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Insomnio, riesgo de osteoporosis... Recomendaciones para afrontar los cambios de la menopausia
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SALUD SIN MITOS

Insomnio, riesgo de osteoporosis... Recomendaciones para afrontar los cambios de la menopausia

No se trata de una enfermedad, pero los cambios hormonales que se producen durante el periodo de transición pueden repercutir en la calidad de vida y en distintos aspectos de la salud de la mujer

Foto: Foto: iStock.
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Si preguntáramos en la calle qué es y cuánto dura la menopausia, probablemente nos encontraríamos con respuestas muy diferentes, incluso entre las mujeres. Clínicamente no hay discusión: la menopausia es el cese definitivo de la menstruación y marca el fin de la etapa reproductiva de la mujer. Pero, de forma popular, tendemos a pensar en ella como esa etapa que comprende los años previos anteriores y posteriores al fin de la menstruación. La etapa “de los síntomas”.

Para aclarar los conceptos, lo primero es entender que la menopausia está causada por la disminución y cese de la función ovárica, con el consecuente declive en la producción de hormonas como estrógenos, progesterona y andrógenos. Hay un periodo de transición, conocido como perimenopausia, que abarca de media unos 10 años y que habitualmente se presenta entre los 45 y los 55 años. “No se trata de una enfermedad, pero, en ocasiones, los cambios hormonales repercuten en la calidad de vida y en la salud cardiovascular, metabólica y ósea de la mujer”, explica la doctora Elena Carrillo de Albornoz, especialista en Endocrinología Ginecológica, directora médica de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Ruber Internacional y elegida entre los Mejores Médicos de España 2024.

Foto: Foto: Freepik.

No solo sofocos

La caída de los estrógenos va a provocar una serie de cambios en el organismo y, también, unos síntomas asociados que la mujer puede vivir con mayor o menor intensidad. Entre ellos, posiblemente el más conocido sea el fenómeno de los famosos sofocos; “se trata de un síntoma vasomotor, que puede acompañarse de sudoración nocturna y alterar el sueño”.

Asimismo, la menopausia se relaciona con cambios metabólicos que favorecen un incremento en la grasa corporal, fundamentalmente en la región abdominal. El vaivén hormonal también hace que aumente el riesgo de osteoporosis, ya que los estrógenos ejercen una acción protectora sobre la masa ósea. Otras alteraciones que pueden afectar a la calidad de vida afectan a la esfera sexual: este descenso estrogénico puede producir sequedad vaginal y disminuir la elasticidad vaginal; todo ello puede dificultar una vida sexual satisfactoria.

Pero, además, hay una esfera clave que la mujer debe tener en cuenta: “Durante la vida fértil, los estrógenos actúan como protectores de posibles enfermedades cardiovasculares, favoreciendo el mantenimiento del flujo vascular, desarrollando una acción vasodilatadora y controlando los niveles, por ejemplo del colesterol total o los triglicéridos”. Pero, a partir de la menopausia, “y debido a la pérdida del efecto protector de los estrógenos, aumenta el riesgo de enfermedades del corazón”.

También la salud emocional

Los estrógenos ejercen una función importante en el sistema nervioso central y son responsables de la sensación psicológica de bienestar. “La bajada de estrógenos con la menopausia puede ocasionar determinadas alteraciones que condicionan también la calidad de vida”, apunta la experta:

  • Alteraciones en el estado de ánimo: la irritabilidad, la ansiedad y los episodios de tristeza son comunes.
  • Insomnio: los sofocos nocturnos y los cambios en el sueño pueden llevar a dificultades para descansar adecuadamente.
  • Dificultad para concentrarse o pérdida de memoria leve: algunas mujeres reportan problemas de atención y "niebla mental".
  • Reducción en el deseo sexual: aunque no ocurre en todas las mujeres, la sequedad vaginal y los cambios hormonales (con una disminución de los andrógenos al 50% en la menopausia) pueden ocasionar una disminución de la libido en esta etapa.

Cómo manejar estos cambios

“Lo primero que tienen que saber las mujeres es que existen estos cambios y que tenemos la posibilidad de mejorarlos y tratarlos. La clave está en un enfoque integral que combine tratamiento médico, cambios en el estilo de vida y apoyo emocional”.

  • Terapia hormonal sustitutiva (THS). Indicada en mujeres sin contraindicaciones a este tratamiento, la THS puede aliviar sofocos, sequedad vaginal, protección vascular y prevenir la pérdida de masa ósea. Se debe adaptar a las necesidades individuales, considerando dosis y formas de administración (parches, geles, píldoras, etc.) personalizadas. “Actualmente, la tendencia es utilizar preparados naturales con fórmulas similares a las que producían los ovarios antes de la menopausia. La tibolona, molécula sintética con efecto estrogénico, progestágeno y androgénico, continúa dentro del arsenal hormonal terapéutico”.
  • Terapias no hormonales. Para los problemas de sequedad y pérdida de elasticidad vaginal, pueden indicarse cremas hidratantes y lubricantes vaginales y vulvares, así como estrógenos vaginales sin absorción sistémica. También puede ser útil el uso de radiofrecuencia, láser o infiltraciones locales de plasma rico en plaquetas (PRP) que ayudan a recuperar la hidratación y elasticidad vaginal que se pierde con la disminución estrogénica típica de la menopausia.
  • Alimentación equilibrada. En ella se deben incluir alimentos ricos en calcio (lácteos, vegetales de hoja verde) y vitamina D. También, incorporar fuentes de omega-3 (pescados grasos, nueces, semillas de chía) para la salud cardiovascular y cerebral. Se deben evitar alimentos ultraprocesados, azúcares refinados, exceso de cafeína y alcohol. La hidratación es fundamental.
  • Ejercicio regular. El ejercicio físico mejora el estado de ánimo, fortalece huesos y músculos, y ayuda a controlar el peso. Es una actividad clave en la menopausia, y se recomiendan actividades aeróbicas como caminar, saltar, correr o bailar con vistas a mejorar la salud cardiovascular. A nivel óseo y muscular, se aconseja el entrenamiento de fuerza y, de cara a mejorar la flexibilidad y reducir el estrés, actividades como yoga o pilates.
  • Apoyo emocional. Cuando los síntomas emocionales son severos, puede ser interesante considerar la psicoterapia o participar en grupos de apoyo. Prácticas como mindfulness o meditación pueden reducir la ansiedad y mejorar la calidad de vida. También es de suma importancia fomentar la comunicación abierta con la pareja sobre los cambios físicos y emocionales.
placeholder Doctora Elena Carrillo de Albornoz, especialista en Endocrinología Ginecológica, directora médica de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Ruber Internacional.
Doctora Elena Carrillo de Albornoz, especialista en Endocrinología Ginecológica, directora médica de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Ruber Internacional.

Finalmente, la doctora Carrillo de Albornoz destaca la importancia de la prevención para “intentar llegar a este periodo en las mejores condiciones posibles. Muchas mujeres descuidan la salud cardiovascular y ósea en esta etapa, a pesar de que el riesgo de enfermedades cardiovasculares se iguala a las del varón después de la menopausia”. En este sentido, recomienda hacer chequeos médicos regulares.

“Muchas veces los ginecólogos somos los únicos médicos a los que acuden las mujeres a lo largo del año. Por tanto, además de la revisión ginecológica y mamaria -con citología y toma HPV; ecografía vaginal para visualización de útero, ovarios y posibles varices pélvicas, y la realización de mamografía y ecografía mamaria-, es también importante hacer una analítica general para ver niveles de glucemia, colesterol, tiroides y transaminasas”. Y añade que “esto nos ayudará a seleccionar la población de riesgo y poder remitirlas a medicina de familia o a los diferentes especialistas para ampliar estudios si fuera preciso y poder ser tratadas. A su vez, es importante informarles de otros cribados aconsejables en este periodo, como por ejemplo el despistaje de cáncer de colon”.

Asimismo es importante llevar a cabo otras medidas preventivas como realizar densitometrías óseas para evaluar el riesgo de osteoporosis, controlar regularmente la presión arterial y vigilar el peso: además, adoptar hábitos saludables antes de la menopausia para mitigar síntomas y complicaciones cuando esta llegue

El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Ruber Internacional

Si preguntáramos en la calle qué es y cuánto dura la menopausia, probablemente nos encontraríamos con respuestas muy diferentes, incluso entre las mujeres. Clínicamente no hay discusión: la menopausia es el cese definitivo de la menstruación y marca el fin de la etapa reproductiva de la mujer. Pero, de forma popular, tendemos a pensar en ella como esa etapa que comprende los años previos anteriores y posteriores al fin de la menstruación. La etapa “de los síntomas”.

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