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Tipos más frecuentes de arritmias cardiacas y cuándo operar
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SALUD SIN MITOS

Tipos más frecuentes de arritmias cardiacas y cuándo operar

Estos trastornos del ritmo normal del corazón pueden manifestarse como latidos irregulares, rápidos o lentos, y abarcar desde episodios breves e inofensivos hasta cuadros que requieren atención médica precoz o incluso procedimientos intervencionistas

Foto: Foto: iStock.
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El corazón es un motor incansable que trabaja sin descanso latiendo de manera rítmica y sincronizada. Sin embargo, a veces ese ritmo se altera, volviéndose demasiado rápido, lento o irregular. A estas alteraciones se les conoce como arritmias, y aunque a menudo son inofensivas, en ocasiones pueden afectar seriamente la salud cardiovascular.

Las arritmias asociadas a frecuencias cardiacas altas (lo que normalmente conocemos como taquicardias), “pueden provocar síntomas como palpitaciones, mareos o desmayos, que afectan significativamente a la calidad de vida de quien las padece”, explica el doctor Juan Benezet, responsable de la Unidad de Arritmias del Hospital Universitario La Luz. Pero, a menudo, “son mínimamente sintomáticas y pasan desapercibidas. De hecho, muchos pacientes las detectan fortuitamente al tomarse el pulso o la tensión arterial y notar ritmos irregulares. Esta ausencia de síntomas no implica que sean benignas; pueden asociarse a complicaciones cardiovasculares graves”.

Foto: Foto: Freepik.

Sus causas son múltiples y a veces complejas. En general, se distingue entre las congénitas, es decir, el paciente nace con un problema determinado que es el que provoca las arritmias, o adquiridas.

  • Congénitas: en niños y adolescentes se asocian frecuentemente a circuitos y alteraciones en relación con el proceso madurativo del corazón.
  • Adquiridas: en el adulto, las arritmias “se relacionan más frecuentemente con cambios en el corazón que se adquieren con los años y son fruto del envejecimiento, de cicatrices (por ejemplo, tras cirugías o infartos), o bien con cambios estructurales o inflamatorios”. En otras ocasiones, añade el experto, “se deben a focos de células cardíacas que adquieren por diversas causas una actividad eléctrica automática anormal”.

Con respecto a su aparición, las arritmias pueden surgir en cualquier momento de la vida, si bien es cierto que su incidencia aumenta con la edad.

Cuáles son los tipos más frecuentes

Las arritmias se pueden clasificar en diferentes tipos según sus características más importantes:

  • Según su origen: si se originan en las aurículas hablamos de arritmias supraventriculares. Entre ellas estarían la fibrilación auricular, el flutter auricular o la taquicardia por reentrada intranoda, entre otras. Si el origen está en el ventrículo, se denominan arritmias ventriculares.
  • Según su comportamiento: se pueden clasificar como sostenidas cuando generan un ritmo continuado y se mantienen estables en arritmia durante un periodo prolongado (minutos, horas…), o no sostenidas cuando, “aun siendo más o menos continuas, se sostienen únicamente latidos sueltos o pequeñas salvas de latidos, como sucede en el caso de las extrasístoles”.

La arritmia sostenida más frecuente en la población general es “la fibrilación auricular (FA), que se asocia con importantes eventos adversos cardiovasculares. Su prevalencia estimada es del 2-4% en la población general, pero aumenta con la edad y puede alcanzar el 15-20% en los mayores de 70 años, lo que supone un elevado coste sanitario y carga asistencial”.

Cada arritmia tiene un tratamiento de elección y, por ello, recalca el experto, “es realmente importante llegar siempre a un correcto diagnóstico documentando las crisis mediante electrocardiogramas, lo que en ocasiones es un reto debido a su comportamiento intermitente o recortado”. Es la razón de que, ante un paciente con clínica compatible y sospecha de arritmias, “es clave una valoración cardiológica, preferiblemente por un equipo especialista en arritmias”.

Una vez establecido el diagnóstico, los pacientes se beneficiarán de tratamientos médicos para controlar la sintomatología y potenciales riesgos, y “en determinadas ocasiones se podrán plantear procedimientos intervencionistas de arritmias (ablaciones), que en muchas ocasiones resolverán definitivamente el problema”.

Nuevas técnicas más allá del marcapasos

En situaciones de alto riesgo o en aquellos casos en los que las estrategias farmacológicas no son suficientes, los marcapasos, desfibriladores y técnicas de ablación cardíaca pueden jugar roles fundamentales en el manejo de determinadas arritmias. “Cada uno de estos dispositivos y procedimientos tiene una función específica, dependiendo del tipo de arritmia y las condiciones del paciente”.

  • Los marcapasos ayudan a regular el ritmo cardíaco cuando el corazón late demasiado despacio.
  • Los desfibriladores monitorizan el ritmo cardiaco en pacientes de alto riesgo y proporcionan descargas eléctricas para detener arritmias potencialmente letales que estos pacientes pueden padecer.
  • La ablación cardiaca permite la destrucción del tejido cardíaco responsable de los impulsos eléctricos anormales mediante procedimientos mínimamente invasivos utilizando catéteres guiados con rayos X o sistemas de navegación.

En este sentido, los avances tecnológicos de los últimos años están permitiendo tratar las arritmias mediante procedimientos intervencionistas cada vez más efectivos y seguros. Así, explica el doctor Benezet, “se han desarrollado catéteres que emplean tecnologías más precisas, rápidas y seguras para la destrucción (ablación) o modificación del tejido cardiaco responsable de las arritmias.

Igualmente, se han desarrollado sistemas de navegación que permiten localizar, mediante reconstrucciones 3D del corazón, los focos y circuitos responsables permitiendo un tratamiento más preciso y selectivo”. Todo ello, concluye, contribuye a que “las técnicas intervencionistas sean cada vez más un tratamiento de primera línea para el manejo de nuestros pacientes con arritmias”.

El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Universitario La Luz

El corazón es un motor incansable que trabaja sin descanso latiendo de manera rítmica y sincronizada. Sin embargo, a veces ese ritmo se altera, volviéndose demasiado rápido, lento o irregular. A estas alteraciones se les conoce como arritmias, y aunque a menudo son inofensivas, en ocasiones pueden afectar seriamente la salud cardiovascular.

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