La estrecha relación entre la osteoporosis y los problemas del corazón (que la población no conoce)
Grünenthal y la Sociedad Española de Reumatología recogen en un reciente estudio que cerca del 30% de los pacientes con osteoporosis sufre enfermedades cardiovasculares
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Un reciente estudio publicado en la revista Reumatología Clínica, de la Sociedad Española de Reumatología y elaborado en colaboración con Grünenthal refiere que al menos un 22% de los pacientes con osteoporosis sufre alguna enfermedad cardiovascular.
Entre otras, se incluye insuficiencia cardiaca (11%), cardiopatía isquémica (11%), enfermedad cerebrovascular (9%), arritmias, enfermedades arteriales o venosas. Una de las razones podría estar relacionada con los factores de riesgo comunes a ambos problemas de salud.
Entre los factores de riesgo cardiovasculares se encuentran el sedentarismo, la dislipemia, la hipertensión arterial y la obesidad o sobrepeso. Todos ellos —la obesidad con algo de controversia— son también factores de riesgo de osteoporosis y fracturas por fragilidad.
“De ahí que haya tanta asociación entre osteoporosis y riesgo cardiovascular”, en palabras de Enrique Casado Burgos, jefe de sección del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Parc Taulí en Sabadell, y autor principal del estudio VASOS.
¿Causa o consecuencia?
En este sentido, el reumatólogo deja claro que una enfermedad no provoca la otra ni al contrario. “Yo diría que ambas son causa y también consecuencia. Es decir, los pacientes con osteoporosis tienen mayor riesgo de presentar una enfermedad cardiovascular, y los pacientes con patología cardiovascular tienen mayor riesgo de presentar osteoporosis. La clave está en la fisiopatología de las dos patologías. Muchos factores que favorecen una enfermedad también favorecen la otra”.
Los pacientes con osteoporosis pueden padecer también insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica o enfermedad cerebrovascular
La buena noticia es que algunos de estos factores de riesgo sí pueden modificarse y, con ello, ayudar en la mejora de riesgo de complicaciones. “Podemos recomendar practicar ejercicio físico en los pacientes más sedentarios o abandonar el consumo de tabaco en fumadores, perder peso en obesos. Con estas medidas estaríamos mejorando ambas patologías”.
Mujer de más de 50 años, ¿factor de riesgo?
En este caso es interesante ir por partes. Casado Burgos explica: “Ser mujer postmenopáusica es un factor de riesgo de osteoporosis y de fractura, sin embargo ser mujer en sí mismo no implica un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular”. Eso es en términos generales. Y aquí viene el ‘pero’.
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“La menopausia, que supone un descenso de los niveles de estrógenos en las mujeres, sí que trae aparejado un mayor riesgo cardiovascular, ya que el estrógeno propio o endógeno protege de las patologías del corazón y de los vasos sanguíneos”. Es decir, sí puede ser un factor de riesgo asociado a ambas circunstancias.
La labor del reumatólogo
Con todas estas cartas sobre la mesa, parece evidente que los reumatólogos deberían estar al tanto de esta estrecha relación. A pesar de ello, Casado Burgos admite que, así como la relación entre osteoporosis y enfermedades como la artritis reumatoide y las enfermedades autoinmunes sistémicas como el lupus, sí se conocen, “creo que no es tan conocido que la osteoporosis también se asocie con un mayor riesgo cardiovascular”.
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Sería interesante que los reumatólogos pudieran “valorar el riego cardiovascular de los pacientes con osteoporosis. El problema es saber cómo hacerlo o si disponemos de tiempo suficiente para manejar todas las comorbilidades en la consulta”. Y plantea que quizás deberían realizar algún tipo de cribado sobre el riesgo cardiovascular.
Cuidado con los tratamientos
Una de las razones por las que sería interesante que los reumatólogos tuvieran en cuenta la posibilidad de problema cardiovascular tiene que ver con el tratamiento a escoger de cara a minimizar los problemas de la osteoporosis.
“En el caso de pacientes con osteoporosis y riesgo cardiovascular deberíamos evitar aquellos fármacos que tengan riesgo potencial de complicaciones cardiovasculares como los moduladores selectivos de receptores estrogénicos, o aquellos fármacos cuya seguridad cardiovascular no esté del todo aclarada como el romosozumab”, concluye Casado Burgos.
Un reciente estudio publicado en la revista Reumatología Clínica, de la Sociedad Española de Reumatología y elaborado en colaboración con Grünenthal refiere que al menos un 22% de los pacientes con osteoporosis sufre alguna enfermedad cardiovascular.