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‘El peso de lo invisible’

Mucho más que una talla: esta iniciativa busca concienciar sobre la obesidad como enfermedad crónica y libre de estigma

Por Ec Brands

Compleja, multifactorial, crónica y recidivante, así define la ciencia la obesidad1,2. Una patología que afecta al 21,6% de los españoles y que, además, está rodeada de falsos mitos. Desde Lilly se han propuesto derribarlos

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, 890 millones de adultos padecían obesidad en 2022, el 16% de la población mundial3. En España las cifras tampoco son positivas. Actualmente, la obesidad tiene una prevalencia cercana al 22% pero “se estima que en el año 2035 llegaremos a la cifra del 37% de adultos con obesidad en el territorio español”, afirma la doctora en Endocrinología y Nutrición, Gemma Rodríguez Carnero, del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS). Es importante señalar que en nuestro país hay una gran diferencia de la prevalencia por regiones, desde el 25,7% de Asturias, hasta el 10,5% de Islas Baleares4.

Como indican desde la OMS y otras organizaciones como la Asociación Médica Estadounidense (AMA, por sus siglas en inglés) o la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), la obesidad es una enfermedad crónica que se define “por una acumulación excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”. Asimismo, señala Rodríguez, “existen más de 200 complicaciones asociadas a la obesidad como el cáncer, la diabetes mellitus tipo 2 o la enfermedad cardiovascular, entre otras, pero es que además las personas que viven con esta enfermedad tienen menor esperanza de vida, peor calidad de vida y mayor prevalencia de problemas en la esfera de salud mental”.

obesidad en españa % de personas con IMC>30kg/m2 sobre la población total

A pesar de todo ello, el estigma y los falsos mitos que la rodean llevan a que, en muchas ocasiones, la sociedad no la eleve a la categoría de patología, retrasando su manejo médico y complicando la situación. “El estigma es una de las grandes barreras que impide un correcto abordaje. Si el paciente piensa que la obesidad no es una enfermedad, que es un problema de falta de voluntad y algo meramente estético, nunca va a consultar a un profesional sanitario” y añade que “si un paciente consulta y el profesional que le atiende tiene el concepto erróneo de que la obesidad es por falta de voluntad del paciente, esta enfermedad no se diagnosticará ni se tratará adecuadamente”.

“La obesidad no es un problema de falta de voluntad o algo meramente estético”

En este sentido, los profesionales defienden la necesidad de destacar que la obesidad no es una elección. “Su origen es multifactorial, en su desarrollo influyen elementos genéticos, epigenéticos, psicológicos, el ambiente y el estilo de vida. Sin olvidar que todavía desconocemos muchos otros factores”, explica la especialista. Y así como sus causas son variadas, su abordaje debe ser multidisciplinar: “Requiere la intervención de diferentes profesionales de la salud: médicos, psicólogos, dietistas-nutricionistas, profesionales del deporte…”. Sin embargo, al ser considerada por parte de la sociedad como una circunstancia elegida, se tiende a simplificar su solución y a considerar que solo es una cuestión de mejora de hábitos. Y aunque estos son importantes, lo cierto es que no son suficientes en la mayoría de los casos.

Causas de la obesidad

El origen de la obesidad puede deberse a múltiples factores que pueden influir en el metabolismo, la composición corporal y la distribución de la grasa en el organismo5:

Genética
Ambiente y estilo de vida
Factores emocionales
Otras enfermedades
Algunos medicamentos

¿Conoces las complicaciones que puede provocar la obesidad en el cuerpo?6-19

La obesidad aumenta la probabilidad de desarrollar varios tipos de cáncer

“El desarrollo de la enfermedad -continúa la doctora- no solo se debe al estilo de vida, sino que influyen otros factores como el ambiente o la genética. El metabolismo, que es la energía que gastamos en reposo, es muy importante. Así, por ejemplo, tras la menopausia el metabolismo en la mujer disminuye y esto, asociado a otros cambios metabólicos y hormonales, favorece el aumento de peso en la mujer”.

También entran en juego las hormonas que controlan la saciedad y el apetito. “Entre ellas, la más importante es la ghrelina, la denominada hormona del apetito. Cuando perdemos peso se producen cambios en las hormonas que regulan el hambre: disminuyen las que controlan la saciedad y aumentan las del apetito, dificultando mantener la pérdida de peso”, indica.

Otro matiz importante es que no debemos reducir la obesidad al número que marca la báscula. Analizar la composición corporal de la persona, así como la distribución de la grasa en su organismo es fundamental para definir correctamente la situación y enfocar el abordaje más adecuado para el paciente.

Lo ideal es que la patología se trate desde una perspectiva integral. “Cada vez hay más conciencia de lo compleja que es la obesidad como enfermedad y se está trabajando en la creación de unidades multidisciplinares tanto a nivel de los centros de salud como en los hospitales”, apunta la doctora. No obstante, todavía hay mucho que hacer, pues “se conoce que menos del 40% de los pacientes que vive con obesidad cuenta en su historia clínica con el diagnóstico de esta enfermedad”. Y hace hincapié en la importancia de las cifras, ya que “si una enfermedad no se diagnostica, tampoco se trata. Estos datos son un claro ejemplo del estigma de la obesidad tanto en la sociedad como en el sistema de salud”.

¿Cómo se determina la obesidad? IMC y composición corporal1-3

Normalmente, la obesidad se determina mediante el Índice de Masa Corporal (IMC).

IMC= peso (kg) / altura2 (m) metros al cuadrado.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera obesidad cuando el IMC es igual o superior a 30 kg/m2,3.

Pero esta medida del IMC presenta limitaciones, ya que no tiene en cuenta la composición corporal ni la distribución de la grasa en el organismo1.

El análisis de la composición corporal determina la estructura del cuerpo y los valores de masa grasa, músculo, agua y minerales de una persona. La grasa corporal es necesaria en el organismo. El porcentaje de grasa corporal saludable varía en función del sexo y la edad, aunque el Consenso de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) del año 2016 establece que existe obesidad cuando el porcentaje de masa grasa (MG) supera el 25% en hombres y el 33% en mujeres1.

La campaña que lucha contra los estigmas de la obesidad

Con el objetivo de mejorar esta situación y que la obesidad sea reconocida como una enfermedad, Lilly -con el apoyo de la Sociedad Española para el Estudio de Obesidad (SEEDO) y la Asociación Nacional de Personas con Obesidad (ANPO)- ha lanzado ‘El peso de lo invisible’, una campaña de concienciación para que la población conozca mejor la obesidad y las consecuencias que tiene sobre la salud.

En el marco de esta iniciativa, cerca de 2300 personas se han realizado pruebas gratuitas de composición corporal y de fuerza en un vehículo adaptado y atendido por profesionales sanitarios. Durante dos meses, este ha visitado seis ciudades españolas: Barcelona, A Coruña, Málaga, Sevilla, Madrid y Valencia.

¿Por qué cuesta perder peso?

Al tratar de mantener la pérdida de peso, la resistencia biológica puede generar un incremento del hambre, una sensación de estar menos saciados y cambios en el metabolismo; es decir, una serie de procesos que pueden ir en contra de los esfuerzos de pérdida de peso de la persona20.

Por ello, es importante profundizar sobre las razones por las que puede ser difícil perder peso y empezar a abordar las causas subyacentes de esta enfermedad para tomar el control de la obesidad21, 22.

Las personas con obesidad tienen que saber que hay cuestiones que limitan la pérdida de peso. Es importante que entiendan que no todos los factores están bajo su control y que conozcan la resistencia biológica de su cuerpo para frenar la pérdida de peso22.

“El incremento de la prevalencia de obesidad es un problema muy complejo, donde todos debemos actuar. Es un tema que no solo compete al sistema de salud, sino que también requiere de la implicación de múltiples instituciones y de la población en general”, concluye Rodríguez. Así, con esta campaña, se espera contribuir a dejar atrás los prejuicios y la discriminación con la que viven las personas con obesidad, tanto en el ámbito social o laboral, como en el sanitario.

CONCEPTOS CLAVE PARA ENTENDER LA OBESIDAD23

  • Adipocito. Células encargadas del almacenamiento de grasa en el organismo y que constituyen el tejido adiposo.

  • Tejido adiposo con acumulación de adipocitos. El tejido adiposo es un regulador clave del almacenamiento y liberación de lípidos en el cuerpo y, además, es un órgano endocrino que se encarga de segregar diferentes hormonas que actúan con las células centrales y periféricas. Se ha reconocido la importancia de la distribución de los adipocitos en el tejido adiposo en el desarrollo de complicaciones metabólicas.

  • Tejido adiposo disfuncional. Cuando se excede la capacidad limitada de almacenamiento en el tejido adiposo, este se vuelve disfuncional, predominando mecanismos de inflamación que son responsables a largo plazo de las complicaciones clínicas de la obesidad, así como la acumulación en territorios no habituales, localizaciones ectópicas y viscerales.

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