Cómo influye un consumidor informado en el bienestar animal
Los consumidores cada vez se preocupan más por los productos que comen. ¿Cómo son en nuestro país los controles de calidad? ¿Cuidamos a nuestros animales? Los expertos responden
Cada vez nos preocupamos más por lo que comemos y cómo llega esa comida a nuestro plato. ¿Qué sabemos de los procesos de seguridad alimentaria de los productos? ¿Cómo se trata a los animales de los que procede nuestra comida? ¿Cómo actúan las administraciones y las empresas para evitar posibles problemas?
Para responder a estas preguntas hemos charlado con Juan José Badiola, presidente del Consejo General de Colegios de Veterinarios (Colvet) y presidente de la Comisión Nacional de Bienestar Animal; Pedro Olivares, jefe del servicio veterinario de El Pozo Alimentación; Alberto Herranz, director de Interporc Interprofesional del porcino de capa blanca; y Enrique Sánchez, director veterinario de DAGU. Con ellos hemos analizado el 'statu quo' de la industria alimentaria y los posibles retos que queden por delante.
Un consumidor preocupado
Partimos de una realidad evidente: "Hay muchos consumidores que antes no se fijaban en las etiquetas y ahora sí lo hacen", asegura Juan José Badiola, de Colvet. "Se ha incrementado la preocupación por todo lo que se refiere al alimento que está comiendo, qué características tiene, a qué niveles de seguridad se ha sometido, de dónde procede, etc.".
Para Alberto Herranz, de Interporc, "es muy importante que el consumidor tenga información, y esa información le llevará a una mayor capacidad de decisión". Herranz también recuerda que "en España hay un modelo de producción que se cataloga a nivel internacional como el más exigente del mundo. ¿Por qué? Porque tiene la normativa más exigente, y eso hace que seamos un país líder en bienestar animal y seguridad alimentaria".
Los mitos que conviene desterrar
Todos los expertos coinciden en que, en torno a la producción y distribución de alimentos, España cuenta con una serie de mitos acumulados que conviene ir quitándose de encima. Uno de ellos es el que rechaza que los animales tengan bienestar. Herranz es tajante: "A veces los consumidores son conducidos a error por declaraciones engañosas. En Europa las normas son de cumplimiento obligatorio mientras que en Estados Unidos tan solo son recomendaciones".
"También existía la imagen de la gallina ponedora que estaba en una jaula y no se podía ni mover. La gente a veces cree que esto sigue siendo así, y no lo es", remata Badiola, del Consejo General del Colegio de Veterinarios. Olivares añada que "en los mataderos hay un control diario y exhaustivo del bienestar de los animales para que no sufran. Es un dogma de fe".
"En los mataderos hay un control diario y exhaustivo del bienestar de los animales" (Pedro Olivares, El Pozo)
Para Badiola, el mito de que no existe bienestar animal en nuestro país debe desterrarse: "Hay una sensación en ciertos sectores de que España practicó la crueldad animal durante muchos años. Esa imagen nos viene de lo que tradicionalmente se ha hecho en muchas fiestas patronales, y eso tiene mucha más influencia de lo que parece. Se asume como algo generalizado. Lo que la gente desconoce es que, por exigencias de normativa, el sector ha ido incluso muy por delante de lo que demanda el consumidor".
Sánchez reconoce que "antes de la llegada de la Unión Europea no había tanto control, pero ahora está todo totalmente garantizado, ningún consumidor puede preocuparse. Cada proceso de esta cadena está totalmente controlado".
"Somos una potencia mundial"
La conclusión para todos ellos es evidente: "En temas de bienestar animal y seguridad alimentaria somos una potencia mundial", asegura Olivares, que se basa en que nuestro país es líder en exportación a aquellos países donde las leyes en estas áreas son muy exigentes. "Cuando vienen empresas extranjeras o auditorías nos felicitan. Somos una referencia y nuestro modelo funciona". Herranz apoya la idea: "Tenemos el modelo más desarrollado del mundo. En ningún lugar el ganado tiene más espacio, mejor atención".
En cualquier caso, desde los colegios veterinarios piden no relajarse: "Cada poco hay que reciclarse ante riesgos potenciales en la cadena alimentaria. Y tanto España como la Unión Europea están comprometidas con la seguridad, nos tomamos las cosas muy en serio", remata Badiola.
El reto: ¿cómo legislar a futuro?
Según los expertos consultados, hay dos aspectos fundamentales que deberán ser tenidos en cuenta en las próximas legislaciones. El primero de ellos es la sostenibilidad ambiental y la económica. "La sostenibilidad tiene que proteger el medioambiente, pero también tiene que ser viable económicamente", apuntan desde El Pozo. "No podemos olvidar que los objetivos globales también tienen que ir en consonancia con las necesidades del sector, que es el que sabe lo que ocurre en el día a día". En su opinión, "si no tenemos también en cuenta la viabilidad económica, el encarecimiento acabará desembocando en la cesta de la compra".
El otro aspecto es basar el bienestar animal en criterios científicos para evitar "leyes incorrectas", apunta Alberto Herranz. "Tenemos que ser prudentes", insiste Pedro Olivares en este aspecto. Para él, "los criterios científicos deben ser positivos para los animales, los consumidores y el propio sector. Algunas de las supuestas mejoras no solo no son mejores sino que, de hecho, acaban siendo contraproducentes y perjudican a los animales. En estos temas tiene que haber rigor y ciencia, que aportan la objetividad y la medición real de cuáles son los parámetros a valorar".
Cada vez nos preocupamos más por lo que comemos y cómo llega esa comida a nuestro plato. ¿Qué sabemos de los procesos de seguridad alimentaria de los productos? ¿Cómo se trata a los animales de los que procede nuestra comida? ¿Cómo actúan las administraciones y las empresas para evitar posibles problemas?