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El desplome de los vales de comida (y cómo ha cambiado nuestra alimentación)
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Empresas y CHEQUES RESTaURANTE

El desplome de los vales de comida (y cómo ha cambiado nuestra alimentación)

En cinco años, las cifras del sector han caído un 37%, al tiempo que han surgido los servicios de táper a domicilio. Hacienda ha aumentado la exención del IRPF de los cheques de nueve a 11 euros, pero mantiene la cotización a las empresas desde 2013

Foto: Comida casera en la oficina. (iStock)
Comida casera en la oficina. (iStock)

Siempre hubo trabajadores que llevaban la comida casera a la empresa en un táper. Pero ahora hay más, ya sea cocinada en casa o comprada a domicilio. Un ascenso que comenzó hace cinco años, concretamente desde el 21 de diciembre de 2013, cuando el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, incluyó los vales de comida en la base para la cotización a la Seguridad Social, hasta ese momento exentos. ¿Qué ocurrió? Que las tres grandes compañías que ofrecían el servicio, Sodexo, Cheque Gourmet y Edenred, se resintieron. En 2013 se estimó la facturación de la restauración a través de los cheques en 990 millones. En 2017 descendió hasta los 619. Un 37% menos. Al mismo tiempo, surgieron oportunidades empresariales: comida 'casera' a domicilio lista para llevar al trabajo.

En 2014, justo después de la medida fiscal, se creó Wetaca, un servicio para comer en la oficina que ha crecido exponencialmente

En 2013 se creó Minevera; en 2014, Wetaca, en 2015, Apeteat. Todas incrementaron su volumen de negocio al poco tiempo de crearse, según las cuentas del Registro Mercantil consultadas por Alimente. Una decisión fiscal que, unida a una tendencia a la reducción del tiempo de la hora de la comida, trastocó definitivamente el panorama para muchos trabajadores que disfrutaban de los beneficios sociales que constituían los vales de comida. Es difícil saber si los trabajadores comen peor que antes; lo que es seguro es que lo hacen más rápido y les cuesta más caro.

Montoro ha devuelto ahora un pequeño balón de oxígeno a las tres grandes empresas que operan en España, Sodexo, Edenred y Cheque Gourmet. Los nuevos Presupuestos Generales, que se aprueban esta semana en el Congreso, incluyen un cheque guardería, pero ya en en diciembre se incrementó de nueve euros a 11 el valor de los cheques de comida exentos en el IRPF de los trabajadores: una actualización acorde al incremento del precio medio del menú diario de los restaurantes, que está en torno a esa cifra, según AEEVCOS —Asociacion Española de Vales de Comida y Otros Servicios—, que engloba a más del 90% del negocio de los vales.

Además de las tarteras caseras, se abrió la oportunidad para negocios como Minevera, Tuppermanía o Apeteat

Lo que no ha levantado Montoro es el muro que impuso en 2013. Más táperes, menos dinero y nuevas oportunidades para otros tipos de negocio que han cambiado el hábito de comida de muchos trabajadores. Es el caso de Wetaca, una empresa que nació poco después del anuncio de Hacienda, en julio de 2014, y que se dedica a la entrega de comida casera si no tienes tiempo o ganas de cocinar.

placeholder Táperes de la empresa Wetaca.
Táperes de la empresa Wetaca.

Según su propia información, eliges tus táperes para toda la semana: "Tus platos te esperan ocho días en la nevera. Comida, cena o desayuno. Solo tienes que calentarlos tres minutos al micro y listo. Si no los vas a consumir en esos días, puedes conservarlos en el congelador". Obtuvo un crecimiento exponencial: en 2014, 1.255,57 euros por ingresos de explotación; en 2015, 63.654,76, y en 2016, 177.406,66, el último año de registro. Los cheques restaurante iban desapareciendo de las empresas, se desincentivaban en otras y los negocios alternativos subían.

Pérdida de poder adquisitivo

Puerto Asensio, de Sodexo, lo explica con claridad: “Antes de 2014, si yo tenía, por ejemplo, cuatro empleados y destinaba 1.000 euros al año a cada uno en concepto de beneficios sociales, en este caso cheques de comida, me gastaba exactamente eso, 4.000 euros. Después del cambio normativo y al incluirse en la base para la cotización a la Seguridad Social de las empresas, que supone el 29,7%, me gasto, además de los 4.000 euros, 1.160 más por la Seguridad Social, en total 5.160”.

Según Sodexo, los cheques siempre fueron un gasto para la empresa y la cotización no es el grueso, pero ahora es un 27% más caro

Sin embargo, en Sodexo matizan que, aunque suponía un aumento, seguía sin ser el grueso del gasto: "A la empresa siempre le ha costado dinero ofrecer este beneficio social, que además aumenta el sueldo neto de un trabajador respecto al bruto, ya que al estar exento, en el IRPF del empleado este obtiene más valor". Defienden que, precisamente por eso, no fue un impacto tan descomunal y remitían a AEEVCOS para consultar los datos de facturación.

placeholder Restaurante con menú en Madrid. (iStock)
Restaurante con menú en Madrid. (iStock)

Sin embargo, las afirmaciones no casan con los datos del sector. Alimente se puso en contacto con la asociación. Su portavoz explicó que “las empresas dejaron de tener incentivos para la contratación de los vales de comida, modificando en la práctica el concepto y contenido del salario y desafiando la extensión del beneficio en las empresas, al estipular que las empresas y trabajadores deberían cotizar a la Seguridad Social: 29,7% a cargo de la empresa y 6,35% a cargo del empleado, conceptos que estaban hasta entonces exentos". Se pidieron datos concretos sobre el periodo de 2013, pero evadieron la cuestión en numerosas ocasiones.

Según un estudio del sector encargado en 2013 a la Universidad de Barcelona, se facturaron 990 millones de euros, ahora serían 619 millones

Sin embargo, ellos mismos encargaron un estudio a la Universidad de Barcelona en 2014, en el que plasmaron con toda claridad los datos del sector estimados de ese año “procedentes de las cifras proporcionadas por las tres empresas, Sodexo, Edenred y Cheques Gourmet, que forman parte de la federación”, como explica el informe. El trabajo 'Análisis del impacto de los vales de comida (2013)' está en su página web y sostiene lo siguiente:

“En el año 2013, 573.000 trabajadores disfrutaron de vales de comida en España, concentrados especialmente en Madrid y Cataluña. En total, 14.562 empresas optaron por ofrecer este beneficio social, un 78% de las cuales fueron pequeñas empresas (con menos de 50 trabajadores), un 16% empresas medianas (entre 50 y 250 trabajadores) y un 6% empresas grandes (más de 250 trabajadores). Gracias a dichos vales, el sector de restauración habría facturado, en el año 2013, 990 millones de euros (importe sin IVA) y ocupado a 20.930 trabajadores directos (un 1,7% del total de afiliados a la Seguridad Social en dicho sector)”.

Los datos de 2017 estimados, que sí facilitó la asociación, sostienen, en cambio, que el volumen de emisión aproximado ahora es de “500 millones de euros, más de 460.00 trabajadores beneficiados y más de 40.000 restaurantes afiliados”, con un impacto en el sector de la restauración de “619 millones de euros en facturación, aportando más de 15.000 empleos directos”. Es decir, que pasaron de 990 millones de euros estimados en 2013 a 619 en 2017 y de 573.00 trabajadores beneficiados por los vales de comida a 460.000: 113.000 menos según las cifras del estudio.

La recesión de los vales de comida

No obstante, desde la asociación, insisten en que los datos no son comparables, a pesar de que ambos son estimaciones suyas. El estudio de 2013 lo encargaron a la Universidad de Barcelona, con datos facilitados por las empresas que forman parte de la organización. Alimente se puso en contacto con el Laboratorio de Transferencia en Economía Aplicada de dicha universidad, responsable del informe, e intentó hablar con los firmantes, Jordi Suriñach y Esther Vayá, pero la universidad no facilitó el contacto. El estudio en cuestión era propiedad de AEEVCOS.

Reconocen que el decreto de Hacienda perjudicó notablemente al sector, que hasta entonces había crecido a buen ritmo

Una posible explicación es que pecaran de alarmistas, tal y como reconoció en conversación telefónica a Alimente el portavoz de la asociación. La otra es que no quieran revelar esa caída en el volumen de facturación después del aumento de nueve a 11 euros que recoge el decreto de modificación del IRPF de diciembre de 2017. O el estudio estaba un tanto inflado o la caída es más que notable.

Sea como fuere, ellos mismos reconocen a Alimente que el sector “estuvo creciendo a un ritmo favorable y sostenido hasta la publicación del Real Decreto 16/2013, que hizo que los ritmos positivos de crecimiento dejasen de producirse. Perjudicó notablemente”.

Un beneficio demandado por los empleados

La fórmula de los cheques 'gourmet' o tiques restaurante funciona en España desde los años setenta: existía la ventaja de la exención en la cuota de la Seguridad Social como indican en Sodexo y, según Puerto Asensio, "sigue siendo una medida bastante atractiva de atracción y retención del talento, diferencia a las empresas y es muy valorada por los empleados". No obstante, si ya de por sí era un gasto para la empresa, el desincentivo fiscal desanimaría a muchas pymes para incluir estos beneficios sociales.

La tendencia ahora es la retribución flexible: dedicar parte del salario en servicios para ahorrar en el IRPF

La tendencia, tal y como confirman en Sodexo, ha sido la de optar por la retribución flexible: en vez de ofrecer el beneficio social de forma indirecta como eran los cheques, algunas empresas optan por otra fórmula: "Es el empleado el que elige si intercambiar su salario monetario por productos y servicios. En este caso, es elección del empleado el intercambiar parte de su salario monetario por los cheques restaurante. Y le beneficia, porque es exento en el IRPF: por el mismo salario bruto, el empleado recibe mayor salario neto", explica Puerto Asensio.

Además, la tendencia que han observado es la de pasar del cheque físico en papel al formato digital, por medio de una tarjeta: "Lo que nosotros estamos notando es una tendencia hacia los formatos digitales, con una tarjeta te puedes gastar el importe exacto. Entre las ventajas, está la reducción de la logística, una mayor flexibilidad a la hora de realizar el gasto dentro de los límites legales —Hacienda estipula que no son acumulables y que solo pueden gastarse un máximo de 11 euros por persona y día—, claro está, y además permite dar más control a la empresa sobre lo que se gasta, como limitarlo al horario laboral". La realidad es que el táper, la tartera para los más veteranos, es una realidad en la mayoría de las empresas, cocines o no.

Siempre hubo trabajadores que llevaban la comida casera a la empresa en un táper. Pero ahora hay más, ya sea cocinada en casa o comprada a domicilio. Un ascenso que comenzó hace cinco años, concretamente desde el 21 de diciembre de 2013, cuando el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, incluyó los vales de comida en la base para la cotización a la Seguridad Social, hasta ese momento exentos. ¿Qué ocurrió? Que las tres grandes compañías que ofrecían el servicio, Sodexo, Cheque Gourmet y Edenred, se resintieron. En 2013 se estimó la facturación de la restauración a través de los cheques en 990 millones. En 2017 descendió hasta los 619. Un 37% menos. Al mismo tiempo, surgieron oportunidades empresariales: comida 'casera' a domicilio lista para llevar al trabajo.

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