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Los efectos ocultos del alcohol en el cerebro
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Los efectos ocultos del alcohol en el cerebro

Afecta a muchas partes del cerebro, desde el bulbo raquídeo hasta el cerebelo. Estos son los cambios que opera en nuestro centro pensante

Foto: (REUTERS / Bruna Casas)
(REUTERS / Bruna Casas)

El trastorno por consumo de alcohol (o alcoholismo) afecta a 400 millones de personas en todo el mundo y puede causar graves problemas de salud. Aunque el consumo de alcohol se considera socialmente aceptable en la mayor parte del mundo, el consumo excesivo de estas sustancias puede resultar perjudicial para el bienestar físico y mental de una persona y la salud fisiológica general del cerebro. La intoxicación por alcohol es una consecuencia peligrosa y potencialmente mortal de beber grandes cantidades de alcohol en un corto período de tiempo.

Ahora, un equipo de científicos de la Universidad Texas A&M (Estados Unidos) ha llevado a cabo una interesante investigación sobre cómo el consumo crónico de alcohol afecta la capacidad del cerebro para aprender y adaptarse, en particular en todo lo relacionado con las neuronas llamadas interneuronas colinérgicas (INC), que representan unas neuronas clave para controlar la señalización de la dopamina, que ya sabemos que influye en el aprendizaje y la motivación.

El cerebro es un órgano delicado e intrincado que debe mantener un equilibrio cuidadoso de sustancias químicas, que llamamos neurotransmisores, para que cada uno de nosotros funcione correctamente. La intoxicación alcohólica puede alterar este delicado equilibrio y si se vuelve crónico, obliga a nuestro órgano pensante a adaptarse en un esfuerzo por compensar los efectos del alcohol.

El trabajo, publicado en la revista Science Advances, revela que la exposición crónica al alcohol altera los patrones de activación de las interneuronas colinérgicas (INCs) tan importantes en el cuerpo estriado del cerebro. Estas neuronas desempeñan una función muy relevante; reciben señales excitadoras desde el núcleo parafascicular del tálamo y se ha demostrado que esta vía es muy importante para integrar adecuadamente los recuerdos de acciones concretas.

placeholder El consumo crónico de alcohol altera la activación de ráfaga-pausa de las INC, que es crucial para el aprendizaje inverso (Pexels).
El consumo crónico de alcohol altera la activación de ráfaga-pausa de las INC, que es crucial para el aprendizaje inverso (Pexels).

Por lo general, las interneuronas colinérgicas funcionan siguiendo un patrón conocido como "ráfaga-pausa". Este consiste en una breve pero intensa explosión de actividad seguida de un periodo de inactividad. Este ciclo es fundamental para nuestra capacidad de aprender y ajustar comportamientos nuevos.

¿Qué ocurre si consumimos mucho alcohol?

En un experimento con modelos animales en el que emplearon la optogenética que emplea la luz parra controlar las células, los investigadores descubrieron que el patrón de activación tenía pausas que eran más débiles y más cortas de lo habitual. Esto significaba que afectaba a procesos vitales como el aprendizaje inverso.

"El aprendizaje inverso es una piedra angular de la flexibilidad cognitiva", explicó Jun Wang, profesor asociado de la Facultad de Medicina de Texas A&M y coautor del trabajo. "Permite a las personas desaprender comportamientos cuando las reglas o las circunstancias cambian, un proceso que depende en gran medida de la señalización de la acetilcolina" (un neurotransmisor clave).

Este pionero estudio analiza cómo el alcohol no solo afecta el patrón neuronal, sino que también contribuye al desarrollo de trastornos como el alcoholismo; descubre cómo impacta en la flexibilidad cognitiva y ofrece valiosas pistas sobre posibles enfoques terapéuticos para abordar el trastorno por consumo de alcohol, así como otras condiciones neurológicas asociadas con el deterioro cognitivo.

El trastorno por consumo de alcohol (o alcoholismo) afecta a 400 millones de personas en todo el mundo y puede causar graves problemas de salud. Aunque el consumo de alcohol se considera socialmente aceptable en la mayor parte del mundo, el consumo excesivo de estas sustancias puede resultar perjudicial para el bienestar físico y mental de una persona y la salud fisiológica general del cerebro. La intoxicación por alcohol es una consecuencia peligrosa y potencialmente mortal de beber grandes cantidades de alcohol en un corto período de tiempo.

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