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Los frescos encarecen la cesta de la compra: te costarán un 5% más
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Los frescos encarecen la cesta de la compra: te costarán un 5% más

La apuesta de los supermercados en frescos y productos bio va a acabar con las pequeñas tiendas, una tendencia imparable

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Los españoles metieron un 0,7% menos de productos de gran consumo el año pasado en su cesta de la compra, según la 'Radiografía del gran consumo en España 2018', presentada por Nielsen hoy. Su director de ventas, Pedro José Domínguez, explicó a Alimente que han detectado además una serie tendencias que son estructurales: "La demografía no crece, por tanto el volumen, la cantidad de productos vendidos, no va a crecer mucho, y la otra que lleva varios años es que el consumidor está comprando de una forma distinta, premiando una serie de productos y castigando a otros. Los primeros son los que tienen que ver con la ecología, lo natural, lo biológico, con la conveniencia y la comodidad, y por último para darse un capricho, los productos prémium". Los consumidores se desenvolvieron el pasado año en un contexto de alza de precios (del +3,4%) que no ayudó a un mercado que presenta de por sí el reto de crecer con una población estancada

De esta cesta de la compra, una tercera parte del gasto son productos frescos como corresponde a un país mediterráneo como el nuestro, que crecieron en precio un 4,8%. Este dato acentúa la tendencia vista el año pasado, cuando los precios se incrementaron un 2,8%. Dentro de los frescos, las subidas en precios más notables fueron en frutas, un 9,3% más que un año antes; y en huevos, un 7,6% más de precio, aunque su consumo aumentó un 2%. Y es que sigue siendo la proteína más barata dejando atrás los tiempos en los que se decía aquello de “no es bueno comer huevos más de una vez por semana”.

Un 56% del gasto en frescos se hace en la moderna distribución, frente al 44% en la tienda tradicional

Por su parte, la carne y el pescado vivieron momentos dispares aun compartiendo subida de precios, que en el caso de la carne fue del 3,1% y en el pescado del 3,6%. A pesar de ello, los españoles sí consumieron más de lo primero y menos de lo segundo, y en ello hay cabida para varios argumentos, entre ellos, la alternativa al congelado del pescado (más económico y fácil de preparar) y que apenas existe en la carne, donde no hay trasvase a opciones más baratas.

Respecto al pescado, el bromatólogo y veterinario Pablo López aclaró a Alimente que las técnicas de ulracongelado están muy avanzadas: "Provoca que los cristales que se forman en todo proceso de enfriamento del agua de los tejidos sean mucho más pequeños, por lo que el producto sufre menos que con un congelador casero, que forma cristales más grandes. Un producto congelado en una industria siempre queda mejor, simplemente por el equipo que se utiliza: una congelación rápida y a más baja temperatura en la que el producto sufre menos"

Muerte anunciada

Otra tendencia en frescos, más allá de sus importes, tal y como explica la nota de Nielsen, reside en dónde los compramos, y poco a poco y cada vez más lo hacemos en supermercados e hipermercados. En concreto, un 56% del gasto en frescos se hace en la moderna distribución, frente al 44% en la tienda tradicional. Esto supone para el primero un incremento en su cuota de 1,5 puntos porcentuales respecto a 2017. Aquí entra precisamente la marca del distribuidor (MD), que creció cinco décimas el año pasado hasta el 39,4% de cuota. Y de igual modo la promoción, si bien perdió peso el año pasado y representa dos de cada diez euros de gasto sobre el total del mercado.

Estas son algunas de las fórmulas para que el consumidor pueda maximizar su presupuesto, toda vez que algo más de la mitad de los españoles se esfuerza en hacer una compra al precio más bajo posible, mientras que cuatro de cada diez afirman tener un presupuesto ajustado para llenar su nevera y despensa. Esto no quiere decir que vaya siempre con el freno de mano puesto. En ocasiones, se gasta unos euros de más e incorpora artículos que no tenía en mente o por escrito en su lista.

Esto sucede sobre todo en categorías como impulso/snacking, conveniencia y salud, y dentro de esta los bio. "Organolépticamente un producto ecológico no tiene por qué ser mejor o tener más sabor. Es una cuestión de responsabilidad medioambiental, de querer cuidar el planeta y de la sostenibilidad. Es una cuestión de compromiso personal y creemos que en España es una tendencia que se está asentando", aclara Pedro Domínguez.

Los españoles metieron un 0,7% menos de productos de gran consumo el año pasado en su cesta de la compra, según la 'Radiografía del gran consumo en España 2018', presentada por Nielsen hoy. Su director de ventas, Pedro José Domínguez, explicó a Alimente que han detectado además una serie tendencias que son estructurales: "La demografía no crece, por tanto el volumen, la cantidad de productos vendidos, no va a crecer mucho, y la otra que lleva varios años es que el consumidor está comprando de una forma distinta, premiando una serie de productos y castigando a otros. Los primeros son los que tienen que ver con la ecología, lo natural, lo biológico, con la conveniencia y la comodidad, y por último para darse un capricho, los productos prémium". Los consumidores se desenvolvieron el pasado año en un contexto de alza de precios (del +3,4%) que no ayudó a un mercado que presenta de por sí el reto de crecer con una población estancada

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