Leche sintética y sin vacas, ¿en qué consiste este invento 'revolucionario'?
Se produce a partir de levaduras modificadas y busca reducir el impacto medioambiental de la producción de leche con vacas y aumentar su durabilidad. Una alternativa vegana y ecológica
En pleno auge del 'real food' o comida real, a la vez conviven nuevas ramas que, a priori, podrían parecer contrapuestas pero que en el fondo buscan el mismo objetivo: alimentarnos bien. Un ejemplo es la producción de leche sintética sin vacas, un revolucionario invento que todavía no está a la venta pero que muy pronto podría cambiar la industria alimenticia gracias al descubrimiento de dos investigadores que llevan desde 2015 trabajando en este interesante proyecto.
Con la leche sintética se busca ofrecernos una alternativa vegana, ecológica y saludable.
¿Qué es la leche sintética y cómo se obtiene?
La leche sintética es un tipo de leche producida en laboratorios mediante un proceso en el que no ha intervenido ningún tipo de animal y que busca ofrecernos leche de calidad, con las mismas propiedades nutricionales, pero sin afectar lo más mínimo al medio ambiente.
Para comprender sus orígenes tenemos que remontarnos al año 2014, cuando Pandya y Gandhi, los científicos al frente de esta investigación, se propusieron encontrar la forma de hacer leche sin vacas. Dejaron el que era por aquel entonces su trabajo actual y se entregaron en cuerpo y alma a su objetivo.
Para la producción de leche sintética se utilizan levaduras modificadas
Fue en 2015 cuando crearon su empresa, Perfect Day, que rápidamente obtuvo la financiación necesaria para que estas mentes brillantes pudieran seguir investigando. A pesar de que se esperaba que el producto final se lanzara al mercado a finales de 2017, finalmente Pandya y Gandhi decidieron ampliar sus objetivos y vender a los fabricantes las proteínas de la leche con las que se pudieran hacer más productos (barritas, yogures, leches de iniciación…).
Este importante avance les ha servido a Pandya y Gandhi para entrar en la lista de Forbes de los 30 emprendedores de menos de 30 años más destacables del momento. Para la producción de esta leche sintética sin vacas se utilizan levaduras modificadas, que son mezcladas con otros elementos (como proteínas, vitaminas y otros nutrientes) y genéticamente modificadas gracias a la biotecnología. El resultado de este proceso es, en primera instancia, las proteínas de la leche y finalmente la leche sintética sin vacas.
Beneficios de la leche sintética sin vacas
Aunque podemos pensar en un primer momento que la leche sintética sin vacas no nos dará el mismo aporte nutricional, lo cierto es que esto no es del todo cierto. De hecho, existen una serie de beneficios de esta leche sintética respecto a la leche tradicional extraída directamente de las vacas.
El primer beneficio es que este producto es totalmente apto para las dietas veganas o vegetarianas. Las personas que deciden seguir este tipo de alimentación se encuentran en muchas ocasiones con que no tienen sustitutos para cierto tipo de productos, como podría ser la leche. La leche sintética (o los productos elaborados a partir de esta caseína obtenida de las levaduras modificadas) es perfectamente admisible en las rutinas veganas o vegetarianas.
El segundo beneficio hace referencia a su valor ecológico. La producción de leche sintética sin vacas no tiene ningún impacto negativo sobre el medio ambiente y ayuda a reducir la huella de carbono que deja el propio proceso de la leche natural. Además, al eliminar los animales de todo el proceso de producción, se consigue un producto no solo sostenible, también libre de maltrato animal. Cada vez existe más conciencia acerca de la vida de los animales de granja y este tipo de alternativas ayudan a luchar contra cualquier práctica poco deseable.
El tercer beneficio es que estas leches sintéticas elaboradas en laboratorios sin la intervención de las vacas es que se pueden modificar totalmente, añadiendo y quitando elementos al gusto del producto. Por ejemplo, se puede eliminar la lactosa para evitar intolerancias o reforzarlo con ciertos nutrientes de mayor valor, como calcio, magnesio o ciertas vitaminas que nos pueden ayudar a conseguir un producto con mejores valores nutricionales.
El último beneficio que queremos destacar respecto a este tipo de alimentos es el que hace referencia a la durabilidad del producto. La leche natural suele ser un alimento de corto recorrido, en este caso, la leche sintética tendría una fecha de caducidad más lejana, además de menos posibilidades de estropearse durante el transporte o el almacenamiento en casa.
¿Leche sintética o leche natural?
El debate está servido y, aunque habrá opiniones para todos los gustos, al final la respuesta depende de ti. La leche sintética es todavía un producto con poco recorrido pero que pretende revolucionar la industria alimentaria gracias a los beneficios que acabamos de nombrar y especialmente cuando encontremos productos lácteos más variados (quesos, yogures, batidos, barritas, productos infantiles…).
Si la leche sintética puede aportarnos los mismos valores nutricionales que la leche tradicional, o incluso mejores, si no existe daño al medio ambiente y si además su consumo es más seguro, todo parece indicar que puede convertirse en uno de los productos del futuro cercano.
Es importante no confundir la leche sintética sin vacas con las bebidas vegetales. No es una leche vegetal; de hecho, la base láctea la conserva gracias a las levaduras utilizadas y a las caseínas que forman parte del proceso de producción.
Otros productos sintéticos que ya se encuentran en el mercado son, por ejemplo, las carnes sintéticas o incluso la pasta sintética. Cada vez hay más opciones para cuidar el medio ambiente, eliminar nuestra dependencia de los animales y cuidar nuestra salud y nuestra alimentación con productos saludables, con buen valor nutricional y totalmente sostenibles.
En pleno auge del 'real food' o comida real, a la vez conviven nuevas ramas que, a priori, podrían parecer contrapuestas pero que en el fondo buscan el mismo objetivo: alimentarnos bien. Un ejemplo es la producción de leche sintética sin vacas, un revolucionario invento que todavía no está a la venta pero que muy pronto podría cambiar la industria alimenticia gracias al descubrimiento de dos investigadores que llevan desde 2015 trabajando en este interesante proyecto.
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