¿Por qué son tan frecuentes las lesiones de rodilla en el tenis?

El tenis es un deporte tan exigente como completo: requiere velocidad, coordinación, fuerza y el compromiso de prácticamente todas las partes del cuerpo. Sin embargo, esta intensidad también pasa factura, y una de las articulaciones que más pueden resentirse es la rodilla.

“Sólo superada por la articulación del tobillo, la de la rodilla es la que se lesiona con más frecuencia”, confirma el doctor Emilio Calvo, jefe del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica de la Fundación Jiménez Díaz, que añade que “la de la muñeca o el hombro lo hacen en menor medida”.

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No es sorprendente esta vulnerabilidad de las rodillas si tenemos en cuenta las características del tenis. Como señala el experto, “se trata de un deporte de velocidad que requiere gran movilidad. Ello obliga a cambios de ritmo y de dirección frecuentes y rápidos en los que se producen giros súbitos del cuerpo alrededor de la extremidad inferior con el pie fijo en el suelo. Este movimiento pone en riesgo los ligamentos de la rodilla”.

En este sentido, las lesiones más frecuentes de tenistas amateurs y profesionales son “los esguinces o roturas de ligamentos, que se producen por un giro brusco con el pie fijo en el suelo, así como los desgarros musculares, cuya causa suele ser una contracción muscular brusca y descoordinada”.

Fortalecer el músculo, la mejor prevención

La exigencia de este deporte, especialmente en los profesionales, hace difícil la prevención. “Se han desarrollado distintas ortesis para proteger la rodilla. Sin embargo, el método más eficaz para prevenir lesiones es el desarrollo de una musculatura potente y coordinada en los movimientos de la rodilla”.

En cuanto a factores externos, como la superficie de juego o el calzado, el experto señala que “se han hecho numerosos estudios sobre el tipo de calzado y el riesgo de lesiones, pero no se han podido obtener conclusiones claras. Sin embargo, sí hay datos sobre el tipo de superficie que sugieren que la probabilidad de lesionarse en pistas de tierra batida es menor que en superficies más duras. Además, la pista de cemento es más exigente, dado que requiere una flexión mayor de la rodilla”.

Respecto a los tratamientos, la lesión puede abordarse de múltiples formas, según su gravedad. En casos leves o moderados, los tratamientos conservadores —como reposo, antiinflamatorios, hielo y fisioterapia— suelen ser efectivos para reducir el dolor y recuperar la movilidad. La rehabilitación con ejercicios específicos fortalece la musculatura y previene recaídas. “Por ejemplo, los esguinces de tobillo, la epicondilitis o las roturas de ligamento colateral medial de la rodilla se tratan de forma conservadora y en ellas desempeña un papel fundamental la fisioterapia”.

Cuando hay daños más severos, como las roturas de ligamento cruzado anterior, puede ser necesario recurrir a cirugía, como la artroscopia o técnicas reconstructivas. No obstante, la elección del tratamiento dependerá del diagnóstico y las necesidades del paciente, siempre buscando una recuperación óptima para retomar la actividad.

El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con la Fundación Jiménez Díaz.