.

La piel es una de las grandes perjudicadas durante el invierno. La disminución de la humedad ambiental y el uso de calefacción contribuyen a la sequedad cutánea, mientras que el viento y las temperaturas gélidas debilitan la barrera epidérmica. Estas condiciones no solo alteran la hidratación de la piel, sino que también agravan patologías como la psoriasis o la dermatitis atópica, cuyos síntomas pueden volverse especialmente severos en esta época del año.

Foto: 'The cold (always) bothered me anyway'. (Launchmetrics Spotlight)

Además, los cambios bruscos de temperatura, típicos al pasar de exteriores fríos a interiores caldeados, no solo afectan la piel, sino que también pueden empeorar enfermedades respiratorias o circulatorias. El síndrome de Raynaud, que provoca entumecimiento y dolor en manos y pies, es otro ejemplo de cómo el frío puede complicar la vida de quienes ya padecen dolencias crónicas.

El frío y el agravamiento de enfermedades dermatológicas

Un reciente estudio, publicado por expertos de Cigna Healthcare y difundido por Europa Press, pone de manifiesto cómo las bajas temperaturas intensifican los síntomas de afecciones como la psoriasis, la artrosis y la dermatitis atópica. Según la doctora Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España, el frío puede empeorar la circulación sanguínea y provocar rigidez muscular, lo que incrementa las molestias en personas con estas patologías.

placeholder Manos con artrosis (iStock)
Manos con artrosis (iStock)

La investigación señala que la psoriasis, una enfermedad que genera placas gruesas y escamosas en la piel, se agrava con la exposición al frío debido a la deshidratación ambiental y la disminución de la vitamina D por la falta de luz solar. Para quienes sufren dermatitis, las bajas temperaturas desencadenan cascadas inflamatorias que debilitan la función de la barrera cutánea, aumentando la sequedad y la irritación. En cuanto a la artrosis, el 44 % de los pacientes experimenta hiperalgesia al frío, es decir, una mayor sensibilidad al dolor.

Los expertos recomiendan medidas preventivas como el uso de ropa térmica, hidratación constante y evitar cambios bruscos de temperatura. También sugieren el empleo de humidificadores en casa y la exposición moderada a la luz solar para mantener niveles adecuados de vitamina D.

Afecciones en los pies: frío y medicina regenerativa

La llegada del invierno también afecta notablemente a los pies. Desde sabañones hasta dermatitis o incluso infecciones fúngicas, el frío y el uso de calzado inadecuado agravan múltiples dolencias. El Colexio Oficial de Podólogos de Galicia alerta sobre el impacto de dietas copiosas y alcohol, que pueden desencadenar gota o hinchazón por retención de líquidos. Además, el uso prolongado de tacones o calzado poco ventilado contribuye a la aparición de callosidades y eccemas.

Usar ropa térmica, hidratación constante y evitar cambios bruscos de temperatura, consejos frente al frío para proteger la piel

En el ámbito de la artrosis, la medicina regenerativa ofrece una solución innovadora. Los microinjertos autólogos, que emplean tejidos del propio paciente, están revolucionando el tratamiento de esta enfermedad al regenerar el cartílago articular dañado. Según el doctor Elías Muntean, estos procedimientos no solo alivian el dolor, sino que también frenan la degeneración y mejoran la movilidad de las articulaciones. Además, su carácter mínimamente invasivo los convierte en una alternativa eficaz para pacientes que buscan soluciones duraderas frente al desgaste articular.

El frío intenso es un desafío para el organismo. Las bajas temperaturas son obliga al cuerpo a redoblar esfuerzos para mantener su temperatura interna, lo que repercute en la circulación sanguínea y puede intensificar problemas de salud preexistentes. Las extremidades, al ser las primeras en perder calor, suelen sufrir las consecuencias más notables, desde sabañones hasta rigidez muscular.

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