¿Cuándo tomarás 'setas' para tratar la depresión? Se busca un millón de firmas para averiguarlo
La iniciativa ciudadana europea de Psychedelicare quiere que la Comisión Europea financie investigaciones sobre el uso terapéutico de psicodélicos como ketamina y LSD
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Los pacientes que llegan a la consulta de la Clínica Synaptica en Barcelona, "lo han intentado todo antes", explica a El Confidencial Òscar Parés, CEO del primer centro de salud mental de la ciudad de Barcelona que ofrece terapia psicodélica asistida. Dice que son personas que llevan mucho tiempo con depresión y ya han probado varios tratamientos con anterioridad. Tras una entrevista con un psiquiatra –el director médico, Joan Obiols– y la preparación con un psicólogo, los pacientes participan en terapias asistidas con ketamina. "Para ellos, esto es algo nuevo, que está rodeado de estigma", afirma Parés. Así que dice que deben trabajar con cautela. Desde que abrieron en 2021, han tratado a unas 350 personas en Barcelona.
Cuando se piensa en ketamina, la mayoría lo asocia con el éxtasis, una droga recreativa. Sin embargo, algunos expertos creen que también puede ser útil en terapias. La ketamina es un compuesto químico que se ha utilizado como anestésico con personas y animales desde los años 70. Fue empleado en gran medida como anestesia quirúrgica para tratar a los soldados estadounidenses durante la Guerra de Vietnam. Por sus efectos alucinógenos, la ketamina también se coló como droga recreativa en discotecas y raves. Desde hace años, se investigan sus propiedades antidepresivas.
La iniciativa ciudadana que pide investigar los psicolélicos
Algunos expertos defienden que la terapia asistida con psicodélicos (PAT), es decir, el uso de sustancias psicodélicas en la psicoterapia, podría convertirse en un gran avance. En marzo de 2019, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) del Gobierno de los Estados Unidos aprobó el uso de la esketamina, como medicamento antidepresivo. Y en 2022, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó el uso de esketemina para los casos de depresión resistente que han fracasado con otros tratamientos.
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En EEUU, Canadá, Australia y Suiza, el uso médico de LSD, psilocybin (el ingrediente activo de las setas alucinógenas) o MDMA (componente importante del éxtasis) ya está permitido en algunos casos. En la Unión Europea, sin embargo, se muestran más cautelosos con los alucinógenos en medicina. En España, solo está permitido el uso de la ketamina en el ámbito clínico. "Otros psicodélicos solo están disponibles en el ámbito de investigación", aclara Páres.
Una iniciativa ciudadana europea, lanzada por ciudadanos de 15 países, bajo el nombre de Psychedelicare quiere cambiar eso y conseguir que los europeos accedan a una terapia asistida con psicodélicos "segura y regulada". Comenzaron a recoger firmas el 14 de enero y tienen un año para conseguir el millón de apoyos.
La petición de ciudadanos de siete países
Una Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) es el mecanismo establecido en el Tratado de Lisboa que permite a los ciudadanos de la Unión Europea presentar iniciativas legislativas populares para invitar a la Comisión Europea a proponer una legislación sobre un asunto determinado. Para ello, al menos siete ciudadanos, de al menos siete Estados miembros de la UE, pueden registrar una ICE en la Comisión Europea. Si se cumplen todos los requisitos —como no violar los valores de la UE y estar dentro de la competencia de la Comisión Europea—, estos pueden comenzar a recoger el millón de declaraciones de apoyo de siete países. Si lo logran, deben presentar su propuesta en el Parlamento Europeo. Después, la Comisión Europea tiene un plazo de tres meses para pronunciarse y decidir si presenta o no una propuesta legislativa.
Para Théo Giubilei, fundador de la iniciativa, la innovación en los tratamientos psiquiátricos en Europa "ha estado estancada durante décadas", y los tratamientos actuales están demostrando ser cada vez más ineficaces. Afirma que los datos indican que los medicamentos existentes no ayudan a la mitad de los pacientes. A través de la ICE, pretenden que la Comisión Europea financie investigaciones sobre aplicaciones terapéuticas con psicodélicos y promueva un consenso de expertos sobre los estándares de tratamiento con estas sustancias.
Aumentan los trastornos mentales entre los jóvenes
Dentro de la Unión, algunos expertos piden que se avance en la investigación. Para Matthäus Willeit, de la Universidad Médica de Viena, la clasificación de la psilocibina como una sustancia prohibida "carece de sentido desde un punto de vista racional", afirmó en 2022. Hans-Günther Knaus, director del Instituto de Farmacología de la Universidad Médica de Innsbruck, también sostiene que existe un gran potencial en la "psicoterapia asistida con LSD".
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En Hungría, Péter Sárosi, de la ONG Rights Reporter Foundation, que aboga por la reforma de las políticas de drogas, advierte que los trastornos mentales entre los jóvenes en Europa están aumentando, mientras que el desarrollo de nuevos fármacos psiquiátricos está disminuyendo. Sárosi cree que la psicoterapia asistida con psicodélicos "representa un cambio de paradigma", sin embargo, "todavía hay demasiados obstáculos legales que frenan la investigación". Y en Dinamarca, donde en los últimos años se ha investigado el uso de la psilocibina para tratar la depresión, hay muchas personas "para las que los tratamientos convencionales no funcionan o no son suficientes" y cree que "es fundamental encontrar nuevas vías de tratamiento", expuso a la cadena danesa DR, David Erritzøe, director clínico y subdirector del Centre for Psychedelic Research del Imperial College de Londres.
Sárosi cree que "representa un cambio de paradigma", pero, "todavía hay demasiados obstáculos legales que frenan la investigación"
En la República Checa, la investigación sobre los efectos del LSD en trastornos psiquiátricos comenzó en la década de 1960, cuando el país formaba parte de Checoslovaquia. Más tarde, se detuvo cuando la guerra contra las drogas se intensificó a nivel mundial. El interés resurgió en 2015, cuando se administró psilocibina a personas sanas para estudiar su impacto en la actividad cerebral. Y actualmente, también hay investigaciones en curso sobre el uso de la psilocibina en pacientes con depresión severa y la ketamina.
En Europa, hasta ahora no se han financiado más investigaciones con psicodélicos "primero por el tabú", afirma a El Confidencial, Fernando Caudevilla, un médico experto en drogodependencia, que formó parte de la asociación Energy Control, que aboga por un consumo consciente de las drogas. Segundo dice, "porque son sustancias a las cuales los laboratorios le pueden sacar poco rendimiento, porque su patente ha caducado", agrega.
¿Existen riesgos? Parés asegura que son tratamientos muy seguros, "pero existen criterios de exclusión, como antecedentes de psicosis o esquizofrenia". O en casos de personas con cardiopatías o enfermedades del corazón o intervenciones graves, "estos son riesgos, digamos que se tienen que vigilar mucho", afirma. Dice que "el horizonte temporal suelen ser varios meses de trabajo y se pueden intercalar sesiones de terapia, sin fármacos, a lo largo de todo el proceso psicoterapéutico". Y puntualiza que son dosis "de cantidades ínfimas", "estamos hablando de miligramos", que se administran a lo largo de 4, 6 u 8 semanas. "Por lo que no hay un potencial de adicción", dice. Y recuerda que la potencial adicción a la ketamina "se da en contextos no médicos, fuera".
Los más escépticos creen que, "el entusiasmo y el marketing han superado la evidencia científica", escribe Lindsay Smith Rogers en la página de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins. Rogers advierte que la ketamina es un medicamento que debería administrarse "en entornos clínicos altamente controlados y supervisados". Sin embargo, dice, "se está utilizando en diversos contextos, y el más preocupante es fuera del sistema de salud. Critica que, en algunos lugares, es posible obtener ketamina en farmacias para uso en el hogar, lo que es extremadamente arriesgado". Giubilei espera que la iniciativa ciudadana ayude a abrir el debate en Europa.
Los pacientes que llegan a la consulta de la Clínica Synaptica en Barcelona, "lo han intentado todo antes", explica a El Confidencial Òscar Parés, CEO del primer centro de salud mental de la ciudad de Barcelona que ofrece terapia psicodélica asistida. Dice que son personas que llevan mucho tiempo con depresión y ya han probado varios tratamientos con anterioridad. Tras una entrevista con un psiquiatra –el director médico, Joan Obiols– y la preparación con un psicólogo, los pacientes participan en terapias asistidas con ketamina. "Para ellos, esto es algo nuevo, que está rodeado de estigma", afirma Parés. Así que dice que deben trabajar con cautela. Desde que abrieron en 2021, han tratado a unas 350 personas en Barcelona.