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Cáncer de hígado y alcohol: esta es su estrecha relación
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50.000 NUEVOS CASOS ANUALES EN EUROPA

Cáncer de hígado y alcohol: esta es su estrecha relación

Entre un 60% y 90% de los carcinomas hepatocelulares están asociados a la cirrosis hepática. Y la principal causa de esta enfermedad es el consumo de alcohol

Foto: Imagen de microscopio que muestra un carcinoma hepatocelular, el tipo más común de cáncer de hígado. (Wikipedia)
Imagen de microscopio que muestra un carcinoma hepatocelular, el tipo más común de cáncer de hígado. (Wikipedia)

Actualmente, los datos del cáncer de hígado son poco halagüeños. Es la tercera causa de muerte por cáncer, el sexto tumor maligno en prevalencia a nivel mundial y se encuentra entre los tipos de cánceres con tasa más baja de supervivencia: apenas llega al 20%.

Cada año, en Europa se diagnostican cerca de 50.000 nuevos casos y en nuestro país, en concreto, unos 6.700, según datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN) y la International Agency for Research on Cancer (IARC). De todos ellos, el carcinoma hepatocelular (CHC) es el tipo más frecuente.

Pues bien, entre un 60% y 90% de los carcinomas hepatocelulares (CHC) están asociados a la cirrosis hepática. Y la principal causa de esta enfermedad es el consumo de alcohol. Por eso puede decirse que la relación entre el cáncer de hígado y el alcohol es muy estrecha.

Aunque no puede negarse que hay otras causas, como la hepatitis viral. Y, cobrando cada vez más importancia en los últimos años, la enfermedad hepática metabólica o hígado graso. De hecho, según recientes estudios, se estima que el riesgo de padecer este tipo de cáncer en pacientes con hígado graso es hasta tres veces mayor que en quien no lo tiene. Mientras en 2008 el hígado graso representaba la causa de menos del 2% del total de casos, en la actualidad supone el 12%.

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Alejandro Forner, secretario de la Asociación Española para el Estudio del Hígado lo explica de este modo: “Es cierto que la incidencia global del CHC no ha variado apenas en los últimos años a pesar de los tratamientos que curan el virus de la hepatitis C y la vacunación frente a la B, lo que evidencia que otros factores como el alcohol y el síndrome metabólico están jugando un papel cada vez más relevante”.

Eliminar el factor de riesgo

La buena noticia es que eliminar el factor que ha desarrollado la cirrosis hepática ayuda “a disminuir —no eliminar— el riesgo de cáncer de hígado”, afirma Forner. Y pone varios ejemplos: “Muchos estudios apuntan a que tratando la hepatitis vírica causante de la enfermedad, disminuye a largo plazo la posibilidad de sufrir cáncer de hígado”.

Factores como el alcohol y el síndrome metabólico están jugando un papel cada vez más relevante en el cáncer de hígado.

Siguiendo la misma línea de investigación, parece que sucede lo mismo si se controla el síndrome metabólico y, desde luego, si se reduce o elimina el consumo de alcohol. “Una vez se recompensa el hígado, también podría haber disminución del riesgo de cáncer de hígado”.

Enfermedades silentes

El problema es que para eliminar ese factor es interesante tener un diagnóstico. Y uno de los principales hándicaps del cáncer hepático y de la cirrosis hepática es que se trata de enfermedades que, como afirma Forner, no dan la cara y no se diagnostican hasta que se encuentran en estadios muy avanzados, con la gravedad que eso supone.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

“La cirrosis hepática es una enfermedad que habitualmente cursa de forma asintomática y únicamente cuando el paciente tiene un gran deterioro de las funciones hepáticas es cuando empieza a haber síntomas. Lo mismo sucede con el cáncer de hígado, que crece sin producir ninguna sintomatología en los estadios iniciales”, afirma el también especialista en hepatocarcinoma en el Hospital Clínic de Barcelona.

Y continúa: “Solo a medida que va creciendo, progresando y afectando la función hepática, el paciente empieza a desarrollar síntomas propios del cáncer hepático, tales como cansancio, falta de apetito y, en algunos casos, el paciente se pone con ictericia, es decir, se pone con una tinción amarilla en la piel”.

Cribado de enfermedad hepática

Esta es una de las razones de que los hepatólogos soliciten que se realicen cribados de enfermedad hepática en consumidores habituales de alcohol, con independencia de la edad. En este sentido, recalcan que Europa es la región con mayor consumo de alcohol del mundo, con un consumo medio de 9,2 litros de alcohol al año

Foto: (iStock)

España supera esa cantidad, con un consumo medio de 11 litros por persona/año. A los especialistas les preocupan especialmente los patrones de consumo de los jóvenes que son, además, los más peligrosos, pues conjugan un mayor riesgo con una menor percepción del mismo

Actualmente, los datos del cáncer de hígado son poco halagüeños. Es la tercera causa de muerte por cáncer, el sexto tumor maligno en prevalencia a nivel mundial y se encuentra entre los tipos de cánceres con tasa más baja de supervivencia: apenas llega al 20%.

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