¿Hasta dónde va a llegar el Ozempic? "Tenemos que prohibir la comida basura a los niños, como hacen los japoneses"
El divulgador publica un nuevo libro que trata de resolver varias cuestiones sobre cómo Ozempic y otros fármacos van a revolucionar nuestra alimentación
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Las obras de Johann Hari (Glasgow, 1979) son mundialmente conocidas, tanto que se han publicado en 38 idiomas diferentes. Además, sus charlas TED sobre adicciones y depresión han llegado a más de 80 millones de personas y Oprah Winfrey o Noam Chomsky elogian su trabajo.
Ahora vuelve a publicar un libro sobre un tema que genera debates y discusiones. Adelgazar a cualquier precio (Península, 2025) trata de resolver una gran incógnita. ¿Cómo Ozempic y otros fármacos revolucionarán nuestra alimentacion, salud física y mental?
PREGUNTA. En el libro cuenta que todos los días se publica algún dato nuevo sobre el Ozempic, incluídos varios efectos secundarios no deseables. De hecho, desde que ha escrito el libro se han sumado más a la lista de los riesgos. ¿Se está arriesgando demasiado por estar delgado?
RESPUESTA. La verdad es que existen varios riesgos que debemos comparar. Primero está el riesgo de tener sobrepeso u obesidad. En España, la obesidad ha explotado desde que yo nací y causa desastres en la salud porque te vuelve más propenso a sufrir un derrame cerebral, desarrollar demencia, tener cáncer o dañar las rodillas y caderas. En general, acorta radicalmente tu vida.
Vi este riesgo cerca de mí de forma aguda cuando comencé a escribir mi libro, me di cuenta de que había heredado esta tendencia de mi abuelo, quien falleció cerca de los 40 años. También observé cómo los hombres de mi familia engordaban, enfermaban y morirían jóvenes. Yo había sido obeso en mi vida adulta, probé muchas dietas, pero siempre terminaba fracasando.
Las dietas funcionan para algunas personas, cerca del 15%, así que primero hay que intentarlo. Pero para los que nos ha fallado ese método, ahora tenemos un nuevo tipo de medicamento que es un avance científico increíble. Si tomas un fármaco como semaglutida, pierdes en promedio un 15% de tu peso corporal en un año y con las novedades que saldrán en 2025, hasta un 22%. Estos datos son impresionantes y quise averiguar si merecía la pena, ya que si reduces la obesidad, tu salud mejora. Para mí, el objetivo no era ser delgado, sino alcanzar un peso saludable. Mi libro es una guía para pensar sobre sus beneficios y riesgos.
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P. ¿Qué opina de consumir Ozempic durante toda la vida sin conocer sus efectos secundarios?
R. Es importante aclarar la diferencia entre efectos secundarios y riesgos. Las compañías farmacéuticas y algunos científicos argumentan que estos medicamentos solo funcionan mientras los tomas y si los dejas, recuperas el peso perdido, aunque no existe suficiente evidencia sobre esto. Algunas personas mantienen la dieta y el ejercicio mientras usan Ozempic. Habrá que comparar los riesgos a largo plazo de tomarlo con los de la propia obesidad, que ya sabemos que son terribles.
P. ¿Y por qué no aprendemos simplemente a comer mejor?
R. Deberíamos y es una cuestión importante. Es más, solo hay que mirar fotos de las playas en España en 1979, el año en el que nací, la gente no se parece a la de hoy porque todos estaban delgados y ahora no. Antes la obesidad era rara, pero pasamos de comer alimentos frescos, preparados el mismo día, a consumir procesados y ultraprocesados, llenos de químicos. Este tipo de comida afecta a nuestros cuerpos de manera completamente distinta. Hay estudios y experimentos que lo explican, como el de Paul Kenny, que demostró que las ratas se volvían adictas a la comida basura.
La solución a largo plazo es educar a los niños, regular su alimentación y que no estén expuestos a comida basura, como hace Japón. Allí la obesidad es casi inexistente porque cuidan lo que comen desde pequeños. Ahora sabemos el efecto de los procesados, ¿por qué no elegimos dejar de comerlos? Como ya he dicho, solo el 15% de personas logra perder peso únicamente mediante dieta y eso es un porcentaje muy pequeño.
P. Precisamente, hace años se conseguía la pérdida de peso con dieta y ejercicio, ahora con un pinchazo. ¿La gente se avergüenza más por tomar Ozempic o por su obesidad?
R. Nadie me había hecho esa pregunta antes, es interesante. La gente siente mucha vergüenza, especialmente las mujeres. Sabrás esto mejor que yo porque soy hombre y no quiero dar lecciones, pero al sexo femenino se le critica por su cuerpo constantemente, hagan lo que hagan. El 40% de las que padece obesidad recibe insultos a diario. Lo curioso es que si toman semaglutida, también se las critica, sobre todo a través de las redes sociales.
Esto debería ser una oportunidad para cambiar el discurso y el estigma de la obesidad. Está muy arraigado en la sociedad pensar que es un pecado que necesita un castigo y realmente es fruto de factores ambientales y de un entorno alimenticio disfuncional. Una vez que nos demos cuenta de eso, podremos dejar de avergonzarnos y empezar a tener un discurso más sensato.
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P. Entonces, quizá el foco no tendría que estar en las dietas, sino aprender e integrar un estilo de vida más saludable. Como dice en su libro, una mala dieta no se anula corriendo...
R. Eso es cierto. Pero los medicamentos también son una forma de imponer disciplina. Yo intenté ser disciplinado solo con dieta y ejercicio, y no pude. Es curioso el funcionamiento de estos fármacos, es como si cada día tuviera que obligarme a comer algo. Mira [enseña un bocadillo empezado], es de pollo y mayonesa y solo me he podido desayunar un cuarto, el resto no lo he podido terminar. Antes me lo hubiera acabado y seguiría teniendo hambre, podría comer hasta unas patatas fritas de acompañamiento. Ahora mi cuerpo me dice que ya he comido suficiente tras darle cinco bocados.
P. ¿Cómo es sentir que el hambre se esfuma?
R. Realmente extraño. Tener tanta hambre durante toda la vida y que de pronto desaparezca, genera sentimientos encontrados. Estoy feliz por haber perdido peso, los dolores en las rodillas desaparecieron y hasta mis vecinos lo agradecieron [ríe].
Un día, fui a un KFC de Las Vegas, como solía hacer tras un día complicado. Pedí un cubo de pollo frito, como ya había hecho muchas otras veces, y tras comer una pieza, no pude seguir. Pensé "joder, no puedo acabarme esto porque me sentará mal". Comer en exceso era una forma de consuelo para mí y el Ozempic lo eliminó. De hecho, creo que algunas personas se deprimen cuando comienzan el tratamiento por ese motivo, porque ya no pueden acudir a esa forma de reconfortarse comiendo.
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P. También habla de que estábamos empezando a aceptar nuestros cuerpos y de la corriente 'body positive', pero aparecen estos fármacos y volvemos a preferir un cuerpo delgado...
R. Es complicado. Estoy totalmente a favor del movimiento body positive. Avergonzar e intimidar a la gente por su cuerpo es contraproducente, humillarles no hace que cuiden mejor de su cuerpo, provoca que lo odien.
Sin embargo, hay una pequeña parte de activistas de esa corriente, y quiero dejar claro que no es la mayoría, que tiene un argumento distinto. Afirman que la obesidad no daña la salud y lo justifican diciendo que es un mito creado por científicos que odian a las personas con sobrepeso. Esto no es cierto, la evidencia científica es absolutamente abrumadora: la obesidad daña la salud en todos los casos y tenemos que ser honestos al respecto.
Otro punto importante es la distinción entre las personas que tienen sobrepeso y utilizan estos medicamentos para alcanzar un peso saludable, frente a las que ya están delgadas y los usan para serlo todavía más. Quiero ser claro, no juzgo a nadie ni critico a quienes deciden usar estos medicamentos por ese motivo. Pero insto a las mujeres en esta situación a no usarlos solo por razones estéticas. Una de mis mayores preocupaciones es que personas con trastornos alimentarios accedan a ellos, puede ser devastador.
P. Esa era mi siguiente pregunta, ¿qué pasa con el acceso al Ozempic por parte de personas que sufren un trastorno alimentario?
R. Necesitamos regular estos fármacos. Su descubrimiento es algo revolucionario, lo comparo con la invención del fuego, es una herramienta que puede tener grandes beneficios y también muchos peligros.
Cualquier persona que tenga anorexia lucha internamente con un conflicto, una parte de ellos quiere vivir y comer y la otra no. Lo que estos medicamentos pueden hacer, si se usan en dosis suficientemente altas, es cortar por completo el deseo de comer. Se pueden literalmente matar de hambre de una manera que antes no existía.
Algunos doctores califican la semaglutida como un "combustible para los trastornos alimentarios". Hay que anticiparse para no repetir los errores que ya hemos cometido en Reino Unido y Estados Unidos. Allí se pueden conseguir las recetas mediante una videollamada con el médico, de forma que no puede verificar el peso del paciente. Por eso, hay muchas personas que no deberían tomarlos y, aun así, los obtienen. Es necesario y realmente importante acotar su dispensación a las consultas médicas presenciales.
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P. Entonces, ¿estamos condenados a repetir la historia de las anfetaminas para adelgazar en los años 70?
R. Los medicamentos dietéticos anteriores siempre han sido un desastre. Si tomabas una gran cantidad de anfetaminas, te volvías tolerante y cada vez necesitabas más dosis para conseguir el mismo efecto, lo que podía provocar problemas psicóticos. Así que, definitivamente, no era una solución a largo plazo. Por ese motivo, algunas personas temen que el Ozempic pueda provocar algún tipo de desastre desconocido.
La realidad es que la mayoría de los expertos aseguran que es relativamente seguro su consumo a medio plazo, alegando que los diabéticos que llevan años con el tratamiento ya habrían experimentado problemas graves. Otros investigadores se preocupan por los riesgos asociados al fármaco, y eso es objeto de debate en la comunidad científica.
P. Usted mismo confiesa en el libro que sigue comiendo la misma "mierda" pero en porciones más pequeñas...
Sí, en gran medida, es cierto, aunque me gustaría decir que he cambiado por completo mi dieta y estilo de vida. Simplemente como menos porque me siento lleno más rápido, pero disfruto de las mismas comidas que antes. Que sea en porciones mucho más pequeñas es una gran ayuda para alguien como yo, que siempre he luchado contra el hambre y los antojos. Me cuesta mucho seguir una buena nutrición.
"Muchas personas que toman estos fármacos para la pérdida de peso mencionan anecdóticamente que han dejado de fumar"
P. ¿Hemos perdido el sentido de la nutrición?
R. Sí, pero la culpa no la tienen estos fármacos, es de los alimentos ultraprocesados. Estos son bajos en proteína y es una de las razones del aumento de su consumo, ya que el cuerpo sigue buscando la misma cantidad de proteínas que obtendría de los alimentos frescos. Es un problema serio y debemos solucionarlo, insisto en que hay que tomar ejemplo de los japoneses, saben cuidar sus cuerpos desde que tienen cinco años. Tienen un nutricionista en las escuelas que diseña los menús y no se permite la comida basura. En definitiva, no son los genes, es un país que protege a sus niños de los alimentos ultraprocesados y, como resultado, evita la obesidad.
P. El Ozempic genera apatía, ¿se podría utilizar para acabar con la crisis de los opioides y otras adicciones?
R. También hay un gran debate sobre esto y le dedico un capítulo en el libro. De todos los asuntos sobre los que escribo, este es uno de los que tiene menos evidencia clara. No quiero precipitarme al respecto, pero hay algunas cosas que sabemos y muchas personas que están tomando estos medicamentos para la pérdida de peso o para tratar la diabetes mencionan anecdóticamente que han dejado de fumar o que han reducido su consumo de alcohol. Esto es interesante y me gusta.
Sabemos que cuando se administra la semaglutida a personas que consumen heroína o cocaína, también suelen disminuir su consumo, incluso las dejan. Es la razón por la que algunos científicos piensan que podría ser útil para tratar las adicciones. Actualmente, se están llevando a cabo muchos ensayos clínicos en todo el mundo para investigar esta posibilidad de mejora en el autocontrol.
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P. ¿Y qué cree que genera adicción el Ozempic o verse mejor en el espejo cada día?
R. Creo que hay muchos beneficios en aprovechar la pérdida de peso, pero repito que no hay que olvidarse de los riesgos. Por supuesto que te sientes mejor cuando ves los resultados. Yo noto que estoy más saludable que hace dos años, es algo que realmente valoro, incluso los hombres coquetean más conmigo.
P. Entonces, ¿continúa con los pinchazos?
R. Sí, por mi riesgo a sufrir un accidente cardiovascular, se ha demostrado que lo disminuye y en mi caso los beneficios son muy claros. La decisión no ha sido fácil porque sigo experimentando efectos secundarios, como ansiedad. No obstante, no creo que tenga que ser una regla general para todo el mundo, hay que individualizar y ver las circunstancias de cada persona.
Las obras de Johann Hari (Glasgow, 1979) son mundialmente conocidas, tanto que se han publicado en 38 idiomas diferentes. Además, sus charlas TED sobre adicciones y depresión han llegado a más de 80 millones de personas y Oprah Winfrey o Noam Chomsky elogian su trabajo.