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¿En qué se diferencia un simple ronquido de una apnea del sueño?
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SALUD SIN MITOS

¿En qué se diferencia un simple ronquido de una apnea del sueño?

Los ronquidos no solo son molestos para quien comparte la cama, sino que también pueden ser una señal de problemas respiratorios. Detrás puede haber una alteración en la calidad del sueño e incluso riesgos para la salud que no deben pasarse por alto

Foto: Foto: iStock.
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Dormir junto a alguien que ronca puede ser una verdadera prueba de paciencia: interrupciones constantes, noches en vela y el sonido persistente que convierte el descanso en un desafío. Sin embargo, más allá de la incomodidad, los ronquidos pueden ser una señal de alerta. En muchos casos, indican problemas respiratorios que afectan la calidad del sueño y, en algunas situaciones, pueden estar relacionados con riesgos para la salud, como la apnea del sueño. Entender por qué ocurren y cómo manejarlos no solo mejora el descanso de quien los sufre (y de quien lo acompaña), sino que también puede prevenir complicaciones mayores.

La causa de los ronquidos, explica el doctor José Miguel Villacampa Aubá, jefe asociado del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, es “la vibración de los tejidos de la vía aérea superior (normalmente el paladar blando y la faringe) durante la respiración, especialmente cuando hay una obstrucción parcial del flujo de aire”. No es un problema infrecuente, añade: “El 45% de los adultos ronca ocasionalmente, y el 25%, de manera habitual”.

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Hay diferentes factores que favorecen tanto la aparición de los ronquidos como su empeoramiento. Entre ellos, apunta el experto, “la obesidad, la anatomía de la vía aérea superior (tabique nasal desviado, rinitis u otro tipo de congestión nasal, amígdalas grandes, paladar blando laxo), el consumo de alcohol, los sedantes, el tabaquismo y dormir boca arriba”.

El control de estos factores, por tanto, puede ayudar a prevenir este problema o, al menos, a atenuar su gravedad. En este sentido, el doctor Villacampa señala que “es posible mediante el mantenimiento de un peso adecuado, evitando alcohol y sedantes antes de dormir, mejorando la higiene del sueño, durmiendo de lado y tratando condiciones nasales obstructivas como la rinitis o el tabique desviado cuando estas empeoran el cuadro”. No obstante, advierte, “hay que saber que hay ocasiones en que, a pesar de todo ello, la laxitud de estos tejidos puede producir la roncopatía”.

Un problema de salud

Roncar también puede esconder un problema de salud de mayor gravedad, como la apnea del sueño. En este caso, la persona presenta “pausas respiratorias repetitivas durante la noche, somnolencia diurna, fatiga, dificultad para concentrarse y, frecuentemente, se acompaña de hipertensión arterial”. Por eso, cuando afecta a la calidad de vida, es importante consultar a un profesional.

Las personas con apnea suelen quejarse de cansancio y somnolencia durante las horas de vigilia, pero para diagnosticarla es necesario realizar un estudio del sueño (polisomnografía o poligrafía respiratoria). Y los factores que predisponen a sufrirla son muy similares a los que hemos mencionado de los ronquidos, explica el doctor Villacampa: “La obesidad, la edad avanzada, el sexo masculino, una vía aérea estrecha, antecedentes familiares, el consumo de alcohol y tabaco, además de ciertas enfermedades como la hipertensión arterial y la diabetes”.

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Doctor José Manuel Villacampa, jefe asociado del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

Respecto al tratamiento, “es multidisciplinar, e incluye desde cambios en el estilo de vida (pérdida de peso, evitar alcohol, sedantes y tabaco), hasta dispositivos de presión positiva continua en la vía aérea (CPAP), dispositivos orales de avance mandibular y, en casos seleccionados, cirugía”.

Por otra parte, concluye, aunque últimamente se han descrito algunos tratamientos más innovadores, “están a la espera de demostrar su eficacia a la hora de cambiar el proceso natural de la enfermedad. Se trata de dispositivos intraorales más avanzados, cirugía mínimamente invasiva -como la radiofrecuencia del paladar-, y la estimulación del nervio hipogloso, una terapia emergente para ciertos pacientes con apnea moderada o severa que no toleran el CPAP”.

El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con la Fundación Jiménez Díaz.

Dormir junto a alguien que ronca puede ser una verdadera prueba de paciencia: interrupciones constantes, noches en vela y el sonido persistente que convierte el descanso en un desafío. Sin embargo, más allá de la incomodidad, los ronquidos pueden ser una señal de alerta. En muchos casos, indican problemas respiratorios que afectan la calidad del sueño y, en algunas situaciones, pueden estar relacionados con riesgos para la salud, como la apnea del sueño. Entender por qué ocurren y cómo manejarlos no solo mejora el descanso de quien los sufre (y de quien lo acompaña), sino que también puede prevenir complicaciones mayores.

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