El Colegio de Médicos de Madrid alquila una sede a una fundación de Martínez-Sellés por un cuarto de su valor
Tras pasar por varias localizaciones, la sede del colegio quedó establecida en 1970 la calle Santa Isabel. Sin embargo, tienen en propiedad otro inmueble en la calle Esparteros 11 y la alquilan a la Fundación Jérôme Lejeune
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Este jueves saltaba la noticia en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem). El presidente de la última junta directiva, Manuel Martínez-Sellés, anunciaba en un vídeo que quedaba anulada la candidatura de Tomás Merina Ortega, que fue el ganador de las elecciones a la presidencia el pasado 17 de diciembre y que llegaba para acabar con el "despilfarro" del primero.
La cosa no ha quedado ahí, este viernes el equipo legal de Merina presentaba un recurso de solicitud de medidas cautelarísimas exigiendo a la actual junta directiva seguir adelante con el proceso de toma de posesión, que estaba previsto para el próximo 22 de enero.
Y a pesar de que la situación está agitada, las informaciones tampoco finalizan ahí. Según ha podido saber El Confidencial, el Icomem está alquilando un inmueble de unos 800 metros cuadrados, que en su día fue su sede, por un coste considerablemente inferior al precio de mercado, a una fundación de la que Martínez-Sellés es patrono. El citado espacio perteneciente al Colegio se encuentra la calle Esparteros, 11, en pleno centro de Madrid, y se renta a la Fundación Jérôme Lejeune.
El objetivo de dicha organización, que se define como "laica, apolítica y sin ánimo de lucro", es "cuidar de forma integral y con base médico-científica a personas con discapacidad intelectual de origen genético". Además, en múltiples publicaciones en su página web se posicionan en contra del aborto. "La vida, no el aborto, es un derecho humano fundamental" o "El aborto no es un derecho. Sigue siendo una derogación del respeto a la vida", son algunos de los titulares que se pueden leer.
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Cabe destacar que la sede del colegio ha pasado por diferentes localizaciones, como la calle Barquillo, Mayor, Gran Vía, Esparteros, Alcalá o Príncipe de Vergara. Y acorde con la información publicada por el propio Icomem, quedó finalmente establecida en 1970 en el edificio de la calle Santa Isabel, gracias a una cesión del Ministerio de Educación y Ciencia.
Tal y como detalla el Informe de Auditoría de Cuentas Anuales del año 2022, las construcciones en curso en el piso de la calle Esparteros, que siguió perteneciendo al colegio, en ese momento alcanzaban los 757.815 euros y se especificaba que la amortización acumulada en ese año era de 410.119. Más abajo se destaca la inversión realizada en esa sede y se expone que el Icomem firmó con la entidad sin ánimo de lucro un "convenio marco de colaboración" con objeto de "establecer los principios básicos" de contribución entre ambas entidades para el desarrollo de "proyectos, programas y actividades relacionadas con la atención médica de las personas con discapacidad intelectual, la divulgación del valor de la ética clínica y la deontología médica, la formación, así como cuantas acciones se determinen como necesarias para la cooperación entre ambas entidades".
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También, en esa misma fecha, firmaron un contrato de arrendamiento de los inmuebles situados en la planta primera y el local 13 de la quinta planta de la calle Esparteros, 11. "Para la realización por parte del arrendatario de actividades propias de sus fines como: a la investigación biomédica de las patologías de la inteligencia de origen genético; a la atención de personas con discapacidad intelectual; la formación; y la promoción de la vida y la dignidad de todo ser humano desde su concepción hasta su muerte natural", explica el documento.
"A la fecha de firma del contrato de arrendamiento, el local no se encontraba habilitado para la realización de la actividad, acordándose que las obras necesarias para su alquiler fuesen compartidas entre las partes contratantes. De esta forma se acuerda que el arrendador fuese responsable de la obtención de las licencias necesarias, designación del arquitecto y de la ejecución de la obra, de conformidad con lo acordado en el contrato de arrendamiento y el arrendatario contribuiría con los costes de acondicionamiento con una cantidad mínima de 100.000 euros, que podrá ampliarse hasta la cantidad de 150.000 euros", describen.
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Asimismo, destacan que los importes serán entregados al arrendador por el arrendatario "según vaya recibiendo este las donaciones correspondientes a estos efectos, y siempre antes de que transcurra un año desde la firma del contrato de arrendamiento". "A la fecha de este documento aún no se han percibido los fondos por parte del arrendatario, aunque se espera que este sea cobrado por importe de 100.000 euros y en el corto plazo", continúa.
De esta forma, el local se ponía a disposición de la Fundación Jérôme Lejeune a partir de la entrega de las llaves, el 1 de febrero de 2023. "Con esta misma fecha se inicia la amortización contable de estas obras", expone la auditoría.
Es decir, tras las obras, el inmueble se alquiló con una duración inicial de 15 años por 32.727 euros anuales (más IVA), pagaderos por mensualidades anticipadas de 2.727 euros al mes (más IVA). "Esta renta anual será revisada, aplicando a la renta correspondiente a la anualidad anterior la variación al alza que experimente el Índice General Nacional del Sistema de Índice de Precios al Consumo", dice el texto.
Gestión "ruinosa"
No obstante, Icomem Para Todos, la candidatura de Merina, ya contaba antes de las elecciones, que la superficie catastral de la propiedad es de "794 metros cuadrados" y calificaba como "ruinosa la operación". "El Colegio, como propietario, debe pagar el IBI y la comunidad", añadían. De hecho, en la página 46 de la auditoría de 2023 se pueden consultar los gastos fijos del Icomem para esta sede: estaban previstos 55.550 euros de gasto, que al final fueron 52.108.
Como ejemplo, en los portales de alquileres un piso de 63 m² en la misma calle supera los 2.300 euros al mes. Una oficina de 122 m², también en Esparteros, cuesta 1.960 euros mensuales, 16,07 por m². Siguiendo con ese cálculo, la división entre 2.727 de alquiler que paga la asociación Jérôme Lejeune y 794 metros de superficie que tiene el inmueble, dan como resultado 3,43 euros el m².
Martínez-Sellés, patrono de la fundación
¿Y el hasta ahora presidente del colegio, Martínez-Sellés, está relacionado con la organización sin ánimo de lucro? Pues el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 16 de diciembre de 2024 tiene la respuesta.
El documento, correspondiente a la resolución de 12 de noviembre de 2024, de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, por la que se inscribe en el Registro de Fundaciones la Fundación Jérôme Lejeune España, coloca a don Manuel Martínez-Selles D’Oliveira como patrono y vocal de la misma. "Por todo lo cual, resuelvo: inscribir en el Registro de Fundaciones la Fundación Jérôme Lejeune España, patronato y cargos dentro del mismo", concluye el BOE.
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El Confidencial ya contaba el pasado mes de noviembre un resumen de la legislatura del doctor Martínez-Sellés que no ha estado libre de polémicas. La última, la dimisión de la vicepresidenta del Icomem y presidenta de su fundación, Luisa González, ocho días antes de los comicios por falta de transparencia en la gestión del presidente.
Algo que ya advertía Merina hace meses en un análisis publicado en la web de su candidatura: "La auditoría refleja que la institución está a la deriva. Presentan unas cuentas donde se confiesa, hasta diciembre de 2023, un gasto de 5.500.000 € en obras e instalaciones". Como adelantó este periódico, el total de inversiones previstas para el 2023 era de 1.133.000 y ascendió a 4.242.604 euros, un exceso de 3.109.604. "La desviación de los presupuestos del 374% en la reforma no está justificada y obligará, tan solo por decoro, a una auditoría de la nueva junta directiva", aseguraba Merina.
Este jueves saltaba la noticia en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem). El presidente de la última junta directiva, Manuel Martínez-Sellés, anunciaba en un vídeo que quedaba anulada la candidatura de Tomás Merina Ortega, que fue el ganador de las elecciones a la presidencia el pasado 17 de diciembre y que llegaba para acabar con el "despilfarro" del primero.