Por qué es bueno para ti que los pollos coman maíz y corran en libertad

La tendencia al alza del mercado ecológico en España es una realidad. En 2018 creció un 12% respecto al año anterior, según el informe de EcoLogical sobre el sector ecológico en España, lo que supone un reflejo de los actuales hábitos de consumo en nuestro país.

En un momento donde el usuario, especialmente aquellos denominados 'millennials', se afana por cuidar los productos que entran en su cesta y su nevera, demandando alimentos naturales y libres de sustancias artificiales, los productores también varían sus prácticas, inclinándose hacia una crianza en campo, basada en alimentación vegetal.

Nuevos métodos de crianza

El sector avícola español ha experimentado diversos cambios en los últimos años, siendo los nuevos métodos de crianza del pollo más naturales una clara apuesta por parte de los operadores para conseguir un valor añadido con respecto a sus competidores. Entre estas prácticas, de acuerdo con el último informe sobre el sector realizado por Alimarket, se encuentra el crecimiento lento (56 días, frente a los 42 del broiler -variedad de pollo- convencional), con una dieta 100% vegetal, libre de antibióticos y en libertad.

La crianza sin antibióticos permite hacer frente al problema actual de la resistencia de las bacterias a los medicamentos, creando cepas inmunes. Aunque desde 2006 los antibióticos no se pueden usar para el engorde del animal y solo para el tratamiento de enfermedades, hay productores que han decidido prescindir de ellos, optando por extractos de plantas para alimentar a los pollos y favorecer el desarrollo de la resistencia natural de los animales.

Además, el crecimiento natural de los pollos permite una movilidad natural, respetando los ciclos de sueño de las aves, que se crían en un espacio abierto, con luz natural y lejos de los núcleos urbanos con excesivos índices de contaminación. Se cuida con esmero su alimentación, siguiendo una dieta basada en cereales y maíz de primera calidad. Y es que siendo España líder europeo y quinto a nivel mundial en superficie agrícola dedicada a la producción ecológica (2,01 millones de hectáreas), encontrar estas materias primas no es una tarea demasiado costosa.

La carne de pollo quizá sea uno de los alimentos más agradecidos y con mayor número de admiradores dentro de nuestra dieta. Además de ser una carne baja en grasa de gusto suave, aporta una gran cantidad de proteínas, vitaminas y minerales. Así pues, si a estas propiedades intrínsecas, le unimos que la alimentación de estas aves es 100% vegetal, el sabor y la textura varían siendo más intenso y firme. Según un estudio de la Universidad Pública de Navarra, los consumidores de pollo encuestados aseguraban que el pollo Certificado es “mejor en todos los aspectos en el tamaño, sabor, jugosidad, apariencia, que tiene mejor calidad y además confiere más seguridad por el hecho de conocer su origen”.

El 'bio' es tendencia en el supermercado

La tendencia hacia lo ecológico ha permitido que pasemos a formar parte del top 10 mundial “tanto por volumen de mercado interior, con 1.686 millones de euros, así como por el ratio de crecimiento interanual, con un 13%”, según explica Ecological. Este hecho ha producido una fuerte revolución en los canales de comercialización. A las pequeñas tiendas especializadas y el aumento de puntos de venta ecológicos de superficies más extensas, se suman la distribución nacional. Así, en los últimos cuatro años, hipermercados y grandes almacenes han apostado por la incorporación de productos de categoría bio, satisfaciendo dicha demanda.

Un buen ejemplo es Carrefour, quien se convierte en el primer distribuidor a nivel nacional en lanzar pollos criados sin antibióticos. Para ello, la marca trabaja con alrededor de 30 productores, ubicados en Galicia.

Carrefour realiza un estudio y control exhaustivo de dichos productores. Todos ellos han sido seleccionados en base al cumplimiento de unos requisitos de bienestar animal, manejo e higiene en sus instalaciones. Además, deben cumplir las exigencias de alimentación y crianza de este tipo de pollo y este tiene que verse reflejado en el etiquetado: pollo campero (con salida libre al campo) y alimentación vegetal con un 70% de cereales siendo el 50% maíz.

Para poder cumplir estas exigencias y garantizar la calidad del producto, los proveedores del grupo francés, ya sean en las granjas o en las instalaciones, se someten a una auditoría periódica por parte de una Entidad Certificadora, quien asegura el cumplimiento de los requisitos del ‘pollo Calidad y Origen Carrefour’: pollo campero, alimentación y cría sin tratamientos antibióticos.